Título: TARDE PARA LA IRA Director: Raúl Arévalo Guión: Raúl Arévalo y David Pulido Género: Thriller. Drama Duración: 90 min. Reparto: Antonio de la Torre, Luis Callejo, Ruth Díaz, Manolo Solo, Alicia Rubio, Raúl Jiménez, Font García Producción: La Canica Films / Televisión Española Fecha de estreno: 04/09/2016, preestreno en el Festival de Venecia; 09/09/2016, lanzamiento comercial en cines Recaudación: 1'1 millones de euros y más de 185.000 espectadores. Al ganar el Goya, seguía en salas Nota Filmaffinity: 7'1 Nota IMDB: 7'0 Nota del blog: 8'0 Palmarés destacado: Premio a la mejor actriz (Díaz) en el Festival de Venecia (Sección Orizzonti). Premio Forqué a la mejor película. 5 Premios CEC: película, dirección novel, actriz secundaria, actor secundario y guión original. 5 premios Feroz: película, dirección, actriz secundaria, actor secundario y guión. 2 premios Asecan: actor protagonista (De la Torre) y película española sin producción andaluza. Nominación al Gaudí a la mejor fotografía. Fotogramas de Plata a la mejor película española del año. Sant Jordi al mejor actor español (Callejo) Premios del blog: Nominación al Cinoscar Award 2016 a la mejor película española y al mejor actor protagonista (Antonio de la Torre, por Que Dios nos perdone y Tarde para la ira) DVD: Fox, 11/01/2017 (DVD, Blu-ray, Filmin, Movistar +) Tráiler: Link Crítica: Link del blog Presentación: Podcast Etiqueta: Goyas 2017
Sinopsis: Ocho años después de su participación en el atraco a una joyería, Curro sale de la cárcel. Ana, su novia de toda la vida, le espera mientras sirve bebidas en un bar del barrio. José, uno de sus clientes, cambiará el destino de todos. 11 nominaciones / 4 Goyas
Sus competidoras:
El hombre de las mil caras 2/11 (tráiler) (crónica San Sebastián) (podcast San Sebastián)
Julieta 1/7 (crítica) (tráiler) (podcast) (podcast Cannes 1) (podcast Cannes 2)
Julieta 1/7 (crítica) (tráiler) (podcast) (podcast Cannes 1) (podcast Cannes 2)
Que Dios nos perdone 1/6 (crítica) (tráiler) (crónica San Sebastián) (podcast San Sebastián)
Un monstruo viene a verme 9/12 (crítica) (tráiler) (crónica San Sebastián) (podcast San Sebastián)
Nos representaba al Óscar:
Julieta, de Pedro Almodóvar (no seleccionada)
Finalistas al Óscar:
El olivo y La novia
Nominaciones completas Premios Goya 2017: Link
Quinielas del blog Premios Goya 2017:
Quiniela 1 (03/10), Quiniela 2 (13/12)
Edición XXXI de los Premios Anuales de la Academia
de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España
de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España
(Palacio de Congresos, Hotel Marriot Auditorium, Madrid) Sábado 04/02/2015. 22h.
Lectura de nominaciones: Sede de la Academia, miércoles 14/12/2016,
Maestro de ceremonias: Dani Rovira
Presidenta de la Academia: Yvonne Blake
Audiencia: 23'1% de share y 3.648.000 espectadores
Página Los Goya 2016 en RTVE: Link
PALMARÉS
Película: TARDE PARA LA IRA
Director: Juan Antonio Bayona, por Un monstruo viene a verme
Director novel: Raúl Arévalo, por Tarde para la ira
Actor protagonista: Roberto Álamo, por Que Dios nos perdone
Actriz protagonista: Emma Suárez, por Julieta
Actriz reparto: Emma Suárez, por La propera pell
Actor revelación: Carlos Santos, por El hombre de las mil caras
Actriz revelación: Anna Castillo, por El olivo
Guión original: David Pulido y Raúl Arévalo, por Tarde para la ira
Música original: Fernando Velázquez, por Un monstruo viene a verme
Canción original: Sílvia Pérez Cruz, por Ai Ai Ai
Película documental: FRÁGIL EQUILIBRIO, de Guillermo García López
Película iberoamericana: EL CIUDADANO ILUSTRE, de M. Cohn y G. Duprat (Argentina)
Película europea: ELLE, de Paul Verhoeven (Francia)
Goya de Honor: ANA BELÉN Homenaje
MONSTRUOS CON IRA PARA APLACAR LAS POLÉMICAS
