domingo, 28 de diciembre de 2008

OSCARS 3: AMERICAN BEAUTY



Título: AMERICAN BEAUTY Título original: American Beauty Dirección: Sam Mendes País: Estados Unidos Año: 1999 Duración: 120 min. Género: Comedia dramática Reparto: Kevin Spacey, Annette Bening, Thora Birch, Chris Cooper, Mena Suvari, Peter Gallagher, John Cho Guión: Alan Ball Distribuidora: Dreamworks, United International Pictures Producción: Bruce Cohen, Dan Jinks Dirección artística: David S. Lazan Fotografía: Conrad L. Hall Música: Thomas Newman Montaje: Christopher Greenbury, Tariq Anwar Presupuesto: 15 MILL.$ Nº oscars: 5/8 Nº globos de oro: 3/6 Fechas de estreno: 08/09/99 (EE. UU.), 28/01/00 (ESP.)

La gala
Los Oscar volvieron a su fecha habitual (26 de marzo de 2000) para entregar las últimas estatuillas del milenio. La Academia abría una nueva etapa con una entrega de premios diferente que marcaría el devenir de galas posteriores. Billy Cristal, aún en la cúspide de su humor y fama, brillaba en el Shrine Auditorium de Los Ángeles como maestro de ceremonias. También destacó Edward Norton, nominado un año antes y presentador del clásico In Memoriam, y Andzrej Wajda, premio honorífico que demostró la capacidad de los académicos para reconocer la trayectoria de artistas no norteamericanos.

¿Merecía el Oscar?
American Beauty era considerada mucho antes de los Oscar la gran salvadora y representante del nuevo cine americano. La crítica estuvo muy centrada en analizar la historia del cine a lo largo de todo el siglo XX y, paralelamente, surgieron de la oscuridad dos cineastas como M. Night Shyamalan y Sam Mendes, cuyas dotes debían ser (al menos en teoría) tónicas importantes de títulos venideros. La Academia, impresionada por el guión de Alan Ball, la interpretación de Spacey y demás lindeces de American Beauty, dejó llevarse por el ritmo de una película abierta al debate, entretenida y muy accesible a todo tipo de públicos. Bien promocionada, American Beauty fue el único título nominado junto a Matrix y El sexto sentido capaz de entusiasmar a la sociedad americana y crear pequeños grandes mitos cinematográficos y sociológicos de vigencia aún latente: Neo contorsionando su cuerpo a cámara lenta tras una marabunta de disparos, un Osment asustado con su "en ocasiones veo muertos" y una joven desnuda rodeada de sutiles pétalos de rosa. American Beauty era la única película que resultaba real, la única propuesta con la que el ciudadano (y por ende, el académico) medio podía sentirse retratado. La gala aporreó el clasicismo demasiado correcto de Las normas de la casa de la sidra, aunque Hallström reclamaría el Oscar al año siguiente con Chocolat. También dejaba en la estacada el thriller de toda la vida, el cine negro que representaba El dilema. Mann recuperaba las formas de siempre en una trama modernizada con un claro componente crítico. El ritmo de un título denso y opaco hasta la saciedad fue el causante del ninguneo académico, un fracaso que sirvió para recordar el nombre de Russel Crowe y su por aquel entonces inminente Gladiator. Pero esta 72ª entrega de los Oscar tuvo un único protagonista para el recuerdo: Shyamalan. El indio que había conquistado las taquillas de medio mundo pisó la alfombra roja sabiéndose el artífice de uno de los títulos más rentables de la historia del cine. El sexto sentido, pese a todo y pese a quien le pese, no dejaba de ser una película más que provocó más ruido de lo merecido y esperado. Shyamalan fue tocado por la varita mágica del séptimo arte y volvió el cine de terror a las categorías principales, una gesta insólita que solo había conseguido El exorcista. El sexto sentido era el único blockbuster entre las cinco nominadas, aunque tal afirmación merecería otro debate para definir qué películas son blockbusters y cuales no.
Capítulo aparte mereció la última cinta a destacar: La milla verde. El elemento fantástico ya estaba representado con El sexto sentido y la Academia no tuvo paciencia con las tres horas de este relato carcelario y oscuro, un peldaño más entre el invisible dueto Frank Darabont - Stephen King. Todo ello facilitó la victoria de Mendes. Volvió a ganar el pequeño de la casa, aunque es importante destacar que no había ningún nombre de peso entre los nominados. La Academia acogió a la nueva salvia de buen grado. El siglo se acababa; el cine, aunque con rostros nuevos (Thomas Anderson también pululaba con Magnolia), debía continuar. La primera gala del siglo XXI, pero, endiosó a un producto como Gladiator. Sin duda, puede decirse que la Academia continúa aún en esta peligrosa dicotomía: lo indie (¿qué es lo indie?) y lo comercial (¿qué es lo comercial?). Otro debate, otro conflicto de definiciones.

