martes, 6 de diciembre de 2016

CRÍTICA | VAIANA (MOANA), de John Musker y Ron Clements


Disney en popa a toda vela
VAIANA (MOANA), de John Musker y Ron Clements
Nominación al Satellite y Critics Choice a la mejor película de animación
EE. UU., 2016. Dirección: John Musker y Ron Clements Guión: Jared Bush, Ron Clements, John Musker, Pamela Ribon y Taika Waititi Música: Opetaia Foa'i, Mark Mancina, Lin-Manuel Miranda Fotografía: Rob Dressel y Adolph Lusinsky Género: Aventuras. Comedia familiar Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 02/12/2016
¿De qué va?: Vaiana habita una isla del Pacífico. Una maldición ancestral afecta a su pueblo y parece condenar a todo el océano. Con el fin de revertir la situación, Vaiana emprende una aventura en alta mar con la ayuda de un dios desprovisto de sus poderes.



Disney sigue trabajando a destajo para que las nuevas generaciones puedan presumir de nuevas heroínas de la factoría. Vaiana tiene los rasgos étnicos de Pocahontas y Tiana, ostenta la fiereza de Merida y recupera la sensibilidad musical de esa tradición animada que La sirenita actualizó con atino a finales de los 80 y que sigue todavía en pie. La operación comercial se intuye muy medida, demasiado. Tan calculada al milímetro que parece escrita siguiendo los dictámenes de una progresía de manual. Por dictamen de la corrección de nuestros tiempos, por aquello de que "hay que llegar a todos sin enfadar a nadie", nuestra Vaiana exploradora presume de algunos kilitos de más, es espiritual pero no religiosa, no necesita de ningún príncipe para autoafirmarse y contribuye a su comunidad con el aplomo que no muestran nuestros dirigentes en la vida real. Todo tan loable como estéril. Porque, aun reconociendo que Vaiana equilibra los aciertos del pasado y del presente de Disney, y a pesar de que sus escenas marinas están dotadas de unas texturas preciosas, en el film nunca asoma la emoción de las películas de antaño. Tampoco consigue crear una banda sonora memorable, capaz de codearse con los temas clásicos de la casa. Eso, o quien escribe esto ha dejado de ser un niño y quiere ver en la inocentona Vaiana más relaciones de las que previeron sus responsables. ¿Acaso la épica de los cartoons no ha contribuido desde tiempos casi inmemoriables a asentar ideas y a construir ideologías? Sea como sea, suspicacias aparte, Vaiana es una obra entretenida, con gags que gustarán por igual a pequeños y a talluditos. A nadie le amarga un dulce con playas paradisiacas y aventuras al más puro estilo "parque acuático", más si cabe en una Navidad con tempeturas mínimas. "Pelillos a la mar", y a pasar por caja. 


Para espectadores que reivindican una animación conciliadora pero sin personalidad.
Lo mejor: El ¿rechoncho? ¿hercúleo? ¿todo a la vez? acompañante de Vaiana.
Lo peor: Difícilmente dejará la huella de sus antecesoras.

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