martes, 27 de septiembre de 2016

CRÍTICA | LA RECONQUISTA, de Jonás Trueba


Cuando Olmo encontró (y reencontró) a Manuela
LA RECONQUISTA, de Jonás Trueba
Festival de San Sebastián: Sección oficial a concurso
España, 2016. Dirección y guión: Jonás Trueba Fotografía: Santiago Racaj Reparto: Itsaso Arana, Francesco Carril, Aura Garrido, Candela Recio, Pablo Hoyos Género: Drama romántico Duración: 110 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 30/09/2016
¿De qué va?: Tras quince años sin saber nada el uno del otro, Olmo y Manuela quedan en un bar madrileño. Manuela lee una carta que Olmo le escribió siendo adolescente, y entre ambos surge una charla sobre el amor, el tiempo y los sentimientos.


Jonás Trueba, cuya carrera vive un constante ascenso con cada estreno, firma en La reconquista su obra más lograda hasta la fecha. En ella se encuentran todos los estilemas que ya aparecían en su filmografía, si bien en esta ocasión el conjunto resulta mucho más sólido. La reconquista captura la magia de dos instantes, uno de juventud y otro de niñez, el primero recuperado en la fugacidad de una noche y el segundo evocado en un flashback que puede ser un sueño o, por qué no, la volátil reminiscencia de una pasión que no ha cesado. Los tics afrancesados, los diálogos de densidad intelectual y una apuesta escénica más bien austera redondean esta crónica de versos y canciones románticas. Una película que te remite a un estado de ánimo, a una atmósfera muy concreta; y por ende un título que se intuye personal, generacional, certero aun cuando por momentos cae en lo artificioso, poético a pesar de contener algún ripio de más. Su primera hora ofrece instantes de pura belleza, tal vez lo más valiente y sensible que ha firmado el cine español este año. La reconquista, como indica su título, es una historia en la que sus protagonistas intentan recuperar el tiempo perdido y retomar aquello que se creyó terminado y que tal vez, sólo tal vez, nunca finalizó del todo. La inocencia romántica de Trueba se interesa más por las ascuas que por la llama amorosa, un detalle que daría para interesantes psicoanálisis. Por suerte, los fotogramas de La reconquista exudan melancolía, pero nunca tristeza. En otras palabras, es una película a medio entre la Nouvelle Vague y la nueva ola del cine indie español, apasionante o enervante según los ojos con los que se mire. Este blog, escéptico habitual del pequeño de los Trueba, se siente contento y "reconquistado". La expectación por saber cómo evolucionará la carrera de su firmante no podría registrar cimas más altas.


Para enamoradizos patológicos.
Lo mejor: Sus canciones.
Lo peor: Corre el peligro de pasar desapercibida.

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