martes, 12 de febrero de 2013

Crítica de MAMÁ, de Andrés Muschietti

A la make más asustadiza

Cuando una película de terror invita a la risa, y cuando esa risa en ningún caso tiene que ver con el tic nervioso de quien siente la tensión de la pantalla en sus adentros, es que alguna pieza del puzle falla. Mamá es una película evidente, porque hemos visto cuatro cientas mil propuestas de temática similar, cortadas con el mismo patrón, invocando mundos monstruosos y sobrenaturales que por rutina ya no nos sorprenden. Mamá está diseñada como una máquina de sustos puntuales y coda descacharrante, pero no inquieta. Seguramente impactará a aquellos que entiendan que el miedo emana de una banda sonora efectista, de unos golpes de sonido atronadores, de unos fundidos a negro dispuestos a conciencia o de un retorno a los clichés de siempre. Craso error. El cine es mucho más, y el de miedo, aquel que realmente hiela la sangre, lo es en cuanto concierne a lo inexplicable y al mismo tiempo a lo cercano. Justamente lo que Mamá no consigue. Hay que reconocer que Muschietti brinda algunos planos de unos resultados más que vistosos: la escena en la que vemos a Jessica Chastain dirigiéndose a la habitación de las pequeñas mientras una de ellas juega con alguien o algo que queda fuera de campo es un brillante ejemplo de cómo se puede ser original a la par que perverso. Lástima que la mayoría de momentos no nos permitan evocar el espíritu de la madre fallecida desde la imaginación. Y al sobreexponer la criatura, la película cae en la parodia de un cine serio, en una Scary Movie involuntaria. No había mucho que contar ni ningún misterio que resolver. Por momentos se intuye el silencio y el carisma de los niños tarados que poblaban las cintas de horror asiático que triunfaban hace una década: hay algo de Nakata y Shimizu en el trazo del monstruo, tanto en su apariencia exterior como en la forma de presentarla. El final, pese a todo, se enfanga en el telefilm más inverosímil. En la sala se pudieron oír algunas risas espontáneas y a veces hay que confiar en el criterio del público de a pie que solo pide un rato de diversión. Mamá es una horror movie bajo mínimos con dos niñas tocapelotas, con un final para mear y no echar gota y con un único aliciente: el malévolo ejercicio de asumir desde el patio de butacas que la película es un despropósito y que solo se puede sobrevivir a la hora y media de metraje detectando los gazapos de la historia (que los tiene, y totalmente clamorosos). Mucho ruido y pocas nueces: Guillermo del Toro nos la ha metido doblada. En plena temporada de premios, con films excelentes en cartel, invertir unos cuantos minutos y euros en un engendro como Mamá es del todo masoquista. Quedan avisados.


Para audiencias fácilmente impresionables
Lo mejor: Las palomitas que acompañan el visionado.
Lo peor: Chastain: ¿qué hace una actriz como tú en una película como esta?

Nota: 4

3 comentarios:

domive dijo...

"Una horror movie bajo mínimos con dos niñas tocapelotas, con un final para mear y no echar gota" me meo, rima y todo xDD

No te preocupes que me evito de verla. Como diría Barney Stinson: Me dejaste esquivar esa bala... jaja, nos vemos!

Unknown dijo...

estoy en desacuerdo contigo, a mi las niñas me encantaron y eso que odio compulsivamente a los niños en el cine (en la pantalla y en la sala XDD), a mi la peli si me gusto, no es la mejor de su género pero si es buena dentro de él, en cuanto a los gazapos los hay pero realmente son pocos y sinceramente perdonables en cierto tipo de peliculas. Si quieres ver mi punto de vista lo acabo de publicar en mi blog.

un saludo

Anónimo dijo...

a mi me gusto mama y la recomiendo y estoy en total desacuerdo con tu critica, con razon poca gente lee tus criticas