lunes, 21 de mayo de 2012

De locos e imposibles: Crítica de SI PUÒ FARE, de Giulio Manfredonia

Los locos son un gran estorbo para un conjunto que valora el establecimiento de normas y el seguimiento de las mismas. Interpretamos las salidas de tono, las excentricidades o los comportamientos poco habituales como demostraciones fuera de lo reconocible y al final no aceptables. Qué hacer con los que consideramos diferentes en grado sumo se ha convertido en un problema, y de ahí la existencia de centros psiquiátricos donde se retiene, controla y separa a aquellos que consideramos no aptos para la vida en convivencia. El cine se ha acercado a la figura del loco desde muchísimas perspectivas y ha entendido que explorando la mente de esas personas podemos llegar a conocer muchas cosas sobre la condición humana. Los límites entre la cordura y la enfermedad son muy difusos como en Alguien voló sobre el nido del cuco, e incluso el loco puede ser un genio lucidísimo como en Rain Man. El lenguaje se ha llenado de palabras y significados para términos como 'impedido', 'discapacitado' o 'loco', pero no nos hemos parado a pensar que nuestra sociedad primermundista se encuentra en un estado de constante enfermedad, domesticando y aceptando algunos desajustes emocionales que llamamos 'depresión' o 'estrés' sin que esas realidades hayan adoptado las connotaciones negativas de 'enfermedad'. 


Si può fare nos acerca la historia de Nello, un hombre que por sus ideas políticas de izquierdas y su poca fortuna en el trabajo, basada en su fama de contestatario y sindicalista, se ve obligado a dirigir una coperativa de personas 'locas'. Con ello la película no solo habla de la figura del 'loco' sino que abre nuevos frentes relacionados con el mundo laboral, y por lo tanto de calado social e incluso político. Nello se empeña en dar un futuro a esas gentes adormiladas por las medicinas y anuladas por las administraciones, y el film nos dice que el trabajo da cohesión social, supone independencia económica y por lo tanto libertad de acción, y al mismo tiempo impone una rutina y un yugo. Nello se preocupa por conocer los nombres de sus 'trabajadores' y se toma la causa de esas gentes como 'su causa', el as que tiene escondido en la manga para vengarse de aquellos que lo desterraron a un ostracismo con matices. Nello es un egocéntrico y representa lo peor de la izquierda política idealista, al mismo tiempo que encarna el entusiasmo necesario para tener éxito en tiempos de crisis.


Que nadie se deje llevar por su tono de comedia amable porque Si può fare es mucho más honda de lo que parece. En contraposición a ciertos momentos cómicos que distensan la gravedad del conjunto, la película describe con inteligencia cómo va cambiando el grupo capianeado por Nello a medida que una idea (una empresa dedicada a enmaquetar suelos) se convierte en un hecho (la salida de los protagonistas de su vida en el sanatorio). El film habla de aquello que ya presenta el título: todo se puede hacer, no existen imposibles irrealizables ni locos que no puedan emprenderlos. Una base idealista, excusa para una historieta blanca que quizás se deja llevar por el exceso. Pero en sus entrañas habita una Manderlay a la italiana, un cuento de vocación popular cuyas capas invitan a escarbar en ese país anestesiado por el omnipotente Berlusconi y aniquilado por un conservadurismo religioso acuciante (estamos ante el único caso en el mundo en que un estado, El Vaticano, se encuentra dentro de otro estado, Italia, país de formación relativamente reciente, con lo que es de preveer que el tratamiento del loco en un contexto tal da para muchas reflexiones). 


No le benefició el hecho de estrenarse el mismo año que Il Divo y Gomorra, grandes títulos del último cine italiano. Pero Si può fare completa lo que sería una trilogía sobre el nuevo cine italiano consciente de su herencia cinematográfica y empeñado en hablar de la actualidad, trayendo al centro del foco aquellas historias que hasta ahora solo discurrían por los márgenes. Si può fare fue interpretada como una cinta menor, un error: de haber sido la representante italiana a los Oscar en detrimento de la obra de Garrone hubiese podido lograr la nominación, y más teniendo en cuenta que la Academia nominó en su día a un relato sobre la locura como la noruega Elling. Quédense con eso: Si può fare es una comedia a medio camino entre la inocencia y la crítica que ofrece un buen divertimento y la posibilidad de pensar en lo locos que estamos todos.


Nota: 7

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5 comentarios:

Descubrepelis dijo...

Que buena pinta, queda apuntada.

Anónimo dijo...

Esta peli es muy buena.
No se si ha comercializado en España. Mi copia es en Italiano con subtítulos en Ingles.

Sabeis si se distribuye con subtitulos en español?

Miguel Rumanzew dijo...

Sí, se encuntran lo subtítulos en español acá los puedes encontrar..
http://mejorenvo.com/descargar-Si-pu-fare-pelicula-7891.html

Realmente es grandiosa esta peli. Me encantó! Grandiosa.

Liliana Concari dijo...

Www.miradertodo.com.ar

Liliana Concari dijo...

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