Grandes éxitos británicos: Garland, John, Beatles y Springsteen
JUDY
Nominación al Globo de oro, SAG y Satellite a la mejor actriz protagonista
Escucha la reseña de Judy de Dionar Hidalgo en nuestro podcast
EE. UU., 2019. Dirección: Rupert Goold Guion: Tom Edge
¿De qué va?: Con 47 años, en el ocaso de su carrera, Judy Garland viajó a Londres para dar una serie de conciertos. Su vuelta a los escenarios despertó un enorme revuelo mediático y puso de manifiesto las debilidades y el carácter único de la estrella. Esta es la historia de lo que sucedió entre bambalinas. Ficha completa
Hollywood sacia estómagos académicos cada final de año con su particular ración de biopics. Judy, el plato del curso que en España comeremos con retraso (se estrena a finales de enero), no suma ni un nuevo ingrediente al menú. Tal vez esa sea su gracia. Para nosotros, su principal debilidad. Goold no consigue que su Judy Garland tenga un mínimo ápice de humanidad. El tópico devora a la artista, se antepone el mito a la persona. Y por desgracia, lo que resulta de todo este ejercicio de cocina fílmica a granel es una Renée Zellweger escuálida, transformada para la ocasión, que trufa cada fotograma de mohines y ademanes. Poca cosa, vaya, si se es un acólico de Garland. Menos aún si a quien visiona el legado de El mago de Oz le pilla a destiempo. Así que lo más atractivo de Judy, y por atractivo hay que entender morboso, es precisamente la interrelación, buscada o casual, entre el devenir de Garland y Zellweger. Ambas, elevadas a los cielos y condenadas al olvido. Ambas, marcadas por personajes icónicos que facilitaron y destruyeron su carrera. Ambas, víctimas de un escarnio mediático que ha cambiado de armas (del papel cuché a los muros de Twitter) pero no de términos. Todo ello, más el aderezo cosmético de toda transformación física y el esfuerzo de cantar sin playback, merecía y merece un Óscar. Lástima que, con los focos apagados, las tribulaciones de Judy, arruinada, inestable y dependiente de aplausos y sustancias, parezcan poco más que caprichos de una niña que no pudo ni supo crecer.
ROCKETMAN
3 nominaciones a los Globos de oro y 1 a los SAG
Reino Unido, 2019. Dirección: Dexter Fletcher Guion: Lee Hall
¿De qué va?: En la sala de un centro de rehabilitación, Elton John recuerda su infancia, sus primeros pasos como músico, su conversión en estrella internacional y las particulares relaciones que mantuvo con su madre, el letrista Bernie Tauplin y el manager John Reid. Ficha completa
Si eres gay en los años 70, resulta demasiado ingenuo pensar que esa circunstancia no marcará tu vida, ya seas un simple operario de fábrica o, en el caso de Elton John, una estrella del rock. Este punto, inexistente en Bohemian Rhapsody, es precisamente aquello que da razón de ser y personalidad a esta Rocketman. La película de Fletcher ofrece una fantasía visual antes que un biopic en el sentido estricto: de ahí que sus momentos musicales sirvan para explicar la psicología del personaje y esa época tan ingrata con la que le tocó lidiar. El filme expone sus vínculos con la esfera LGTBI porque así lo requiere su protagonista. No es un capricho ético o estético: se trata de pura coherencia. Resulta prodigioso ver a Taron Edgerton cantando y bailando sin dobles mientras las letras de John y los nuevos arreglos instrumentales dan cuerpo al drama con toda su purpurina y lentejuelas: es brillante la set piece que pone al cantante en el fondo de una piscina para acto seguido meterlo en un quirófano, un aeropuerto, un concierto abarrotado y finalmente un jet privado. La película tampoco tiene reparos en mostrarnos la adicción a las drogas, el carácter ególatra y las víctimas colaterales que dejó John durante sus primeros años de carrera, dato importante si se tiene en cuenta que el propio artista ha dado luz verde a la película (a diferencia de Queen, sin ánimos explícitos de exprimir la gallina de los huevos de oro). Rocketman, en pocas palabras, celebra la música y ofrece un espectáculo que convencerá por igual a fans de John y a recién llegados, a nostálgicos y a millenials. Incluso se diría que, en sus mejores momentos, la película tiene el nervio del mejor musical clásico. ¿Puede la Academia rectificar y dar el Óscar al mejor montaje de Bohemian Rhapsody a esta Rocketman, infinitamente mejor editada y mejor película?
