LA SEDUCCIÓN (THE BEGUILED)
Festival de Cannes: Mejor dirección
Festival de Cannes: Mejor dirección
EE. UU., 2017. Dirección: Sofia Coppola Guión: Sofia Coppola, a partir de la novela de Thomas Cullinan Fotografía: Philippe Le Sourd Música: Phoenix Reparto: Colin Farrell, Nicole Kidman, Kirsten Dunst, Elle Fanning, Oona Laurence, Angourie Rice, Addison Riecke, Wayne Pére, Emma Howard, Matt Story, Rod J. Pierce Género: Drama. Thriller Duración: 90 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 18/08/2017
¿De qué va?: En plena guerra civil estadounidense, un soldado confederado llega hasta una escuela femenina. Las pocas maestras y alumnas de la institución deciden acoger al hombre para curarle la herida de su pierna. Con el paso de los días, la fascinación que despierta el recién llegado entre las mujeres tensará la convivencia.
¿De qué va?: En plena guerra civil estadounidense, un soldado confederado llega hasta una escuela femenina. Las pocas maestras y alumnas de la institución deciden acoger al hombre para curarle la herida de su pierna. Con el paso de los días, la fascinación que despierta el recién llegado entre las mujeres tensará la convivencia.
El de Sofia Coppola es un cine de reclusiones. Ya sea desde las estancias fastuosas del Palacio de Versalles, los pasadizos de una mansión de diseño, la casa de un barrio residencial de la Norteamérica de los 70 o la suite de un lujoso hotel de Tokio y Los Ángeles, su filmografía es el retrato de unos seres que ven la vida desde la ventana, como si no les perteneciera y ansiaran asirla con todas sus fuerzas. Con estos antecedentes, no es de extrañar que la hija de Francis sintiera la necesidad de regresar a los personajes de El seductor en un remake que funciona tanto como relectura de la película original como ampliación del mundo de la propia Coppola. Con el cambio, la historia, inicialmente contada desde el punto de vista masculino, ahora incide en mayor medida en el grupo de mujeres que va tejiendo poco a poco su tela de araña fruto de la soledad, la marginación social y la sexualidad acallada en un contexto tan crudo como la Guerra de Secesión. El western con toques psicodélicos de antaño, por lo tanto, se convierte ahora en un thriller de planos casi pictóricos, con una luz que raya la oscuridad y una escenografía envolvente, aderezada con interpretaciones precisas y un guión austero, frío e irónico según el momento.
Coppola, lejos de las anacronías y las pulsiones pop de sus anteriores trabajos, consigue una fábula concisa, la más clásica de toda su filmografía, si bien ello no impide que La seducción sea, en esencia, una película rabiosamente contemporánea que se refleja en un pasado tenebroso para discutir sobre las consecuencias intemporales de la represión. Una modernidad que podría ejemplificarse con diferentes momentos de la película, si bien la escena más recurrente se encuentra en su resolución: allá donde Siegel filmaba la salida de las vírgenes homicidas con un plano aéreo, Coppola muestra a sus damas en un encuadre casi estático, marcando los barrotes de una verja que sigue acotando sus devenires frustrados. Coppola parece decirnos que todo seguirá igual y que al mismo tiempo todo ha cambiado para sus (anti)heroínas, y que en el futuro su cine seguirá incidiendo en esa feminidad enclaustrada pero salvaje, que no dará su brazo a torcer hasta dar con la llave que abra de una vez por todas su jaula de oro. Un paso más en la carrera de una de las narradoras más importantes del siglo.
Coppola, lejos de las anacronías y las pulsiones pop de sus anteriores trabajos, consigue una fábula concisa, la más clásica de toda su filmografía, si bien ello no impide que La seducción sea, en esencia, una película rabiosamente contemporánea que se refleja en un pasado tenebroso para discutir sobre las consecuencias intemporales de la represión. Una modernidad que podría ejemplificarse con diferentes momentos de la película, si bien la escena más recurrente se encuentra en su resolución: allá donde Siegel filmaba la salida de las vírgenes homicidas con un plano aéreo, Coppola muestra a sus damas en un encuadre casi estático, marcando los barrotes de una verja que sigue acotando sus devenires frustrados. Coppola parece decirnos que todo seguirá igual y que al mismo tiempo todo ha cambiado para sus (anti)heroínas, y que en el futuro su cine seguirá incidiendo en esa feminidad enclaustrada pero salvaje, que no dará su brazo a torcer hasta dar con la llave que abra de una vez por todas su jaula de oro. Un paso más en la carrera de una de las narradoras más importantes del siglo.
Para espectadores fascinados por los "mujeres fatales".
Lo mejor: Su plantel de actrices, todas ellas en el mejor momento de sus trayectorias.
Lo peor: Su frialdad puede generar rechazo.
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