lunes, 27 de abril de 2009

SOBRE EL 3D, LOS MULTICINES Y LAS DESCARGAS



Ángeles González Sinde, nueva Ministra de Cultura, recibió su primer día de mandato críticas totalmente gratuitas por parte de algunos sectores y páginas web, todas ellas alegando que una persona como Sinde, fiel defensora del cine español, reduciría el libre servicio de descargas por internet y obligaría a las televisiones privadas a destinar el canónigo 5% de sus ingresos para ayudar al cine patrio. Unos días antes había llegado a las salas españolas Monstruos contra alienígenas, una película que incluía una pequeña revolución dentro del medio cinematográfico: su distribución combinaba copias en 2D y en 3D, pero solo se llenaron las salas que proyectaban el film en 3D. Este panorama sirve para justificar el camino de una industria que cambia más rápido de lo que los espectadores pueden pensar y asimilar.

Los creadores de Monstruos contra alienígenas han sentado las bases de la animación del futuro y han demostrado que el público, ahora por novedad y dentro de un tiempo por rutina, prefiere ver una película en 3D: puestos a pagar siete euros, el público quiere ver un espectáculo, aunque este poco o nada tenga que ver con la magia del cine. El 3D convierte el cine en un parque temático y eso es un peligro. Si el 3D triunfa es solo debido a una pésima cultura cinematográfica, algo que ha devaluado el medio hasta hacerlo irreconocible. Los productores del futuro podrían desechar proyectos interesantes por el simple hecho de que la historia no se adequa al nuevo sistema, aunque cabría imaginar la existencia de un cine paralelo, mainstream y sin publicidad, que aún tendría más dificultades para llegar a las salas, a su audiencia potencial. El cine era el rodaje de la aventura y ahora es la aventura de rodar.

Otra cuestión a debate está en las propias salas, la mayoría de ellas con un sistema de sonido e imagen ya antigua. El boom de los multicines de los 90 peligra con la entrada del 3D, obligando a cambiar la forma de proyectar y promocionar los films. Si las salas no están preparadas (algunas tampoco querrán ni podrán estarlo), lo más correcto sería decir que el cambio va para largo y que solo tendrá incidencia en las grandes ciudades, donde el público podrá elegir qué película ver y cómo verla. Los más damnificados, en resumen, serán los mismos que ahora. Otra solución es crear salas especializadas con sistema 3D, ya sea dentro o fuera de los actuales multicines. La lucha por la taquilla está servida (en todo caso, el cine en mayúsculas siempre saldría perdiendo).



La batalla de Ángeles González Sinde, aunque parezca anacrónica, tiene mucho sentido. Se ha imprimido la cultura del 'todo vale', nos hemos servido muy mal de términos como 'libertad' o 'democracia' y ahora, cuando vemos cambios y restricciones a la vista, clamamos airados. Lo que realmente propone Sinde es una solución entre lo rendible (a nivel económico) y lo correcto (lo decente) porque nuestro sistema capitalista, al producir, olvida el deber moral; al consumir objetos, llegamos a consumir personas. Los espectadores, da igual como (aunque sea a la fuerza), deben aceptar que no pueden acceder a un cd o una película sin abonar cierta cantidad, acto simbólico con el que la audiencia debe reconocer el esfuerzo de sus creadores, de sus mentes pensantes, de sus artistas. Descargarse una película por internet implica aprovecharse del trabajo de otros (al fin y al cabo, siempre queremos que el esfuerzo lo hagan los demás). Quizá podríamos apuntar una excepción: cuando el sistema no funciona, el ciudadano está en su derecho de poder ver films que, por un motivo u otro, nunca se estrenarán (o lo harán con sumo retraso). Las plataformas de descarga controlada y de pago puede ser una solución, pero nunca el sistema a defender en un futuro.

No sabemos cuanto evolucinará la tecnología, hecho que produce incertidumbre a todos los miembros de la cadena cinematográfica y cinéfila. De momento, nadie puede descargarse un film en 3D, aunque debemos ser cautos: todo llegará. Los dos temas (el 3D y las descargas vía internet), preguntas y a la vez respuestas de un sistema corrupto, demuestran que el visionado y la producción de cine están cambiando. Aún queda mucho por recorrer y debatir hasta poder ver el final del túnel. Lo peor será cuando, al echar la vista atrás, no haya posibilidad de regresar. Los descuidos del presente pueden ser los errores del futuro. Hay que andarse con mucho cuidado... y esto no es una película.

5 comentarios:

Antonio López dijo...

La verdad es que no tengo nada en contra del 3-D, básicamente porque nunca he visto nada así. Al vivir en una ciudad pequeña o, mejor dicho, que no es Madrid ni Barcelona, tengo que esperar los estrenos que a mi me interesan (en ocasiones son mayoritarios, en otras no) incluso meses. Solución, descargó el archivo que alguien tiene compartido vía torrent, versión original, y con mucha calidad. ¿Lo haría si viviera en una gran ciudad? Depende del brutal precio de las entradas ¿Lo haría si la descarga fuese de pago? Si el precio es asequible, si.
Posibles soluciones a las descargas que tanto preocupan a Sinde: poner el precio de los DVD originales a uno similar al británico, donde por tan sólo 7 euros puedes conseguir ediciones coleccionistas (aquí no baja de 20).
Y, sobre el 3-D, sólo cabe señalar que es el futuro, al menos del cine espectáculo. Si no que le pregunten a James Cameron y a su obra Avatar, que mucho me temo que no podremos disfrutar en condiones en los cines españoles, porque no tenemos la tecnología.
Y, ya que me estoy extendiendo, termino con una opinión muy pesimista. Tengo una bonita colección de DVD, algunos muy costosos, y se que, en el futuro, el ser humano inventará algun otro formato y que me quedaré muy obsoleto. Pero eso, es algo que viene sucediendo en el cine desde los inicios.

