lunes, 24 de diciembre de 2012

LAS 10 MEJORES PELÍCULAS ANTINAVIDEÑAS


Españoles, lectores en general de Cinoscar & Rarities: en estas fechas tan señaladas... ¡Alto! ¿Navidad? ¡Qué rollo! Para los que piensan que estos últimos días del año son una engañifa en toda regla, ya sea volviendo a la idea del consumismo o de las falsas felicitaciones, les ofrecemos una lista de greatest hits antinavideños escogida por el Grinch con más mala baba. Se les atragantará la cena y el fiestorro posterior. Adiós a eso de 'la familia unida jamás será vencida'. Muerte a la comedia romántica. Brindemos por unas navidades de cine diferente. Estas son nuestras 10 películas antinavideñas favoritas:

10. À L'INTÉRIEUR (INSIDE)
de A. Bustillo y J. Maury (Francia, 2007)
Hay que zamparse el pavo a la de ya porque una loca con un cuchillo en la mano está llamando a la puerta. Esto es lo que le pasa a la protagonista de este terror cañero y claustrofóbico a más no poder. Con tanta actividad es normal que a uno le revienten el convite, y no por exceso de chocolate o por efecto de la borrachera, sino por acabar con las tripas, literalmente, fuera de nuestro cuerpo. Si van a pasar la navidad solos, puede crear un mal rollo de campeonato. Pervierte, eso sí, todos los días del año.

9. RARE EXPORTS: UN CUENTO GAMBERRO DE NAVIDAD
de J. Helander (Finlandia, 2010)
Ahora resulta que los niños adoran a un tipo gordo con traje llamativo... ¡y asesino! Si Santa viene del frío, los finlandeses saben lo que se dicen. Convertir al barbudo blanco más entrañable en un Hannibal de mucho cuidado tiene mucho mérito y parece obra de alguien que en su infancia recibió muy pocos regalos. Si son más de reyes que de papá Noel, ¡a vengarse! Ganadora del Festival de Sitges.

8. PESADILLA ANTES DE NAVIDAD,
de Henry Selick (EE. UU., 1993)
- Mamá, en la carta he pedido que me traigan el dvd de Pesadilla antes de Navidad. - Cariño, ¿no sería mejor una de Disney?.. ¡Pues no! El tándem Selick - Burton parieron un dulce de leche amarga disfrazado de chocolatina para los peques. Lo que se dice desmontar los clichés de la Navidad y del cine navideño con mucho oficio y mucho morro. En el pesebre cinéfilo aparece el cadavérico Jack Skellington con todos los honores.

7. DEAD END (ATAJO AL INFIERNO),
de J. Andrea y F. Canepa (Francia, 2003)
Tranquilos: pueden dejarse las convenciones en casa. Básicamente porque nunca llegaremos a casa de los suegros para sufrir otro año más los polvorones empalagosos, el turrón duro a prueba de ortodoncias y los villancicos a golpe de zambomba. ¿Qué tal pasar la mejor noche del año tirados en la carretera, descubrir que tu hijo es un drogadicto y que en verdad estás muerto? Pues nada, ¡felices pascuas! Humor negro, pero de un negro intenso y oscuro a más no poder. La cinta de terror más gamberro de la década.

6. FROZEN RIVER (RÍO HELADO),
de Courtney Hunt (EE. UU., 2008)
Es Navidad, pero estás a punto de perder tu casa, para comer solo tienes palomitas y una botella medio vacía de Sunny, te has olvidado de comprar el juego de coches del peque, tu marido te ha abandonado y cruzas un río helado de forma ilegal para ganarte la vida. La protagonista de Frozen River tiene muchos motivos para desear la llegada del nuevo año, y cuanto más rápido, mejor. Un drama que hiela la sangre, en todos los sentidos, y te deja sin muchas ganas de comilonas.

5. 4 MESES, 3 SEMANAS, 2 DÍAS,
de Cristian Mungiu (Rumanía, 2007)
Aunque ya se han acabado las clases, Gabita no puede volver a casa por Navidad como dicta el famoso anuncio de turrón. Está embarazada y su compañera de residencia, Otilia, la ayudará a abortar. En la Rumanía nevada de Ceausescu hay pocas cosas para celebrar y Mungiu retrata el agobiante día de una joven entre miseria. El dictador murió el 25 de diciembre de 1989, y no por causalidad. Crónica del principio del fin que es un viaje a los infiernos y un retrato del invierno más crudo.

4. EL DÍA DE LA BESTIA,
de Álex de la Iglesia (España, 1995)
¿El nacimiento de qué Mesías? ¡El diablo acaba de engendrar a su retoño! Mientras la Castellana se llenaba de gentes en plena histeria consumista, un cura de lo más atípico y un Santiago Segura pre-Isi/Disi vestido de rockero salvaban el mundo. Ya es mala suerte que el apocalipsis no respete ni los festivos... El cava puede sustituirse por una lata de Schweppes, y el cocido madrileño que se quede en la mesa. No digas de esta agua no beberé ni este cura no lleva un pistolón debajo de la sotana, o que no venerarás chorradas tan desternillantes como la de De la Iglesia.

3. EL DECÁLOGO,
de Kzysztof Kieslowski (Polonia, 1988)
Entre lo espiritual y lo ateo, el cine de Kieslowski, lleno de vida y muerte, sigue siendo lo más estimulante para cualquier cinéfilo que se precie. Una Varsovia bajo la nieve es el telón de fondo de varias historias que se cruzan. Estremece el primer episodio, en el que un padre científico abraza las posibilidades de lo impalpable al perder a su hijo en un accidente. El joven que espía a su vecina desde la ventana. La terrible muerte de un taxista en un descampado. La carta que contiene el secreto que pondrá patas arriba la vida de una adolescente. Y así hasta tener 10 episodios que son lo mejor de la historia del cine europeo. Para vivir una Navidad austera y solemne, pero cargada de enjundia.

2. UN CUENTO DE NAVIDAD,
de Arnaud Desplechin (Francia, 2009)
¿Ya es 24? ¡Por qué! Tendré que volver a ver a mi madre... a la que no soporto. A mis hermanos... que tampoco puedo ver. A los niños... que no hay quien los aguante. Sin olvidar la misa del gallo y el pase televisivo de Los diez mandamientos. Tendremos que ir al cementerio a poner flores al hermano que no sobrevivió. Y aguantar la historia de que mamá tiene cáncer. Desplechin disecciona con un morbo, una recreación, un humor hiriente y un gusto malsano de aúpa la burguesía francesa que esconde mucho polvo y rencor en el armario. La reunión familiar más loca del séptimo arte. Aunque si tu familia está formada por actores como Amalric, Deneuve o Devos, seguro que la cosa promete.

1. PLÁCIDO
de Luis García Berlanga (España, 1961)
Invite esta noche a un pobre a su casa a cenar. Y la consigna tiene 50 años pero no podría estar de mayor actualidad en esta España en crisis. Sufrimos lo que no está escrito deseando que el bueno de Plácido acabase la noche con la letra de su carromato pagada, entre mucha charanga y pandereta, falso altruismo y bondad vestida de lagarterana. La historia de quienes en lugar de esperar el gordo de la lotería sueñan simplemente con vivir dignamente. Humana, perfecta sesión para recordar una de las obras maestras de nuestro cine.

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