Albert ha vivido toda la vida reprimiéndose, escondiéndose, escapando de sí misma. Porque Albert es una mujer, aunque ya haya olvidado su antigua identidad. Albert trabaja en un hotel y es un sirviente dócil, inocentón, reservado. La película es su historia, y de paso el vehículo de lucimiento de una Glenn Close que desde Las amistades peligrosas no había estado tan cerca del Oscar. Aunque el maquillaje parece salido de los descartes exagerados de la Señora Doubtfire, Albert Nobbs funciona por su personaje protagonista: empatizamos con él, conectamos con su lucha y disfrutamos de la ligera comedia de enredos que trufa una trama de dobles secretos e identidades sexuales. Albert Nobbs acaba pese a todo como una película desigual, con demasiado metraje y un guión que transita por las vías más obvias. De alguna manera Glenn Close, en su trabajo como actriz cabeza de cartel, productora, guionista y compositora de la bella canción que ambienta los títulos de crédito, es responsable de lo mejor y también lo peor de un film que en otras manos, con un escritor más agudo, y sobre todo con un director verdaderamente lírico, hubiese sido el gran melodrama acaparador de estatuillas. ¿Será por la herencia del texto teatral? Albert Nobbs sabe a poco, aunque en ningún caso es tan desastrosa como se viene diciendo desde su proyección en el Festival de San Sebastián. Y personalmente aplaudo la resolución de la trama, un homenaje al propio Albert y una puerta abierta a que el legado funesto y dickensiano del protagonista pueda repetirse. Una película tan dulce y apocopada como su personaje.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Todos hablan de lo pésima que es, y aún así esta película me despierta algo de emoción, tratare de verla lo antes posible porque siempre me ha gustado el cine de Rodrigo García, espero que me guste más que a ti. Buena apreciación.
Coincidimos en la nota y prácticamente en la apreciación general. Está lejos de ser una película mala, así como son varios los componentes que la alejan de ser un telefilme, como se le viene diciendo (bah, al menos éso creo yo).
Eso sí, el maquillaje me parece un punto a su favor. Me pareció excelente. Y la canción final, ni hablar.
Saludos.
Publicar un comentario