¿Por qué ganó?
Tras Titanic, El paciente inglés, Braveheart y Shakespeare in love, por primera vez sucedía algo que ahora, a base de repetirse, se ha convertido en habitual: los films nominados a la mejor película no resultaron premiados (ni masivamente nominados) en apartados técnicos. La sorpresa fue importante y solo contempló a dos invitados: American Beauty en los apartados de prestigio y Matrix en los apartados técnicos. Matrix, hija de la revolución tecnológica, auguraba la estética y las tramas del cine del futuro; American Beauty y Cómo ser John Malkovich allanaron el camino para que American Splendor, Ghost World, Olvídate de mi, Entre copas, Pequeña Miss Sunshine o Juno tuvieran su porción de cielo en unos premios tan discutidos y discutibles. Pese a todo, la Academia premió a American Beauty porque era una película accesible y de fácil visión. Mendes conjugó una mirada ácida con un dominio impecable del tempo cinematográfico, de lo entretenido. American Beauty es, al igual que sus personajes, una propuesta frívola pero con estilo, divertida pero no grosera, crítica pero no hiriente. América acepta su hipocresía, sus medias verdades y mentiras, su falso puritanismo y recato... pero siempre desde el humor. La visión tragicómica que domina los fotogramas de American Beauty es su mayor mérito y fue su gran baza en los Oscar. American Beauty mereció la estatuilla por ser una película completa y coherente que hablaba de lo mundano como nadie había logrado hasta la fecha. El triunfo de American Beauty supuso, además, el germen de series como A dos metros bajo tierra (creada por el propio Alan Ball), Mujeres Desesperadas y Weeds. Las apariencias engañan y la temática, de gran valor dramático y cómico, fue reciclado hasta la saciedad.



Almodóvar y sus vírgenes
El momento de la noche fue protagonizado por Almodóvar y el grito de "Pedrooooo" que Penélope Cruz dejó escapar con nervios y alegría. El manchego culminaba en Los Ángeles la dorada trayectoria de Todo sobre mi madre tras su paso por Cannes y sus siete Goyas. Entre la platea no hubo sorpresas: la elección de Banderas y Cruz como presentadores era, al igual que la de Sofia Loren con La vida es bella, una sutil forma de avanzarnos el resultado del sobre lacrado. Almodóvar logró consagrarse en Hollywood y olvidar la derrota de Mujeres al borde de un ataque de nervios. Más de uno hubiera estirado los pelos del excéntrico director mientras recitaba todos los santos habidos y por haber; pero la escena nos hizo gracia y Todo sobre mi madre, obra maestra de nuestro cine, firmó si inmortalidad junto a Volver a Empezar y Belle Epoque.



La anécdota
La momia, Star Wars: La amenaza fantasma y Stuart Little, tres de los títulos más taquilleros del año, consiguieron nominaciones en categorías técnicas. Sin duda, recordar que Austin Powers, South Park o El hombre bicentenario, tres propuestas totalmente infumables, tuvieron su nominación al Oscar resulta tronchante. Nada comparado con la maestría de Ball, quien en un principio ideó American Beauty como una obra de teatro. American Beauty estuvo a un solo paso de ganar todos los premios principales. El destino, pero, quiso que Hillary Swank, carne de Oscar en Boys don't cry, dejara sin esperanzas a Annette Benning. La carrera de Spacey, Benning y Birch, que por aquel entonces tan solo tenía dieciocho años, nunca ha conocido éxito similar, caso análogo al de Sam Mendes. El azar vuelve a unir el nombre de Mendes y la silueta del Oscar con Revolutionary Road, un reencuentro tras las desiguales Camino a la perdición y Jarhead. Si Slumdog Millionaire gana el Oscar, Boyle debe saber que tal victoria es, en parte, gracias a los méritos de American Beauty. Hay bellezas que no se olvidan...



