PENA DE MUERTE (DEAD MAN WALKING), de Tim Robbins
Largometraje nº 5. Cinoscar Summer Festival 2014: Sección oficial a concurso
Elección de Antonio Fernández
Elección de Antonio Fernández
EE. UU., 1995. Dirección: Tim Robbins Guion: Tim Robbins, a partir del libro de Helen Prejean Duración: 115 min. Género: Drama Fotografía: Roger Deakins Música: David Robbins y VV. AA. Reparto: Susan Sarandon, Sean Penn, Margo Martindale, Celia Weston, Robert Prosky, Jack Black, Scott Wilson
¿De qué va?: La hermana Helen dedica todo su tiempo a los demás. Aunque es monja, su orden religioso no impone el hábito a sus feligresas y trabaja en causas sociales de integración y educación infantil. Un día entre su correspondencia encuentra una carta desesperada de Matthew Poncelet, un condenado a muerte. Helen se entrevista con Matthew y pone en marcha un dispositivo judicial con el fin de conseguir la absolución del juez o, en el peor de los casos, de aplazar el fatal desenlace. El caso empieza a ser popular en los medios de comunicación, Matthew poco a poco va sintiéndose atraido por Helen, y la monja se ve inmersa en un dilema moral que tiene repercusiones inesperadas entre los miembros de su familia y de sus compañeros de trabajo. Con todo, Helen sigue firme en su empeño por acompañar a Matthew en sus últimos días de vida como consejera espiritual.
Palmarés: Óscar a la mejor actriz protagonista (Susan Sarandon) y nominación al mejor director (Robbins), actor protagonista (Penn) y canción original (Dead Man Walking de Bruce Springsteen). 3 nominaciones a los Globos de oro: guion, actor y actriz protagonista. Screen Actors Guild Awards a la mejor actriz para Susan Sarandon y nominación para Sean Penn. Premio del jurado y Oso de oro al mejor actor para Sean Penn del Festival de Berlín 1996. David di Donatello a la mejor actriz extranjera e Independent Spirit Award al mejor actor.
Reseña Xavier: Un año después de protagonizar Cadena perpetua, uno de los drama entre rejas más inolvidables de los últimos tiempos, Tim Robbins se aventuró a retomar sus tareas de director en Pena de muerte, una película que marcaría profundamente su vida laboral y personal: Sarandon, protagonista oscarizada de la cinta, terminaría siendo su esposa, y Penn, con el que volvió a coincidir en Mystic River (ambos en la foto de ganadores de la estatuilla), se convirtió en uno de sus inseparables amigos dentro y fuera de los platós. De igual forma, Pena de muerte marcó un antes y un después en el seno del drama académico, abriéndolo a discursos sociales y a interesantes encrucijadas morales dispuestas a poner patas arriba los ideales de la Norteamérica profunda. Afortunadamente, pese a la potencia del material de base, Pena de muerte no busca el escándalo: es una historia sobre la reconciliación, el perdón y la humanidad que reside en cada uno de nosotros, estemos a uno u otro lado del implacable vidrio que separa a los ejecutados y a los espectadores de la barbarie. Penn entra en simbiosis con su personaje: juega a controlar y a desatar sus impulsos, y consigue que su personaje, pese a recibir los adjetivos más graves (racista, violento, machista), resulte cercano y humano a ojos del espectador. Sarandon también obra otro milagro igual de complejo: la actriz nunca exagera la naturaleza dramática de la historia, y su ejercicio de contención y de emoción, paralelo también a la evolución que sufre su personaje, se resuelve en una interpretación elegante y magistral, con unos ojos vidriosos que ya son historia del cine. Una película potente en la que el drama no entierra la reflexión. Nada edulcorado, escrito con sutileza, y tal vez únicamente lastrado por algunos desvíos propios de un telefilm con pocas miras (no terminan de convencer los encuentros de la monja Helen con las familias de los jóvenes fallecidos, aunque todo ello ayuda a que el espectador sea consciente de las complejidades y ambigüedades de la situación que se retrata). La Academia consideró de forma desatinada que Babe, el cerdito valiente, Apollo 13 y El cartero (y Pablo Neruda) merecían la nominación al Óscar a la mejor película superando al drama de Robbins, pero el tiempo pone las cosas (y las películas) en su sitio: Pena de muerte es uno de los largometrajes más vistos y queridos de los 90, mérito que merece plenamente porque deja una huella imborrable tanto a nivel emocional como intelectivo.
