viernes, 28 de febrero de 2014

OSCARS 2014: MEJOR PELÍCULA

Las nominadas al Oscar a la MEJOR PELÍCULA DEL AÑO son:

AMERICAN HUSTLE (LA GRAN ESTAFA AMERICANA),
de David O. Russell (EE. UU.)
Hace unos años, cuando la Academia anunció que el número de nominadas a la mejor película aumentaría hasta un máximo de 10 candidatos, muchos dijeron que ello haría posible que títulos indie, de factura más austera y con menos aparato promocional, pudieran aparecen en la terna de los Oscar. Ahora, en 2014, con un perfil de blockbuster en peligro de extinción por la crisis económica y una carrera al Oscar con tantos galardones previos, podemos decir que la Academia no ha ampliado sus miras: tener 9 candidatas a mejor película y no 5 ha reducido el número de nominadas globales en todos los apartados. El hecho de que las productoras encaminen el periplo comercial de un par de títulos de cara a la temporada de premios, así como la violencia de determinadas campañas, hace que el 'pez pequeño' nunca o casi nunca encuentre su espacio en los Oscar.

 CAPTAIN PHILLIPS (CAPITÁN PHILLIPS),
de Paul Greengrass (EE. UU.)
 ¿Pruebas? 16 de los 20 intérpretes nominados (o sea, todos menos las actrices de Blue Jasmine y Agosto) aparecen en films que aspiran al premio gordo, cuando lo natural sería que la terna de protagonistas y secundarios se completase con citas más a contracorriente, como ha sucedido históricamente (¿os acordáis, por ejemplo, de la candidatura de Amy Adams por Junebug? Nada que ver con la nominación 'por arrastre' de este año). Los films de habla no inglesa siguen vetados al reducido espacio que la Academia les tiene reservados: en este sentido, las dos posibilidades técnicas de la hongkonesa The Grandmaster son más una forma de poner parche a la pobre producción estadounidense del 2013 que una reivindicación de trabajos más marginales. Y en el otro lado de la balanza, la amalgama de nominados dibuja un mapa de nacionalidades cada día más complejo: que la película favorita esté rodada por un británico, que el director mejor situado sea mexicano o que estén en la terna cortometrajes de España, Francia, Dinamarca y Finlandia es una demostración de la inevitable globalización que afecta a unos Oscar antaño más centralistas. 

DALLAS BUYERS CLUB,
de Jean-Marc Vallée (EE. UU.)

Una forma de evaluar los Oscar está en las temáticas de los trabajos citados. Este 2014 se impone el conservadurismo de 12 años de esclavitud, un título tan impoluto como poco o nada espinoso, incisivo y creativo: parece que nadie se acuerda de que El color púrpura, trama más humana y emocional, se fue de vacío en los Oscar de su año. Gravity se ha impuesto como la revolución de la temporada: además de seguir un 'cine espectáculo' ya presente en anteriores ediciones con los trabajos de Cameron y Lee, la industria la ha acogido como una nueva forma de 'cine experiencia', algo importante en la era de la piratería. Y entre ambas, puede que la propuesta más moderna, aunque también la más alternativa, sea Her, el romance de un anodino neoyorkino con un sistema informático, una cinta con sus resquicios que pese a todo ensambla con pericia ciertas tendencias de las grandes tramas románticas del Old Hollywood con las constantes del cine norteamericano moderno, ya presente en los últimos Oscar con La red social (el Ciudadano Kane del S. XXI) o Up in the air (lo más parecido a un Wilder de la era moderna).

 GRAVITY,
de Alfonso Cuarón (EE. UU.)

La lista de nominadas también propone un curioso duelo. La gran estafa americana es un trabajo muy esmerado por parte de un Russell cada día más asentado en la industria. Con todo, el hecho de coincidir con Scorsese y El lobo de Wall Street hace que Russell, pese a los halagos académicos (10 nominaciones, demasiadas), evidencia la tensión existente en Hollywood entre los 'nuevos referentes' y los 'clásicos todavía en activo'. En esa batalla, Scorsese gana: El lobo de Wall Street es ácida, circense, excesiva, entretenida y crítica, un clásico casi instantáneo que actualiza el Scorsese de toda la vida a la sociedad del 2014, dominada por el capital y la figura del corrupto. La gran estafa americana, eso sí, es menos interesante de lo que puede pensarse por su palmarés pero más rica en matices de lo que se ha escrito estos días: de ella se lee que tras las lentejuelas de Hollywood existe la nada más desoladora, una paradoja perfecta que describe a la perfección las decisiones académicas de este año.