Había mucho que celebrar. El cine español había conseguido más de 100 millones de euros de recaudación y la nómina de películas estrenadas llegaba a la denominada "fiesta del cine patrio" con premios previos en distintos festivales. Timecode soñaba con el Óscar, Julieta presumía de haberse estrenado en 50 países, Un monstruo viene a verme sacaba músculo económico, Almodóvar se coronaba el primer presidente español del Festival de Cannes y muchos recordaban con atino aquellas cintas ausentes que también merecían figurar en la lista de lo más destacado de la temporada (de La reconquista a Las furias, pasando por Mimosas o La muerte de Luis XIV). Con todo, el rojo de la alfombra, más intenso que en otras ocasiones, escondía cierto tono luctuoso. 2016 también se había escrito en términos de boicot (Fernando Trueba y el escarnio vía twitter de La reina de España), de papeles venidos de Panamá (el manchego, de nuevo, envuelto en un ejercicio de saña mediática crudelísima), de perfúmenes poco fragantes (Saphir, patrocinador de la gala, acusado de plagio), de gobiernos insensibles (de nuevo con el PP a la cabeza) y de irresponsabilidades "periodísticas" (al habitual desprecio que brindan los medios de comunicación a nuestro cine, se sumó a última hora la negativa de Mediaset a cubrir la ceremonia goyesca). Leyendo esta nómina de efemérides, podría decirse que nuestro cine no sabe qué es tener un año "plácido", aunque sí "berlanguiano". Y ante los ataques, no hubo mejor defensa que la ira y los monstruos que coparon el palmarés número 31 de los Goya. Que cada uno, cual Julieta, cargue con su parte de culpa-responsabilidad, y que Dios perdone a todos.
Dani Rovira, otro damnificado del
deporte nacional del "critiqueo", se animaba a presentar el evento por
tercer año consecutivo. Su 100 metros no estaba nominada y El futuro ya no es lo que era
se había convertido en la cinta más vapuleada del curso, así que en un
sentido estricto tenía pocos motivos para brindar. Pero volvió al
estrado, con "tacones cercanos" y disfraces de Superman, para demostrar
su habilidad a la hora de hacer (son)reír a la platea. La única que
aplaudía a rabiar y celebraba cada chascarrillo era, por motivos obvios,
Clara Lago, la más entregada del público. El resto aguantó como pudo un
espectáculo digno aunque tibio, sin apenas números musicales y con
orquestra. El reducido escenario del Marriot Auditorium, además, impidió
la realización de ciertos primeros planos y barridos de cámara
generales, detalle que afeó los discursos de muchos premiados. Al
conjunto tampoco ayudó la caótica escaleta de la gala y las surrealistas
parejas de presentadores (se diría que el realizador dejó esa tarea en
manos del clásico "pito pito gorgorito"). El discurso "spanglish" de
Blake y Barroso, presidenta y vicepresidente de la institución, tampoco
mitigaron el desaguisado. Así que volvimos a abrir el sobre de mejor
película a la una de la madrugada, en plena sesión golfa. Déjà vu.
En cuanto al palmarés, Bayona necesitó una tila para digerir los 9 Goyas
de su película, una estadística "monstruosa" que perjudicó las
excelencias técnicas de La reina de España y 1898. Los últimos de Filipinas entre otras. Anna Castillo recogió su cabezón emulando la espontaneidad de Alma, su personaje en El olivo.
A pesar de sus mil caras, el "hombre" de Rodríguez se quedó con sólo
dos bustos, y muchos hubiéramos dejado su marcador a cero. Tras unos
años de decisiones ridículas en el apartado de película europea, la
Academia condecoró Elle de Paul Verhoeven, sin duda la mejor obra
de todas las estrenadas en nuestro país durante 2016. El mismo atino
brilló por su ausencia en la categoría de película iberoamericana: el
éxito en salas de El ciudadano ilustre, enésimo espaldarazo a una cinematografía argentina "sobrengoyada", se impuso a la maestría de la venezolana Desde allá.
Ana Belén, el Goya de honor más inmerecido de la historia, hizo de sus
palabras de agradecimiento una simbólica síntesis de su carrera: speech
largo, desabrido e impostado. Roberto Álamo se impuso a Eduard
Fernández, Emma Suárez y Alberto Vázquez hicieron doblete, Raúl Arévalo
tocó el cielo y Yvonne Blake, a la espera de reforzar su expresión oral
en la lengua de Cervantes, recordó que para 2017 pueden y deben
esperarse grandes alegrías: Oro, El bar, Morir, Incerta glòria y
muchos títulos más. Como siempre, recogemos bártulos con orgullo para
empezar a escribir la página de los Goya 2017. Las polémicas volverán a
aflorar solas. Las buenas películas, aunque muchos no quieran
reconocerlo, también. Continuará.