Un saludo!

Carlos Giacomelli dijo...

Bueno, comentas cosas interesantes que suponen varios enfrentamientos morales.
Para empezar estoy de acuerdo contigo en lo de los precios de DVDs, y de hecho, cuando uno se va "especializando" (no se me ocurre una palabra mejor) en el visionado de películas, acaba desembolsando el precio de los originales, de calidad casi siempre mayor a un dvdrip normal y corriente. Eso sí, yo me espero (casi) siempre a que el dvd me salga como mucho por 5,95 €, y aún así lo encuentro bastante caro algunas veces.

En cuanto a los del precio de los cines, yo antes pensaba que era muy bonito no ir a ver sólo el espectáculo, darle bola a las producciones menores etc. Sin embargo, hoy en día, en Barcelona vale lo mismo ver Monstruos contra Alienígenas que, no sé, un capítulo de Qué vida más triste (a más de 8 euros te sale la entrada, casi nada).

Así las cosas, prefieres gastarte 8 euros en un producto hecho con cámara en mano y rodado en la casa del director, quien interpreta junto a su madre y su hermano, éste en múltiples papeles, o gastarte ese mismo dinero por un espectáculo que, valiendo lo mismo, por lo menos demuestra la inversión de sus cientos de millones de dólares?

A lo que voy es que, entre el precio y los retrasos, yo ya soy de los que al cine va a ver algo que realmente llene la pantalla a base de pirotecnia (no nos engañemos, un Transformers cualquiera siempre será más disfrutable en gran pantalla): espectáculo visual, auditivo, y estreno mundial, sin retrasos ni nada.

¿La última sueca del italo-coreano ganador de la almeja de bronce? O ya está en dvdrip, o saldrá al mercado nacional en nada a un precio igual o inferior que la entrada de cine... vamos, que no sé si ha quedado claro mi punto de vista, pero ¿hasta qué punto se está dispuesto a pagar un trabajo realizado con cuatro duros -por muy satisfactorio que sea a otros niveles- a precio de reyes, si encima se puede ver en casa meses antes de su estreno en dvdrip? (o bluray rip, ya puestos, en cuyo caso la experiencia es incluso mejor que en el cine).

Y otra pregunta: ¿por qué tenemos que pagar tanto, tanto dinero a un cine, para luego encontrarnos con sala y película sucia, errores de sonido, de montaje de rollos, desenfoques, ruidosos niñatos, devorapalomitas, gente hablando con móviles...?

Paula Lago dijo...

Bueno, espero dar una idea concisa de lo que pienso porque realmente pensaba hacer un post al respecto desde que hice la convocatoria al cine latinoamericano. Más allá de los precios, de la calidad de las películas, de lo difícil o no de acceder a ciertos films, lo real y plausible es que las tecnologías todo lo van cambiando. Si yo comercializara con lo que hay en internet para bajar (cosa que hacen muchos aqui al menos en Argentina) pues sería una pirata que se abusa del trabajo de otros, pero recurrir a la internet para poder disfrutar cuando quiero y como quiero de cine que puedo darme el lujo de seleccionar pues no me parece nada mal. En todo caso deberían buscar los realizadores maneras de evolucionar su mercado tomando la red como herramienta. Prohibiendo no se gana nada. Además quién no se gastaría los duros necesarios para comprar los films que amamos casi sin pensarlo?. El cine es realmente incomparable por muchas razones, pero internet es ya parte actante de nuestra vida, y no se lo puede evitar.

redna dijo...

Pues ami me encanto ver una pelicula en ese formato. Sin ser nada expecial me impacto muchisimo. Aunque creo que lo de decir si es cine ver una pelicula en esa pantalla lo decidire al ver Up en 3D. Si gracias a ese formatome gusta tanto o mas que Wall-e o ratatouille, dire sinceramente que el formato 3D es otra forma de ver cine. Porque antes pensaba algo parecido a lo que tu piensas

angel dijo...

Yo que soy ya bastante mayor, he visto chorradicas de estas del 3D y similares varias veces en mi vida, todas se han quedado en una mera atracción de feria.
El cine si ha llegado donde ha llegado, no ha sido por inventos tecnicos epatantes, sino por unos contenidos interesantes y una sintaxis propia, que le ha hecho alcanzar la altura de la literatura o el teatro.
En cuanto al debatido tema de las descargas... es lo que hay. Se perdieron muchos puestos de contable con la llegada del ordenador, se perdieron los antiguos sistemas de transporte, se están perdiendo trabajos de comerciales por la venta a través de internet. etc, etc.
Creo señores cineastas, músicos y demas miembros del chiringuito SGAE que ha llegado el momento de dar la cara a la realidad, echarle imaginación, y buscar soluciones. No me vale el pataleo de "yo antes ganaba más dinero". Cosa que dudo, porque casi la totalidad de las descargas en material extranjero (americano, para más señas).
Como se decia en mis tiempos "prohibido prohibir" y "la imaginación al poder".
Saludos