 HER,
de Spike Jonze

Los Oscar no serían Oscars sin la inclusión de films aparentemente pequeños que en verdad son exportables, reconocibles... y a la postre convencionales. Philomena es posiblemente el gran engaño de la terna: tras una trama aparentemente humana y sentimental se esconde un telefilm de sobremesa, sin descripción de personajes, dramatismo torpe e insertos cómicos del todo enervantes. Nebraska, propuesta lacónica donde las haya, sigue, aunque con menos brío, las constantes del cine de Payne, pero no logra el espectáculo, el ritmo y la fuerza de Los descendientes. Del visionado de Nebraska quedan dos ideas: la primera, que sus personajes-actores están muy desubicados y exagerados, paradoja preocupante tratándose de un film que aspira a ser pausado e íntimo, sin estridencias; y la segunda, que Una historia verdadera de David Lynch, cuya trama es muy parecida a la de la obra de Payne, era una obra maestra, una road movie de la tercera edad que nadie ha superado hasta la fecha (y ya han pasado casi 15 años de su estreno).

 NEBRASKA,
de Alexander Payne (EE. UU.)

La lista se completa con Dallas Buyers Club y Capitán Phillips. La primera responde al prototipo de película 'de actores', con temática más o menos comprometida que pese a tener alguna concesión fácil sabe transmitir el ímpetu de sus personajes y la fuerza de su trama. Dallas Buyers Club no rompe moldes, pero merece no irse de vacío. La de Greengrass es 'más de lo mismo': montaje frenético, música machacona, fotografía efectista, interpretaciones de manual y metraje dilatado hasta la saciedad, la fórmula que su director viene repitiendo desde su primera película. Ahora, beneficiado por las circunstancias, está peleando en la categoría reina, pero las ausencias en director y guion rebajan sus expectativas de premio.

PHILOMENA,
de Stephen Frears (Reino Unido)

En resumen, una lista de Oscars un tanto alicaída. El lobo de Wall Street y Gravity son las propuestas más arriesgadas. Her debería tener una presencia destacada en el palmarés. Y pese a todo, parece que 12 años de esclavitud será 'la película del consenso', aunque guarde poca o ninguna relación con el cine que se hace hoy en día en Estados Unidos, tanto a nivel formal como temático. Los Oscar pasarán, pero las buenas películas quedarán... y por desgracia, pocos títulos de estos Oscar sobrevivirán al implacable paso del tiempo. A continuación os dejamos con las quinielas de los lectores y del blog. Que gane el mejor... o en su defecto, el que más suerte tenga.

 12 YEARS A SLAVE (12 AÑOS DE ESCLAVITUD),
de Steve McQueen (EE. UU.)

QUINIELA DE LOS LECTORES (Total votos: 235)
1. 12 AÑOS DE ESCLAVITUD, con 92 votos (39%)
2. LA GRAN ESTAFA AMERICANA, con 50 votos (21%)
3. GRAVITY, con 42 votos (17%)
4. EL LOBO DE WALL STREET, con 28 votos (11%)
5. HER, con 13 votos (5%)
6. DALLAS BUYERS CLUB, con 5 votos (2%)
7. NEBRASKA, con 3 votos (1%)
8. CAPITÁN PHILIPS y PHILOMENA, con 1 voto (0%)

QUINIELA DEL BLOG
1. 12 AÑOS DE ESCLAVITUD
2. GRAVITY
3. LA GRAN ESTAFA AMERICANA
4. DALLAS BUYERS CLUB
5. EL LOBO DE WALL STREET
6. NEBRASKA
7. CAPITÁN PHILIPS
8. HER
9. PHILOMENA

Y SI EL BLOG VOTASE...
1. EL LOBO DE WALL STREET
2. GRAVITY
3. 12 AÑOS DE ESCLAVITUD
4. DALLAS BUYERS CLUB
5. HER
6. LA GRAN ESTAFA AMERICANA
7. PHILOMENA
8. NEBRASKA
9. CAPITÁN PHILIPS

THE WOLF OF WALL STREET (EL LOBO DE WALL STREET),
de Martin Scorsese (EE. UU.)

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