martes, 30 de noviembre de 2010

¿PUEDE UNA PELÍCULA CATALANA GANAR EL PREMIO GOYA?


Este 2010 está sucediendo un hecho sin precedentes. No recuerdo en 10 años de asistencia a los cines haber visto tantas películas catalanas (y buenas) en la pantalla grande. Películas que, además, ganan premios en festivales: Elisa K. Obras capaces de provocar todo tipo de opiniones: La Mosquitera. Títulos aplaudidos en cada uno de sus pases: Herois. Cintas que han reconciliado el público con géneros poco habituales como el documental: Bicicleta, cullera, poma, protagonista en televisiones, periódicos y demás medios de comunicación. Entre el muestrario, también hay realizadoras (sí, en '-a') como Laura Mañá y La vida empieza hoy. Y de toda esta nueva ola de cine catalán y en catalán, Pa Negre es el ejemplo de pequeño gran éxito que no tiene nada que envidiar a sus análogos europeos. La ESCAC, donde se gestó la excelente Tres dies amb la família, donde se formaron los responsables de El orfanato, los artífices de Lo mejor de mí y la venidera Blog, y el trabajo de la Academia de cine catalán, conocida por sus Premios Gaudí, han colaborado en este auge y momento dulce de nuestro cine. Sin contar que los nombres ya consolidados (Portabella, Serra, Recha) no han estrenado en 2010: son excepciones Cortés con Ingrid, Huerga con Diario de un astronauta o Guerín con Guest. Sin contar que la mayoría de películas en cuestión son óperas primas o segundos proyectos: El idioma imposible, Circuit, Cruzando el límite. Entusiasmados por el éxito de Los ojos de Julia de Guillem Morales. Contentos porque Bayona  rueda The Impossible o porque Rodrigo Cortés ha recorrido medio mundo con su Buried (autores que, catalanes o no, crean fuera de España). Estamos en un momento clave para el cine catalán, que además de internacionalizarse también presenta un interesante relevo generacional. Ello me lleva a pensar que sería imposible hablar del cine español del 2010 sin citar varias películas catalanas. Así lo demostró la sección oficial del Festival de San Sebastián, Pa Negre a la cabeza. Y me pregunto: ¿podría ganar el Goya una película hablada en catalán, prejuicios políticos y lingüísticos a parte, siempre partiendo de la objetividad y la agudez cinematográfica de los académicos? Respondo: debería. Se me ocurre que Aina Clotet podría estar entre las mejores noveles. Laia Marull secundaria, Nora Navas protagonista. Y así hasta trazar quinielas de todo tipo. Pero recuerdo los ninguneos del pasado: desde Pau i el seu germà hasta El cant dels ocells. El tiempo dirá quién gana el Goya y el Gaudí, pero el cine catalán del 2010 quedará. Estoy acostumbrándome a ver buen cine en mi lengua, en la oscuridad del cine (y, por primera vez, no soy el único espectador de la sala). Que siga la racha.