YESTERDAY
Nominación al Goya a la mejor película europea
Reino Unido, 2019. Dirección: Danny Boyle Guion: Richard Curtis, a partir de una historia de Jack Barth
¿De qué va?: Un aspirante a músico trabaja en un supermercado. Su mánager es una profesora de matemáticas y sus padres solo han escuchado una canción suya. Tras un apagón, el chico se da cuenta que es la única persona que recuerda a Los Beatles y utiliza las letras del grupo para relanzar su carrera. Ficha completa
Tiene gracia que en plena discusión del Brexit nos haya llegado una película como Yesterday, cuya premisa imagina un mundo incapaz de recordar estandartes británicos como los libros de Harry Potter o la música de Los Beatles. Se mire por donde se mire, el texto y el contexto no podían resultar más certeros. Danny Boyle y Richard Curtis, con toda seguridad, nunca se plantearon esas relaciones: Yesterday es una historia blanca sobre la fina línea que separa el éxito profesional y el fracaso personal, y en consonancia su discurso se centra única y exclusivamente en una industria musical capitalista que quiere hacer dinero a toda costa, aunque ya nadie compre discos físicos. En este sentido, una de las escenas que mejor describen el "mood" de la película es el momento en el que el protagonista habla con los únicos fans de Los Beatles que siguen recordando el grupo de Lennon y la narración aprovecha ese encuentro para ensalzar la fuerza balsámica, la cohesión cultural y la fascinación que despierta la música, con todos sus ritmos y sus letras, aunque el ruido de afuera solo entienda de dólares. Pese a esto, la película de Boyle, por lo general un director con más estilo que enjundia, cae en aquello que en apariencia critica al apostar por un producto blanco, igual de obsesionado con hacer caja a expensas de un símbolo. También desluce un humor inglés poco eficaz, la inexplicable exposición de Ed Sheeran, unos actores sin demasiado atractivo y una moraleja final que aboga por la pareja, la integridad personal y la presunta derrota del sistema monetario que corrompe el arte y sus hombres. En síntesis, Yesterday es una radiografía del panorama político de 2019, aunque no lo parezca. El sacacuartos de siempre para contentar a las masas. Si Lennon levantara la cabeza...
BLINDED BY THE LIGHTS (CEGADO POR LA LUZ)
Reino Unido, 2019. Dirección: Gurinder Chadha Guion: G. Chadha, P. Mayeda Berges y S. Manzoor
¿De qué va?: Javed en un joven inglés de ascendencia paquistaní. Corre el año 1987 y su familia sufre los estragos de la crisis política y económica del país. En ese contexto, la música de Bruce Springsteen cambiará su manera de entender el mundo. Ficha completa
No hace falta ser melómano o fan incondicional de un cantante para recordar el impacto de esa canción, ese álbum o ese videoclip que marcó nuestra adolescencia. Cada uno tiene sus tótems, todos muy variados, todos válidos. Ese bagaje sirve para entender la filia, casi obsesión, que siente el protagonista de Cegado por la luz por Bruce Springsteen, y cómo el imaginario musical le ayuda a sobrellevar la Inglaterra de Margaret Thatcher, la rectitud de su familia y la discriminación racial que vive en el instituto y en la calle. La cineasta Gurinder Chadha, especialista en historias good feeling multiculturales, pone verdad e imaginación a una película que parece rescatada de un desván ochentero, para el caso atemporal. Un cuento agradable y un regalo al mismísimo Springsteen, que se emocionó tras ver el filme en un pase privado. A ratos demasiado explícita, al final un poco alargada e idealista, pero es de esperar que su audiencia potencial se entretenga y reflexione con unos tiempos que se parecen bastante al Reino Unido de 2019. Ojalá la juventud de hoy en día escuchara al sabio de Bruce y no esas pachangas de ritmos machacones y letras denigrantes que, paradójicamente, ponen banda sonora al movimiento feminista. Sintámonos afortunados: todavía hay películas que creen en los buenos sentimientos y que no toman por tontos a los espectadores.
EL PODCAST DE CINOSCAR & RARITIES.