CRÍTICA | REQUISITOS PARA SER UNA PERSONA NORMAL, de Leticia Dolera

Lo normal es no ser normal

REQUISITOS PARA SER UNA PERSONA NORMAL, de Leticia Dolera

Festival de Málaga 2015: Mejor guión novel, fotografía y montaje. Festival de San Sebastián 2015: Sección Made in Spain

España, 2015. Dirección y guión: Leticia Dolera Fotografía: Marc Gómez del Moral Música: Luthea Salom Reparto: Leticia Dolera, Manuel Burque, Jordi Llodrà, Silvia Munt, Miki Esparbé, Alexandra Jiménez, Blanca Apilánez, Jorge Suquet, Carmen Machi, David Verdaguer, Nuria Gago Género: Comedia Duración: 90 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 04/06/2015
¿De qué va?: María de las Montañas no cumple ninguno de los requisitos según los cuales una persona se define como normal. Dispuesta a poner remedio a ello, intentará encauzar su vida de la forma más simpática e improvisada posible. En su intento le acompañará un treinteañero regordete, una madre distante, un hermano muy tierno y un novio un tanto pedante.

Una película como Requisitos para ser una persona normal se presta a numerosas relaciones (de Coixet a Jury, de Reitman a Allen), pero en verdad la ópera prima de Leticia Dolera se parece a Lo siento, te quiero y A o B, los cortometrajes de la directora y actriz catalana: cuento moderno, de visión entre realista y naïf, con toques autobiográficos y cinéfilos, que describe los avatares de una generación de 'treinta y pocos', con carreras y másters, que no ha encontrado su lugar en el mundo. Dolera lista los puntos que convierten a una persona en un ser normal, al menos según los cánones establecidos (tener pareja, trabajo, aficiones, vida social, etc.), a la vez que nos muestra a su zarrapastrosa protagonista en su intento por cumplir todos los requisitos marcados. El conjunto es un reflejo certero de los tiempos modernos que no prescinde de toques fantasiosos realmente agradables, una película que apela directamente a toda una generación sin perder la sonrisa. Peca de bienintencionada, desperdicia algunos personajes secundarios muy jugosos, no acaba de contar con convicción el pasado familiar de su protagonista y durante parte del metraje parece trabajar más su envoltorio estético, sus juegos de montaje y las frases ingeniosas de su guión que el corazón de su historia, pero Dolera cumple todos los requisitos para ser en un futuro cercano una de las grandes realizadoras de la escena local. El primer punto de la lista lo ha logrado con creces: rodar una ópera prima amena, fresca y diferente.

Para reivindicar la diferencia.

Lo mejor: Manuel Burque, oso hipster.

Lo peor: En algunos momentos parece un anuncio de Ikea.