SE DIJO
Me llaman la viuda negra de los Goya. Rovira se reía de los constantes cambios de presidentes de la Academia, y aplaudía a Blake porque tiene un Óscar, cuatro Goyas, el First, el Advance... y le ha cosido los calzoncillos a Superman. También dedicó unos segundos para ironizar sobre los nominados: entre el monstruo, "El olivo" y "el Álamo", ¡cómo he llorado con los árboles este año!
El Goya a mejor dirección novel abrió la gala y quedó entre amigos. O mejor: entre primos. El Goya es para mi primuchi Raúl Arévalo, dijo un Daniel Sánchez Arévalo sin apenas leer la tarjeta.
Laura, te quiero, esto es para ti. Carlos Santos recuperó el pelo y se alzó con el Goya, un premio que dedicó a su hermana, enferma de cáncer. La cita no era gratuita: la gala coincidió con el día mundial de la lucha contra el cáncer.
Subo aquí como mujer, madre, técnica y cineasta. La paridad de sexos y la ausencia de mujeres nominada estuvo presente en el discurso de Sandra Hermida, mejor dirección de producción por Un monstruo viene a verme. Ya había ganado el Gaudí, unos galardones que presagiaron muchas categorías de los Goya. Su próximo reto: dar vida a los dinosaurios de Jurassic World 2.
Salud y trabajo para esta profesión que no se merece el desprecio de sus gobernantes.
Clausura reivindicativa de la homenajeada Ana Belén, armada de una
ristra de folios que, para nuestra desgracia, leyó "de pe a pa". En la
platea, Víctor Manuel, Serrat y compañía.
No hay tanto pan. Y es indecente, gente sin casa, casas sin gente. Sílvia Pérez Cruz consiguió el Goya a la mejor canción y explicó de forma subrepticia los motivos por los que No hay tanto pan, el tema central del film, no había opositado para el Goya. Solución: cantó un fragmento de la canción.
¿Por qué recoge el premio a la mejor película una sola persona y el de mejor cortometraje lo recibe un equipo de rugby? Dani
Rovira repasó los tweets más divertidos. Las redes sociales, como
siempre, convirtieron los premios en Trending Topic antes, durante y
después de la ceremonia.
¿Qué
está pasando esta noche? ¿Qué hago aquí otra vez? Gracias a Pedro
Almodóvar por ser tan exigente, impecable... tan difícil a veces. Os
quiero. ¡Hagamos películas! Emma Suárez, anonadada ante su doble
victoria. La conmoción fue doble, ya que el encargado de darle el
cabezón a la mejor intérprete protagonista fue el propio Almodóvar.
DATOS Y CURIOSIDADES
- Desde Celda 211 (2009) que la ganadora del Goya a la mejor película no iba a parar a un film no exhibido en la sección oficial a competición del Festival de San Sebastián. Además, no ganaba una ópera prima desde El Bola (2001). Tarde para la ira se convierte así en el cuarto debut que se impone en la categoría reina tras Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, Tesis y El Bola. La coincidencia es mayor con El Bola, ya que Arévalo repite los mismos premios que Mañas (con un matiz: Ballesta ganó actor revelación; y Solo, actor de reparto). Por último, cabe apuntar que Tarde para la ira es la ganadora con menor número de Goyas desde La soledad (2007).
- Un monstruo viene a verme se convierte en la ganadora con el mayor número de Goyas sin el reconocimiento a la mejor película (se llevó 9). Ese récord lo ostentaba hasta la fecha Las brujas de Zugarramurdi, reconocida años atrás en 8 apartados. También es la más premiada sin presencia en categorías interpretativas. Bayona, para colmo, se confirma como "el Ang Lee español": a pesar de ganar una vez en dirección novel y dos en dirección, nunca ha visto una producción suya coronada como la mejor película del curso. Con ese triplete de victorias, Bayona empata la estadística de Amenábar y León de Aranoa. Pese a esto, si se contrasta el número de victorias y el de nominaciones, Un monstruo viene a verme es la más beneficiada de la historia: es la más premiada con menor número de derrotas (Pa negre y Belle Epoque tuvieron 9 Goyas, pero perdieron 5 y 8 premios respectivamente: la cinta de Bayona sólo ha claudicado en 3 apartados).
