Sam tiene un hermano nada simple. Se llama Simon y tiene síndrome de Asperger. Es un tiquismiquis y un tocapelotas. No le gusta que le toquen ni que le den la contraria. Se esconde en una especie de barril pintado creyendo ser un austronauta surcando el espacio. Adora las circunferencias. Tiene un plato prefijado para cada día de la semana. Su horario es estricto e inalterable. Siempre viste la misma ropa. Trabaja con gente muy especial y vive con sus padres. Eso hasta que Sam quiera independizarse e ir a vivir con su novia Frida... demasiados cambios para el bueno de Simon. Simple Simon, comedia sobre la amistad entre hermanos, es una tierna demostración de que los polos opuestos se atraen y que hasta pueden convivir en armonía. Una trama bastante insustancial, sorprendentemente precandidata al Oscar por Suecia y ante todo un cuento freak (o nerd, o simplemente raro) sobre gente freak y para espectadores freaks (o sea, para todo el mundo). Una especie de comedia absurda, una Muchachada Nui en versión nórdica. Éxito local y toda una curiosidad para la cinefilia ecléctica: no es que sea una gran película, pero parece que a sus compatriotas les gustó muchísimo. Al menos la comedia sueca parece tener un punto de elegancia y dinamismo del que carece la parodia española. Cuestión de caracteres. Sea como sea, doy las gracias de ser hijo único... aunque puede que me parezca más a Simon que a Sam.
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