Decir que Bestias del sur salvaje es una mala película sería no hacer honor a la verdad. Si por 'una película buena' entendemos una técnica, una capacidad por sacar lo mejor de sus actores o saber utilizar todos los elementos a su favor, incluso su reducido presupuesto o su elenco de caras desconocidas, la película de Benh Zeitlin cumple con creces cualquier expectativa. Pero entiendo que Bestias del sur salvaje busca tener un impacto emocional en el espectador, y ese impacto no se produce pese a ser una fábula esforzada con escenas absolutamente genuinas. Hay varias cosas que me molestan de esta película. En primer lugar, la manía de conseguir belleza y esperanza de personajes poco amables y de espacios harto desagradables, algo que ya veíamos en otra pieza afroamericana de Oscar: Precious. En segundo lugar, la recurrida estrategia de ciertos guionistas de contar el relato desde la perspectiva y la voz narradora de un niño, algo que a base de tanto uso y abuso acaba por cansar. Para seguir, me molesta cierta incoherencia por parte de la crítica, la misma que vilipendia propuestas como Tan fuerte tan cerca y que luego eleva a los cielos productos como Bestias del sur salvaje, tal vez porque su naturaleza indie predispone al halago. Y para terminar, creo que el film de Zeitlin aporta poco a lo ya expuesto por Spike Lee o Spike Jonze, artistas que cito porque en todo momento tuve la sensación, mamuts de por medio, de estar ante una Donde viven los monstruos dirigida por el responsable de Malcolm X. Como el cine de Boyle, al que hay que poner casi siempre en cuarentena, Bestias del sur salvaje se mueve por unos espacios propios del realismo mágico, aunque con la torpeza de quien al exagerar se desgaja de lo real y de quien al preocuparse por las referencias no llega a conquistar lo fantástico. Estamos ante la típica obra que por imposiciones de la industria se convertirá en el film de temporada. También ante la obra de aparente dureza que hará las delicias de un público que busca lo complaciente. Entre esa audiencia estarán los académicos con derecho a voto en los Oscar. Puestos a rivalizar dos historias de desastres naturales con agua de por medio, a sabiendas de que las películas están por encima de estos piques frívolos que inventamos las webs, me quedo con Lo imposible, que aunque igual de manipuladora sí consigue ponerme los pelos de punta. Y aunque todo el aparato de los premios queda fuera de las posibles virtudes (que tiene) y defectos (que tiene) de la película, el blog se posiciona desde ya, sea cual sea el devenir de esta temporada de galardones: Bestias del sur salvaje, pese a la frescura de ciertos momentos, corre el riesgo de ser la gran sobrevalorada de la cartelera invernal.
Para los que creen que el final feliz es un deber y no una posibilidad
Lo mejor: Padre e hija en un insólito rifirrafe interpretativo.
Lo peor: Entre tanta chatarra y agua se le ven las costuras.
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Nota: 5'5
1 comentario:
Extraordinario debut, Bestias del sur salvaje, un territorio real más poderoso que el más allá imaginado: bestias, entre las que se encuentra el hombre, de la mano de la naturaleza. ¡No os la perdáis!
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