- Las 5 nominadas a la mejor película
han recibido al menos 1 premio cada una. Se repite, por lo tanto, la
estadística del 1990 y del año pasado, únicas veces que el quinteto
nominado ha sido "engoyado" al completo. En paralelo, las 6 categorías
interpretativas han ido para 6 películas diferentes, nota con sólo un
antecedente en los Goya: el año 2001 (la temporada de Ayala, Fernández,
Sardà, Gutiérrez Caba, Vega y Sbaraglia). Añadiremos como coda que el
palmarés no ha reconocido a ninguna comedia (Kiki, el amor se hace era la cinta humorística más nominada y se fue de vacío).
- Con el Goya solitario de Julieta a
la mejor actriz protagonista, el film consigue repetir la marca de
Kika, otro título almodovariano. Julieta es la quinta película del
manchego ganadora de sólo 1 Goya. Emma Suárez es a su vez la sexta
intérprete principal ganadora por un trabajo de Almodóvar tras la Maura
de Mujeres al borde de un ataque de nervios, la Forqué de Kika, la Roth de Todo sobre mi madre, la Cruz de Volver y la Anaya de La piel que habito. De la filmografía de Almodóvar, y desde que se entregan los Goya, sólo La mala educación y Los amantes pasajeros no aspiraron a ninguna categoría interpretativa.
- Emma Suárez se convierte en la segunda
actriz en ganar dos Goyas en una sola noche: antes sólo había
conseguido ese logro Verónica Forqué en 1987 por La vida alegre y Moros y cristianos.
Suárez es además la quinta intérprete con el Goya "protagonista" y "de
reparto": se suma a una selecta lista donde figuran Forqué, Maura, Peña, Cruz y Marull. Con estas tres últimas, Suárez mantiene otra coincidencia: todas tienen 3 Goyas en su medallero.
- Es la primera vez que la ganadora del Goya a la mejor película de animación ha sido una cinta no exhibida en salas españolas. Psiconautas,
además, se vio en el Festival de San Sebastián 2015, por lo que se
trata de la única producción de 2015 presente en el palmarés de 2016.
Por suerte, el film llegará a los cines este mes de febrero. Alberto
Vázquez, además, suma el mérito de haberse llevado dos Goyas en la misma
velada (film y corto animado).
- El premio a El ciudadano ilustre es
el Goya número 17 para Argentina (la categoría de film iberoamericano
se ha concedido en 30 ocasiones). Es la tercera victoria consecutiva
para ese país tras Relatos salvajes y El clan.
- El Goya de Elle le
permite a la cinematografía francesa llegar a la cifra de 7 victorias,
mismo número del que presume Reino Unido. Se trata de los dos países,
ahora empatados, más valorados en esta categoría.
-
Roberto Álamo, al ganar dos Goyas en sus dos únicas nominaciones, se
convierte en el único actor en lograr ese dato. Las candidaturas, por su
parte, han permitido a Eduard Fernández convertirse en el intérprete
más nominado de la historia (10 menciones, de las cuales ganó 2). Con
todo, Antonio de la Torre ostenta la estadística más descompensada: 1
Goya solitario de un total de 9 opciones.
- Es la tercera vez que la ganadora a la mejor interpretación femenina de reparto (Suárez por La propera pell) se impone por una película únicamente nominada en ese apartado. Se da la casualidad de que, en esas tres ocasiones, las actrices implicadas ganaron con anterioridad el Gaudí de la Academia Catalana: nos referimos a la Cruz de Vicky Cristina Barcelona y a la Peña de Una pistola en cada mano. Si comparamos este hecho con lo sucedido en el apartado de mejor interpretación masculina de reparto, nos daremos cuenta que estamos ante un fenómeno bastante inusual: en el contexto antes descrito sólo ganaron el Ciges de Así en el cielo como en la tierra y el Diego de París-Tombuctú en los años 90.
- Sílvia Pérez Cruz se convierte con Ai Ai Ai del film Cerca de tu casa en la primera persona en interpretar dos canciones ganadoras del Goya al mejor tema original. La anterior victoria fue por No te puedo encontrar, parte de la banda sonora de Blancanieves. Pérez Cruz es además compositora de todo el soundtrack del film de Eduard Cortés.
- Fernando Velázquez se alzó con su primer Goya a la mejor banda sonora original por Un monstruo viene a verme.
Esa victoria dejó a Alberto Iglesias sin su Goya número 11, si bien
sigue siendo la persona con más cabezones en su palmarés. Es la primera
vez que el compositor vasco pierde una candidatura por una película de
Pedro Almodóvar.
PODCAST ESPECIAL:
30 AÑOS DE PREMIOS GOYA
No hay comentarios:
Publicar un comentario