miércoles, 28 de junio de 2017

CRÍTICA | DÍAS EXTRAÑOS, de Kathryn Bigelow


DÍAS EXTRAÑOS (STRANGE DAYS)
Saturn Award a la mejor dirección e interpretación femenina protagonista
EE. UU., 1995. Dirección: Kathryn Bigelow Guión: James Cameron y Jay Cocks Reparto: Ralph Fiennes, Juliette Lewis, Angela Bassett, Tom Sizemore, Michael Wincott, Vincent D'Onofrio, Josef Sommer, Glenn Plummer, William Fichtner, Richard Edson, Joe Urla Fecha de estreno en España: 12/04/1996 Tráiler: Link


Crítica José: Días extraños tiene un argumento bastante novedoso. Una serie de crímenes son grabados mediante un programa que hace sentir al que lo usa la misma emoción que sintió el autor de la acción. El dispositivo te permite ser otra persona por unos segundos, o al menos jugar con la idea de ser por un momento el invidividuo que te hubiera gustado ser. La idea da pie a una trama policiaca poco convencional y a un discurso que nos sumerge en la soledad y en el caos. También esconde una reflexión de la nostalgia: en la vida real vuelves a tu pasado por medio de la memoria, pero en Días extraños todo ello llega a su máximo exponente, pues en la película se pueden revivir literalmente ese pretérito que probablemente ha sido magnificado. Se pone en juicio, en definitiva, el mundo tecnológico que nos rodea y su capacidad de "autoengaño". La recomiendo a todos los amantes de la buena ciencia ficción y a aquellos que les gusten las estéticas postmodernas o de cómic. Nota: 7 / 10


Crítica Mayra: Kathryn Bigelow a lo largo de su carrera ha ejercido más veces las funciones de directora que de guionista, y debo admitir que hasta ahora no he tenido la oportunidad de ver una película escrita y a la vez dirigida por la cineasta estadounidense; sin embargo, sí he podido disfrutar varios de sus trabajos como realizadora en títulos recientes como En tierra hostil y La noche más oscura, películas que sin duda son un reflejo de cómo Bigelow a lo largo de los años ha ido perfeccionando su estilo. Días extraños es uno de los films noventeros de la cineasta, época en la que ya se podía atisbar su prometedora carrera. La cinta parte de una premisa interesante y futurista que intentaba adelantarse a su momento, y que en su puesta en escena y dirección da como resultado final una obra trepidante que logra entretener al espectador (incluso ahora, casi veinte años después) y además nos brinda algunas interpretaciones muy correctas, que hacen que Días extraños funcione a pesar de tener un tramo final un tanto rocambolesco. Nota: 6 / 10


Crítica Ronnie: Una mirada futurista de lo que sería el inicio del nuevo milenio. Ahora, en la distancia, resulta curiosa, pero no deja de ser efectiva como una visión del futuro en esa época. El fin del mundo está sentenciado debido a la falta de nuevas tecnologías y esto parece ser la clave para el declive de la humanidad. Días extraños es una película de ciencia ficción tremenda que en su momento pasó bastante desapercibida, pero que por obvias razones vale la pena revisitar hoy en día. La genialidad de Ralph Fiennes siempre se agradece y Angela Bassett es una auténtica delicia, mientras Juliette Lewis va de lo mismo, de "la Lewis", como acostumbraba en todas sus películas. En general Kathryn Bigelow se anota un gran acierto con esta cinta noventera a la que, si bien llegamos a notar un poco la mano de James Cameron, pasamos por alto la intromisión. Una película altamente recomendable (y escribe alguien que ama las películas de ciencia ficción). Nota: 9 / 10


Crítica Xavier: Antes de En tierra hostil, la carrera de Bigelow discurría un tanto errática, experimentando con fórmulas y tramas casi antónimas. De esa capacidad de adaptación, de su paciencia y de su evidente manejo de la narrativa cinematográfica, patente incluso en sus trabajos más desiguales, ha surgido una de las carreras más incatalogables que haya visto Hollywood en los últimos años, una rareza que trasciende su condición de mujer (o, si nos ponemos "amarillistas", su título de ex pareja de James Cameron). En esta distópica Días extraños atisbo la Bigelow valiente, exploradora y trabajadora infatigable. La directora pone toda la carne en el asador, pero la historia da poco de sí, hasta el punto de diluirse y caer en el absoluto ridículo a medida que el calendario se va acercando al cambio de milenio. A diferencia de otros apocalipsis noventeros, Días extraños no sólo ha perdido atractivo, sino que su discurso sobre las nuevas tecnologías y la "ciberdelincuencia" resulta bastante naïf. A ello contribuye especialmente una estética "a lo Blade Runner", absoleta en pleno 2017. En pocas palabras, un desastre de dimensiones considerables. Pero no nos pongamos las manos a la cabeza. Por suerte, el siglo XXI es muchísimo más halagüeño, para Bigelow y para todos nosotros. Un día extraño, incluso malo, lo tiene cualquiera. Nota: 5 / 10

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