Reseña Mayra: “Ojo por ojo y el mundo se quedará ciego”: esa fue una de las frases que se me vino a la mente al terminar de visionar Pena de muerte. Sean Penn da vida a un hombre condenado a pena de muerte, que dice ser inocente y que recibe la ayuda de una monja (Susan Sarandon), quien intentará ayudar a demostrar su inocencia. En el desarrollo de la trama, se presentan situaciones que llevan al espectador a reflexionar y a cuestionar más de un punto tanto del film como de nuestra sociedad: se plantea un conflicto moral entre lo que es realmente justicia y lo que no lo es, ya que tal vez no todo es blanco o negro. El film de alguna manera parece tratar de ubicarse en un medio sin declinar la balanza hacia ningún lado, no busca inocentes y tampoco culpables, sino más bien mostrar al espectador ambos puntos de vista: cuenta la historia de una persona, sus acciones y las consecuencias que éstas tienen para él y para quienes lo rodean. Las interpretaciones actorales y la puesta en escena juegan un papel importante, que hacen destacar esta interesante historia.
VALORACIÓN DE LA CRÍTICA
'Pena de muerte' termina convertida en compromiso de paz, sin odio ni desesperación, y Sean Penn disecciona cada parcela de su personaje hasta revelar la vívida humanidad que esconde, algo que le acompaña hasta su último latido. Si, como dice Robbins, la pena y la violencia son inevitables, también lo son el perdón y el amor. Rob Gonsalves, EFilmCritic
La historia de la hermana Helen Prejean y Matthew Poncelet podría ser contada de múltiples maneras, y la dirección y el guion de Robbins es muy rica. No hay respuestas fáciles sobre el corredor de la muerte, y la película lo deja poderosa y dolorosamente claro. Alison Macor, The Austin Chronicle
Aunque la película parece de un horror y dolor insoportable, su director trabaja su trama desde la gracia y la gentileza. Un film lleno de coraje, uno de los mejores de su tiempo. Gracias sinceras a Tim Robbins, Susan Sarandon y Sean Penn por darnos este tesoro. Jeffrey M. Anderson, Combustible Celluloid
La coherencia de una puesta en escena donde la limitación impuesta por unas barreras físicas incrementa el mérito del trabajo de los actores, especialmente en el caso de Sean Penn, conduce hacia un desenlace ritual. Uno de los más duros alegatos cinematográficos contra la pena de muerte. Esteve Riambau, Fotogramas
La historia de la hermana Helen Prejean y Matthew Poncelet podría ser contada de múltiples maneras, y la dirección y el guion de Robbins es muy rica. No hay respuestas fáciles sobre el corredor de la muerte, y la película lo deja poderosa y dolorosamente claro. Alison Macor, The Austin Chronicle
Aunque la película parece de un horror y dolor insoportable, su director trabaja su trama desde la gracia y la gentileza. Un film lleno de coraje, uno de los mejores de su tiempo. Gracias sinceras a Tim Robbins, Susan Sarandon y Sean Penn por darnos este tesoro. Jeffrey M. Anderson, Combustible Celluloid
La coherencia de una puesta en escena donde la limitación impuesta por unas barreras físicas incrementa el mérito del trabajo de los actores, especialmente en el caso de Sean Penn, conduce hacia un desenlace ritual. Uno de los más duros alegatos cinematográficos contra la pena de muerte. Esteve Riambau, Fotogramas
Nota Filmaffinity: 7'5 - Nota IMDB: 7'6
Nota Metacritics: 8'0 - Nota Rottentomatoes: 8'95
VALORACIÓN DEL FESTIVAL
Pena de muerte es candidata a 5 PREMIOS DEL FESTIVAL:
Mejor director: TIM ROBBINS
Mejor actor protagonista: SEAN PENN
Mejor actriz protagonista: SUSAN SARANDON
Mejor guion adaptado: TIM ROBBINS
Mejor banda sonora adaptada: VV. AA.
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