AMORES PERROS
México, 2000. Dirección: Alejandro González Iñárritu Guion: Guillermo Arriaga Música: Gustavo Santaolalla y Daniel Hidalgo Fotografía: Rodrigo Prieto Reparto: Emilio Echevarría, Gael García Bernal, Goya Toledo, Alvaro Guerrero, Vanessa Bauche, Jorge Salinas, Marco Pérez, Rodrigo Murray, Humberto Busto, Gerardo Campbell, Rosa María Bianchi, Dunia Saldívar, Adriana Barraza, José Sefami, Patricio Castillo, Lourdes Echevarría, Gustavo Sánchez Parra, Dagoberto Gama Género: Drama social. Historias cruzadas Duración: 145 min. Tráiler: Link
¿De qué va?: En Ciudad de México, un fatal accidente automovilístico afecta trágicamente a tres personas. Octavio, un adolescente, decide escaparse con Susana, la esposa de su hermano; el Cofí, su perro, se convierte en el instrumento para conseguir el dinero necesario para la fuga. Al mismo tiempo, Daniel, un hombre maduro, deja a su esposa y a sus hijos para irse a vivir con Valeria, una hermosa modelo. El mismo día en que celebran su nueva vida, el destino hace que Valeria sea víctima de un trágico accidente. (FILMAFFINITY)
Uno de los elementos más impresionantes de esta película es su estructura narrativa: aparentemente no sigue un hilo argumental, pero está cohesionada por el factor contextual que le proporciona la tristeza de las tres historias que enmarca la dirección de Iñárritu. La tragedia, la ruina, la soledad, situaciones disfrazadas de amor y que potencializan el peculiar adjetivo que usa el realizador para desarrollar el descarnado lado oscuro del amor. Por eso le llaman Amores perros. Porque así es la vida, sinuosa y difícil, mucho más en un país como el mío, mi México tan descalabrado por tanta situación adversa de violencia en todas su vertientes; y menciono esto porque siempre se ha considerado la película como un claro ejemplo del día a día en suelo mexicano, referencia directa de las circunstancias que todos vivimos en este país, alejada de cualquier tipo de exageración. El guion de Arriaga es una obra visceral que destripa a conciencia y sin tapujos el dolor y sufrimiento humano, haciéndose tangible gracias a la edición de las poderosas imágenes que captura el fotógrafo Guillermo Prieto junto a una de las bandas sonoras más memorables del cine mexicano firmada por el gran Gustavo Santaolalla. Texto, imagen y sonido, junto a las excelentes actuaciones de un reparto inmejorable, son los elementos que fusiona Alejandro González Iñárritu para tener como resultado esta ópera prima que se ha convertido a través de los años en una cinta enteramente de culto, siendo nombrada en más de una ocasión como su obra maestra. La propia película es referente directo de un realizador en estado de gracia, que se entrega a sus proyectos y se hace partícipe del proceso creativo con férrea convicción. Una película compleja que no permite distracción alguna y que definitivamente deja con una gran cúmulo de emociones al final.
Ronnie Valencia
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