Princesa de la nadería
GRACE DE MÓNACO (GRACE OF MONACO), de Olivier Dahan
Festival de Cannes 2014: Film inaugural
Francia, 2014. Dirección: Olivier Dahan Guion: Arash Amel Fotografía: Eric Gautier Reparto: Nicole Kidman, Frank Langella, Tim Roth, Paz Vega, Milo Ventimiglia, Derek Jacobi, Robert Lindsay Género: Biopic. Drama Duración: 95 min. Tráiler: Link Estreno en España: 23/05/2014
¿De qué va?: Grace Kelly abandona su carrera como actriz de Hollywood para casarse con el príncipe Rainiero de Mónaco. En palacio, la que fuera estrella del celuloide no parece contar con el apoyo de nadie, por lo que, cuando recibe una oferta de Hitchcock para protagonizar su nueva película, Grace duda de si debe o no regresar a su antigua vida. Mientras, Rainiero es el centro de la noticia debido a las malas relaciones entre el gobierno monegasco y el francés. Un conflicto en el que Grace tendrá un papel decisivo de la forma más inesperada.
Lo peor que le puede pasar a una película es no tener nada que contar. Eso es precisamente lo que le ocurre a Grace de Mónaco, la cinta que inexplicablemente inauguró el último Festival de Cannes. Aunque sobre el papel relata cómo la actriz de cine se convirtió en princesa y sus dificultades para ganarse el respeto entre las gentes de palacio y el pueblo monegasco, la premisa carece del interés suficiente como para sostener una hora y media de metraje. Dahan, que con La vida en rosa ya tuvo ocasión de dirigir un biopic poco o nada atractivo, conoce las carencias del conjunto y adorna la nada más absoluta con vestidos exhuberantes, decorados de ensueño y una cuidada dirección artística. Un despilfarro mayúsculo, seguro que escandaloso, pero a la altura de toda una princesa. En palacio, por desgracia, no demandaron un guion a la talla del personaje retratado: a Milo Ventimiglia nunca le explicaron qué hacía en el film, la presencia de María Callas - Paz Vega (mucha atención a su penoso playback) es tan postiza como cualquier tocado de Su Alteza, y así podríamos seguir hasta no dejar títere (real) con cabeza. Gustará, eso sí, a ese público femenino que le encanta recrearse en las mentiras del cuento de hadas: sólo ese target podrá creerse un discurso - escena final que expulsa azúcar por todos sus poros. Una cinta del todo desafortunada cuya cursilería extrema causa un poco de gracia mezclada con vergüenza ajena, aunque ese cariño sea similar a la risa que uno entona cuando ve a alguien caerse por las escaleras. Porque Grace de Mónaco es un resbalón de los grandes que tan sólo contribuye a aumentar nuestro espíritu republicano.
Para mitómanos enganchados a la oferta de canales al estilo Divinity.
Lo mejor: Los contados detalles de 'cine dentro del cine'. Un Frank Langella a medio camino entre la institutriz antigua y el compañero afeminado de la princesa.
Lo peor: La poca fuerza de su relato histórico. Nadie, ni tan siquiera Kidman, defiende un personaje mínimamente definido.
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