sábado, 25 de marzo de 2017

CRÍTICA | SIN OTOÑO, SIN PRIMAVERA, de Iván Mora Manzano


SIN OTOÑO, SIN PRIMAVERA, de Iván Mora Manzano
Ecuador, 2012. Dirección y guión: Iván Mora Manzano Fotografía: Olivier Auverlau Música: VV.AA Reparto: Enzo Macchiavello, Angela Peñaherrera, Andres Troya Holst, Paulina Obrist, Paola Baldion, Alejandro Fajardo, Lucía Moscoso, Andrea Espinoza, Nathalie Vergara, Andrés Crespo, Victor Arauz Género: Drama Duración: 115 minTráiler: Link 
¿De qué va?: Sin otoño, sin primavera es una “balada punk” desde nueve puntos de vista: Lucas, un estudiante de leyes que cree en la anarquía de la imaginación; Paula, que vende pastillas por la ciudad y colecciona historias en su grabadora de voz; Antonia, Martín y Gloria, que viven un triángulo amoroso sin límites claros; Rafa, un exitoso empresario que odia su trabajo y termina su relación con Ana, quien desarrolla una atracción hacia su vecina Sofía y su novio Manuel.

Sin otoño, sin primavera es una película que nos presenta la mirada desencantada de una juventud guayaquileña de clase media la cual trae consigo diversos conflictos que a lo largo del metraje se irán develando. La cinta que tiene como escenario la ciudad de Guayaquil está protagonizada por Lucas (Enzo Macchiavello) un joven de familia acomodada que está estudiando leyes, pero que cree en 'la anarquía de la imaginación' (referencia al cineasta Reiner Werner Fassbinder), y se revelará siguiendo su propio camino. Esta crisis existencial lo llevará a la dependencia de pastillas para dormir, las mismas que consigue a través de Paula (Angela Peñaherrera), una joven con cierto descontento de la vida y que a lo largo del metraje de manera muy singular fórmula a diferentes personas una pregunta que archiva en su grabadora de voz: "¿para ti qué es la felicidad?" Pero en esta historia también encontramos personajes más adultos como Antonia (Paulina Obrist), Martín (Andrés Troya Holst), Rafael (Alejandro Fajardo), Ana (Lucía Moscoso), personajes de distintas generaciones o épocas pero que recorrieron y recorren un mismo camino de vida, que es lo que crea esa conexión o ese reflejo de igualdad entre ambos grupos de personajes. Sin otoño, sin primavera por momentos y a pesar de la coloquial jerga guayaquileña resulta incluso algo filosófica, habla sobre los pesares de la vida, el abandono, la hipocresía, la corrupción, de cómo dejamos de disfrutar los pequeños detalles y de cómo se pierde lo que en verdad se quiere yendo tras lo efímero. Un retrato intimista sobre los conflictos internos del ser humano, independientemente de su condición social. Un vistazo al presente junto a la sombra del pasado. Estamos ante el retrato de una sociedad gris, que en medio del caos y los errores intentarán darle coherencia a sus vidas.

Sin otoño, sin primavera tiene una estructura y un montaje cómo si de una especie de puzzle se tratase, tenemos las piezas sobre la mesa pero totalmente desordenadas y tenemos como misión buscar y ubicar cada una de ellas en su lugar, o al menos un poco esa es la sensación que deja el montaje del film, el cual se mueve entre el presente y el pasado, entre la sutil balada y el estruendoso punk, un recurso narrativo que refuerza más la idea de una historia de vidas caóticas para quienes "los momentos felices de una época son los tristes de otra." Las interpretaciones están muy correctas cada uno en lo suyo, aun cuando es el debut en largometraje para varios de los actores. Sin duda estamos ante un guión interesante y bien dirigido con una fotografía destacable, y una música que acompaña en mucha consonancia la historia y sus personajes. Aunque tal vez, el mayor error de SOSP, es que nos presenta varias historias sin llegar a profundizar demasiado en ninguna de ellas. En todo caso, una ópera prima estimable, puede que al terminar la película nos quede la sensación que tal y como aquel rompecabezas dentro del film, no encontramos todas las piezas, pero creo que hallaremos suficientes como para obtener un grato recuerdo de esta relativamente singular cinta. Con sus fallos y aciertos, para mí, una de las obras más interesantes del cine ecuatoriano reciente. Estaremos muy atentos a los próximos proyectos del director guayaquileño.

Frase favorita
"A veces cuando la gente se pierde es porque quiere que la busquemos."

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