ESO QUE TÚ ME DAS
España, 2020 Dirección: Jordi Évole y Ramón Lara
Eso que tú me das se ha convertido en el éxito inesperado de la temporada. Si el momento no fuera tan inusual (pandemia, retrasos de estrenos, cierre de salas, auge de las plataformas, etc.), probablemente se estudiaría con mayor detenimiento el pequeño gran fenómeno de una cinta que, en verdad, se trata de un producción con empaque y lenguaje televisivo. Toca reunir a creadores, productores, distribuidores y exhibidores para calibrar hasta qué punto pueden hacer caja eventos determinados en recintos y pases muy concretos. En qué medida las salas deben convertirse en proyectores de contenidos, tal vez no estrictamente cinematográficos. Y, como resultado, determinar qué es realmente "cinematográfico", más si cabe teniendo en cuenta que pocos medios han evolucionado tanto en técnica y consumo, en fondo y forma, desde el cambio de siglo. Pero cerremos paréntesis: el debate nos atañe, pero "hemos venido a hablar de otra cosa". De eso, hablar, divagar y filosofar va, en esencia, Eso que tú me das, última entrevista del cantante Pau Donés en su casa de la Vall d'Aran antes de fallecer. Las imágenes son austeras, tanto como las palabras. Se impone la ceremonia privada, ahora colectiva, de dos amigos que tocan todos los palos sin jarabes ni parches de por medio. Eso que tú me das no da rodeos, no camufla ni edulcora, no usa eufemismos, no intenta ser lo que no es. Parte de esa franqueza sorprende, emociona y es muy difícil de encontrar en la mayoría de los títulos de ficción más recientes. Como resultado de ese vaciado, Eso que tú me das prescinde de material de archivo, fondos musicales y cualquier elemento explicativo, de distracción. Todo el mundo puede sentirse apelado por esta tranche de vie en tres actos: un prólogo en plena carretera, una charla en plano-contraplano y una coda con la montaña de fondo. Nada más... y nada menos. Y de ahí surgen, pese a lo dicho, las reticencias hacia Eso que tu me das: es, simple y llanamente, un diálogo audiovisual. Con un texto bonito, en un contexto pertinente, pero solo eso. La reflexión más profunda y conciliadora sobre la vida (y, por lo tanto, sobre la muerte) desde, tal vez, Mar adentro. ¿Y si realmente el coronavirus ha dado sentido a una película que nunca fue tal? Veremos qué opinan los galardones nacionales de invierno.
Sigue la actualidad del cine español en
No hay comentarios:
Publicar un comentario