jueves, 20 de marzo de 2014

Crítica de DEL LADO DEL VERANO, de Antonia San Juan

La intérprete Antonia San Juan fue uno de los rostros más importantes de una poco tratada pero evidente Movida Madrileña de los 90: a ella quedan ligados los nombres de autores como Ramón Salazar, el dúo Félix Sabroso y Dúnia Ayaso, Miguel Albadalejo o Daniel Calparsoro. Con todo, fue el representante más ilustre de la Movida anterior, Pedro Almodóvar, el que diese a San Juan su papel definitivo: la mítica Agrado de la no menos recordada Todo sobre mi madre. Durante los últimos años San Juan, como actriz y en calidad de directora y guionista, ha defendido distintos proyectos y ha sabido reunirse con un conjunto de artistas de confianza que le han permitido recrear el humor entre grave y petardo de sus intervenciones cinematográficas más memorables. En este sentido, la filiación de San Juan a la serie televisiva La que se avecina ha sido sumamente importante en distintos aspectos: junto a Luis Miguel Seguí, compañero de plató y su pareja sentimental, ha creado uno de los binomios artísticos más fructíferos de los últimos años; y su amistad con distintos actores, la mayoría venidos de la pequeña pantalla, como Eduardo Casanova, Secun de la Rosa o Macarena Gómez, le ha permitido recrear, tanto en su ópera prima Tú eliges como en sus tres cortometrajes (destaca V.O., candidato al Goya en 2002), el estilo desenfadado, queer y vodevilesco de un cine español poco habitual en nuestros días (en auge, con todo, a mitad de los 90). De todo ese sustrato de influencias y conexiones nace Del lado del verano, consecución lógica de las intenciones artísticas de San Juan. Pieza coherente, y a su vez muy diferente: ahora sí, con su nueva película Antonia San Juan reivindica un espacio propio en el cine español. De ahí que Del lado del verano, pese a su aparente condición de comedia costumbrista y de embrollos, deba ser tomada en serio, más si cabe que los anteriores trabajos de su artífice.


Del lado del verano arranca con situaciones de distinto calado tragicómico: una vecina amenaza a todo su bloque con tirarse por la ventana, dos mujeres rezan en tono desenfadado ante una virgen y distintas mujeres juegan al bingo entre copitas y griterío. Posteriormente, San Juan introduce el elemento trágico (la familia, ahora obligada a reencontrarse, guarda muchas rencillas) y concibe las escenas como monólogos o diálogos llenos de pullas en las que los personajes verbalizan todo lo que les pasa por la cabeza, dotando al film de un aire tan excesivo como divertido, casi siempre grotesco, mezclando el cine social con el humor de brocha gorda de los productos estrella de la televisión española (nada que ver con el desarrollo de, por ejemplo, Tres dies amb la família, que parte de una premisa parecida). La comedia y el drama planean durante toda la hora y media de metraje, y aunque San Juan no sabe equilibrar esas dos partes (aun teniendo un estilo almodovariano, dista de ser Almodóvar), aunque en muchos momentos el film parece una chifladura sin contenido y aunque la condición coral del relato hace que todas las tramas y personajes se diluyan en un tótum revolútum un tanto pintoresco, Del lado del verano termina convenciendo por la humanidad de la historia (San Juan quiere y comprende a sus personajes, y parte de ello se contagia en el espectador, llegando incluso a perdonar un estilo cinematográfico pobre y algunas escenas no muy bien resueltas). Con todo, no acaba de convencer el hecho de que Del lado del verano, por contexto, sea una pequeña parte del último cine underground español cuando su verdadera vocación es la de relato popular, de patios y plazas (o lo que es lo mismo, de telefilm en prime time). San Juan, en definitiva, se sitúa en el abismo de la incomprensión, pero Del lado del verano, sin ser una obra memorable, tiene pequeños destellos de la energía que necesita un cine a veces tan correcto como el nuestro. Su paso por los cines fue anecdótico: ojalá tenga más suerte en su reciente salida al mercado del dvd.


Para los que buscan películas en las que hay de todo y cabe todo,
 como un cocido o una paella ibérica.
Lo mejor: Descubrimos a una Macarena Gómez y un Eduardo Casanova más que convincentes.
Lo peor: Su falta de sutilidad.

Nota: 6

1 comentario:

Unknown dijo...

Creo que va a ser una gran noticia para todos. Será genial ....... gracias por esta noticia ......

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