sábado, 24 de junio de 2017

CRÍTICA | DIOSES Y MONSTRUOS, de Bill Condon


DIOSES Y MONSTRUOS
Óscar al mejor guión adaptado. Globo de oro y Bafta a la mejor actriz secundaria
Independent Spirit Award a la mejor película. San Sebastián: mejor actor y premio del jurado
EE.UU., 1998. Dirección: Bill Condon Guión: Bill Condon, a partir de la novela de Christopher Bram Reparto: Ian McKellen, Brendan Fraser, Lynn Redgrave, Lolita Davidovich, Kevin J. O'Connor, David Dukes, Brandon Kleyla, Pamela Salem, Michael O'Hagan Fecha de estreno en España: 18/03/1999 Tráiler: Link


Crítica José: James Whale, autor de Frankenstein. James Whale, quien fuese un director repudiado por no ocultar su homosexualidad dentro de un Hollywood cínico e hipócrita. Relato de su vida y de su única compañía: su ama de llaves. Pero un día comienza una relación con su jardinero, un hombre apuesto al que deposita toda su confianza para contar su historia en el Hollywood de los años 30. Bill Condon nos ofrece en su ópera prima las historias de personajes acabados, perdedores y humillados, pero que se muestran con un gran esplendor. Bill Condon nos ofrece una fantasía de lo que pudieron ser sus últimos días de vida, la compleja relación que mantiene con su jardinero, un muchacho ansioso por aprender. El trabajo de la pareja de actores es impresionante. Se habla mucho de la gran y magistral actuación de Ian McKellen, pero Brendan Fraser entrega una gran actuación. Una cinta dolorosa, muy humana y conmovedora sin llegar jamás a acercarse a las lindes ni de lo sensiblero ni de lo sentimental. Nota: 9 / 10


Crítica Mayra: Dioses y monstruos sin duda es una de las obras más destacables de la filmografía del director Bill Condon. El film, adaptación de la novela El padre de Frankenstein de Christopher Bram, obtuvo tres merecidas nominaciones a los premios Óscar de su año. La cinta es un interesante biopic sobre la vida, o mejor dicho, los últimos días de la vida del director James Whale; una época que el metraje retrata con cierta retrospectiva en medio de flashbacks y curiosas ensoñaciones que nos acercan a la vida interior de un Whale entrado en años, enfermo, solitario y nostálgico, un personaje interpretado con mucho acierto por parte de Ian McKellen y acompañado por un correcto Brendan Fraser. Dioses y monstruos tiene una ambientación muy lograda y su guión, fotografía y montaje tienen un ritmo correcto que se acopla con la nostálgica narración sobre el cine, la amistad, el amor y el paso y peso del tiempo en sus personajes. Sin duda el apartado más destacable del film es el interpretativo: Lynn Redgrave, Brendan Fraser y sobre todo Ian McKellen aportan grandes interpretaciones a esta interesante historia. Un relato curioso, entretenido y muy recomendable. Nota: 7 / 10


Crítica Ronnie: La película de Bill Condon es un profundo y respetable retrato de la soledad humana; el impacible final de una mítica figura del cine, James Whale, un director alabado y recordado principalmente por sus legendarios trabajos Frankenstein, The Bride of Frankenstein y The Invisible Man; y a su vez repudiado por no ocultar sus preferencias sexuales en un Hollywood hipócrita. Esta película no es ni soberbia ni sentimental: sigue el abrumador camino de la fragilidad humana, con pinceladas de amor y admiración. Dioses y monstruos es una obra conmovedora, que te acerca al tormento final de una mente brillante, un artista que ve como su presente se va sumiendo poco a poco en el pasado del que siempre huyó, pero que termina siendo su lecho de muerte una vez que él mismo ha aceptado la inevitable verdad de sus ultimos días. La obra está basada en la novela El padre de Frankenstein de Christopher Bram y se aleja de los clásicos biopics a los que Hollywod nos tiene acostumbrados, ya que profundiza de una manera poco habitual en la vida de Whale durante sus ultimos días. Ian McKellen demuestra porque es un mosntruo de la actuación y le secundan perfectamente bien Lynn Redgrave y Brendan Fraser (es una lástima que este último haya hundido su carrera con apoteósicas e infames cintas taquilleras). Termino esto con las bellas palabras escritas por Whale en su nota de suicidio: El futuro está lleno únicamente de dolor y viejos recuerdos... Necesito estar en paz y este es el único modo de lograrlo. Mi vida ha sido maravillosa. Nota: 9 / 10


Crítica Xavier: Antes de deslucir su currículum con "Crepúsculos" y "Bellas y Bestias", Bill Condon era un director de enorme solvencia, capaz de abordar películas de perfil tan difícil, también tan atractivo, como esta Dioses y monstruos, para siempre recordada por tener el mejor trabajo interpretativo de Ian McKellen y Brendan Fraser. En ella pulula el recuerdo del Old Hollywood, aquella edad de oro que el noir de los 40 y 50 filmaba entre flashes de cámaras y tinieblas al más puro estilo El crepúsculo de los dioses. También una doble historia de amistad, reminiscencias del melodrama de épocas pretéritas (Whale y los vínculos con su jardinero y su criada). Incluso la inteligencia de una premisa que eleva el tan codificado biopic a registros muchísimo más poéticos. El resultado es una película bella, preñada de cine y de cinefilia, clásica y moderna, respetuosa e irreverente, triste y a la vez recorrida por una finísima ironía. Una reflexión sobre los monstruos que nos atenazan, ya sea en forma de criaturas fantásticas o de miedos más reales. Señor Condon: déjese de "chuminadas" y vuelva a filmar películas como esta. Nota: 7 / 10

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