jueves, 18 de enero de 2018

CRÍTICA | EN CUERPO Y EL ALMA, de Ildikó Enyedi


EN CUERPO Y ALMA
Festival de Berlín: Oso de oro. Festival de San Sebastián: Perla. Candidata húngara al Óscar
Hungría, 2017. Dirección y guión: Ildikó Enyedi Música: Adam Balazs Fotografía: Máté Herbai Reparto: Morcsányi Géza, Alexandra Borbély, Ervin Nagy, Pál Mácsai, Júlia Nyakó, Tamás Jordán, Gusztáv Molnár, István Kolos, Annamária Fodor, Itala Békés, Vince Zrínyi Gál, Attila Fritz, Zoltán Schneider, Réka Tenki, Rozi Székely, István Dankó Género: Drama. Comedia negra. Romance Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 27/10/2017
¿De qué va?: El director y la supervisora de un matadero sueñan cada noche que se encuentran en una pradera nevada transformados en ciervos. La coincidencia hará que ambos inicien una relación muy particular.




Reseña Xavier: Muchas películas estrenadas recientemente entre nosotros, la mayoría defendidas desde los palmarés de los festivales más importantes, parecen marcadas por una misma consigna: quieren ser originales, pero tienen miedo de resultar excesivamente excéntricas, por lo que intentan, no siempre con éxito, apelar al espectador mediante recursos emocionales que, en un contexto más convencional, serían sancionados por toda la crítica. Grosso modo, ese sería el nexo que uniría el Oso, la Palma y el León dorado de este año. Si nos ceñimos a la húngara En cuerpo y alma, con el añadido de ser el primer largometraje que la realizadora Indikó Enyedi firma en casi dos décadas, su victoria se incluye dentro de una causa mayor: aplaudir un revitalizado cine húngaro que vivirá varios años de los réditos de esa obra maestra que fue El hijo de Saúl. Así las cosas, quien escribe tiene las de perder al considerar que En cuerpo y alma es, contradiciendo su título, poco corpórea y nada mística, una trama que, desnudada de todas sus rarezas, se resume en el acercamiento de dos personas "especiales", por no usar un adjetivo más despectivo. Enyedi promete mucho durante la primera hora de metraje: ilumina con sensibilidad un matadero que en otras manos caería en enfáticos tenebrismos, ofrece unos capítulos oníricos bastante curiosos (primero, como contrapunto de la historia principal; posteriormente, como alegoría del carácter de su pareja y sus evoluciones con respecto a ellos mismos, hacia la otra parte y de cara al mundo que les rodea) y opta por un humor surrealista igual de singular. Todo, por desgracia, languidece y deviene ridículo en su segundo tramo. Los hallazgos terminan anclándose en la repetición. Y la magia acaba brillando por su ausencia en una historia tan fácil de seguir como difícil de empatizar con ella. Aunque, como siempre, dependerá de la sensibilidad del respetable. Para quien escribe, En cuerpo y alma cuenta con una premisa atractiva y un resultado un tanto errático, una descripción que, aunque nos pese, atañe a gran parte del cine europeo de nuevo cuño.



Reseña Mayra: De esta película cada espectador hará su propia lectura y sin duda cada una será muy diferente. Para quien estas líneas escribe, En cuerpo y alma bien podría ser el típico drama romántico de toda la vida, si no fuera por la singularidad de sus personajes y el entorno que les rodea, lo cual nos permite asistir a un relato poco o nada convencional, escueto en palabras y destacable en su puesta en escena y fotografía. En cuerpo y alma narra la historia que surge entre Endre y María, dos personas diferentes  tanto en edad como en personalidad que aparentemente sólo tienen en común el lugar de trabajo, hasta que un día descubren que por alguna extraña razón comparten los mismos sueños, una conexión onírica que despertará la curiosidad del uno hacia el otro y provocará un acercamiento que será muy complejo debido a la extraña personalidad de María. Poco o nada se ahonda en el pasado o en la vida de los personajes principales, de ahí que no tengamos claro a qué se debe la “rara” personalidad de la protagonista (aunque por su comportamiento y algunos detalles a lo largo del film bien podría tratarse del síndrome de asperger o incluso de autismo), un detalle importante porque, más allá de tratarse de una historia de amor, también se trata de la evolución de dicho personaje que apenas intenta encajar en su entorno, pero a partir de su vinculación con Endre empieza a esforzarse por derribar las barreras que no le permiten hacer las cosas que quisiera, una lucha interna que resulta incluso conmovedora. En cuerpo y alma plasma en sus fotogramas un humor algo surrealista, a la vez que la cinta se percibe como uno de los dramas románticos más fríos que se hayan visto, básicamente porque estamos ante una historia romántica que prescinde de lo habitual (las frases almibaradas y el contacto físico) y da lugar a una relación que se gesta a fuego lento y desde nuevas directrices, a través de miradas, silencios, acciones y decisiones un tanto raras, alejadas del romanticismo tradicional, pero que no por ello deja de ser una historia cargada de sentimientos. En resumen, estamos ante un guión muy interesante y original, que cuenta lo suficiente en cada detalle para que el espectador saque sus propias conclusiones, además de ofrecernos una gran interpretación por parte de Alexandra Borbély. Un relato sobre la vida, la soledad, el amor y las relaciones de personas poco comunes, una historia triste y conmovedora, de esas películas que se quedan contigo incluso mucho después del visionado.


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