David Duchovny necesitaba desencasillarse de su Fox Mulder, el elegante e incansable creyente de Expediente X. El guión de Californication era la ocasión perfecta para desmelenarse y destruir su imagen recatada. Más allá de su renacida condición de maduro sex symbol, Duchovny logró un cambio más profundo, relacionado con el gamberrismo de un personaje icónico, un papel complejo, repleto de posibilidades, registros y matices. Su personaje rompía orgulloso los esquemas de la televisión norteamericana (la mayoría de ellos relacionados con la falsa independencia de las féminas de Sexo en Nueva York) y construía una serie novedosa desde una perspectiva masculina. Hank Moody, un artista decaído adicto a la bebida y al sexo, es menos histriónico y radical que Gregory House, y más complejo que la mayoría de los personajes que pululan por la pequeña pantalla. La complejidad del personaje va muy ligada a la estructura narrativa, sabiamente fragmentada en capítulos de viente minutos, de ritmo vivo y tramas consistentes. Si unimos su primera temporada, el resultado es una película de cuatro horas, sin ningún altibajo o trampa. Esta estrategia da a Californication la frescura que precisa y facilita la tarea del guionista y del propio espectador. La forma de novela corta es la mejor manera para evitar subrayados y atraer nueva audiencia en pocas semanas. La fórmula, seguida por Weeds y series de animación, pasa por ser el futuro de la televisión moderna: una narrativa rápida, un estilo visual bien definido e identificable y unas tramas que aten el espectador sin hastiarlo. Tal estructura, muy relacionada con la inmediatez de la publicidad, puede ser un peligro o bién un vehículo para construir venideras obras maestras de la televisión. De aquí que Californication, serie madura y convincente, sea el paradigma a seguir, el camino a explotar. Desengañémonos: ya no se pueden construir historias tan largas y complejas como Expediente X o Perdidos... prueba de ello es que ninguna serie reciente (sobretodo aquellas cuyos capítulos duran cuarenta minutos) ha aguantado tres temporadas seguidas con éxito y nivel.
Californication confirma un cambio de hábitos en la producción y visionado de series. Existe un público adulto entre veinte y cincuenta años que ha substituído los libros por las series, que compra y sigue determinada nómina de títulos, ya sea por afición o esnobismo. Este hecho ha salvado la industria del dvd y ha potenciado la creación de ficciones más arriesgadas: Californication es una de ellas. La serie reinventa la figura del vividor, parodia el concepto de familia (tan abierto a cambios y variedades en estos últimos años) y no tiene ningún reparo en defender unos seres desestructurados, en perpetua búsqueda de la felicidad. La insatisfacción de un colectivo que no quiere seguir los cánones que se le imponen queda representada en la serie, muestra innegable del pesimismo social, de una crisis económica y emocional (en concreto, Moody tiene una crisis de inspiración). Pero siempre volvemos al final feliz porque, tras la oscuridad, defender la familia tradicional puede llegar a ser rompedor. Este es el motivo que se me ocurre para justificar la unión de los protagonistas en los últimos minutos de la primera temporada. Pese a todo, no hay marcha atrás: el espectador sabe que la felicidad complejta no existe y que la televisión debe cambiar para perpetuar la supremacía de la pequeña pantalla. Californication, en definitiva, es una serie actual que habla del 'ahora'. Su calidad, pero, forma parte del 'siempre'.
5 comentarios:
No soy muy admirador de esta serie ya que los pocos capitulos que he visto no me han entretenido.
Por si acaso ya tengo mi crítica de THE INTERNATIONAL, ojala te pases por mi blog.
Saludos!
Gran, grandísima, enorme serie. El personaje que compone Duchovny es uno de los seres más complejos e impredecibles que jamás aparecieron en la pantalla televisiva.
Saludos Sospechosos!
Me declaro admiradora total de la serie y estoy de acuerdo contigo que los capítulos de 25 minutos facilitan mucho las cosas para verla.. ya sea de un tirón como un capítulo semanal... Después de una gran primera temporada, la segunda sigue el mismo ritmo y esquema y no decepciona...
Por cierto yo tambien escribo un blog de cine. Si quieres te pasas y me comentas que te parece ;)
Saludos.
la primera temporada es una de las mejores temporadas de comedia que jamás se han hecho, bastante recomendable y esa profundidad que mencionas de Hank se hace más notoria en la segunda temporada...
Tú lo has dicho, es una serie madura y con calidad. Uno enseguida nota la diferencia. No es solo para pasar el rato. Yo vi las dos primeras temporadas en un suspiro y luego cuando quise volver a ver algún frívolo capítulo de esos que uno ve para pasar el rato (tipo Melrose Place o cosas así) no pude sino comparar y ya me era muy difícil aceptar productos de menor calidad. Junto a House (tienes que ver la 6º que están dando que es una cosa de otro mundo), es de las series que considero muy inteligentes. Hasta mi cabecera actual es un homenaje a Californication.
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