PRÓXIMA ENTRADA: DOMINGO 4, GLADIATOR

7 comentarios:

Javier Escartín Gómez dijo...

Un clásico, sin duda. Lástima que Sam Mendes no vaya a tener el mismo éxito este año.

Un saludo, Xavi

http://lososcar2009.blogspot.com

VitoneMen dijo...

Una de mis películas favoritas.
La encuentro justa merecedora del premio a mejor película, aunque vi "Las normas de la casa de sidra" y la verdad es que tambien me parecio muy buena.

Otra vez felicitaciones por el analisis y tambien te deseo un Feliz Año.

Saludos!

Express91 dijo...

Tiene razón Javier lastima que Mendes no vaya a conseguir el mismo éxito con Revoolucionary que para mi es una gran pelicula un clásico, una de esas películas antiguas que ya no se hacen con frecuencia, pero que desgraciadamente no podra adaptarse a lo que se necesita hoy en día para el Oscar.

En tu nota haces referencia a que titulos ganadores del Oscar a Mejor Pelicula como Titanic conseguían varias nominaciones en los apartados tecnicos, bueno algo que ya no sucede, pero este año se podría es decir lo más probable es que pase eso. Ya que Benjamin Button es puramente artistica convinada de grandes actuaciones y un fascinante guiíon, que le valdran nominaciones en las categorías principales (pelicula, dirección, interpretaciones y guion) más varias en tecnico dodne ganara la mayoria como la efectos especiales, algo que hizo Titanic y que lo mas seguro es que los Academicos vuelvan a darle este Oscar a una pelicula que tambien compite por Mejor Pelicula. Bnejamin Button lejos sera la que obtenda mayor cantidad de nominaciones, minimo 10.

American Beauty es lejos una gran pelicula y el Oscar de todas maneras esta muy bien entregado. Gran analisis y espero el de Gladiador.
Saludos!

Roke Molina dijo...

Enhorabuena por el análisis.
La verdad es que sí que merecía el óscar, y su victoria no me incomoda en absoluto. Pero Magnolia quedó demasiado olvidada...

Saludos.

Alec Roivas dijo...

Es muy cierto lo que dicen Javier y Express91, Revolutionary Road no tendrá el mismo exito que American Beauty que obtuvo un gran exito entre el público, por ejemplo Happiness con un tematica similar pero mucho más fuerte no obtuvo el exito que recibio American Beauty, en pocas la ópera prima es más fácil de ver que su último film.

Volviendo al tema de los Oscars, es cierto que American Beauty empezo a construir el camino para que el "cine distinto" fuera reconocido, algo completamente destruida los años posteriores donde premiaron a Gladiator y A Beautiful Mind.

Aunque el premio a American Beauty nunca fue seguro porque muchos -aun con muchos premios como antecendentes- dudaban que la Academia estaba dispuesta a cambiar y premiar una película que en cierta forma se burlaba de "el sueño americano".

Su Oscar fue uno de los más justos que se han entregado pero yo siempre prefiero Magnolia, película que fue injustamente olvidada, apartando los reconocimientos a American Beauty la Academia fue muy injusta en sus nominaciones.

No nominaron a Carrey, quien un año tambien fue olvidado por The Truman Show.
Bening pierde injustamente ante Swank, Cruise es derrotado por Michael Caine, Moore ni siquiera logró la nominación cuando era la justa ganadara por Magnolia.

The Insider se fue injustamente con las manos vacias cuando merecia el premio a guión adaptado y sino fuera por Spacey, el premio a Crowe.
Tambien se olvidaron de Fight Club aunque las razones son más claras en este caso pues es una película bastante odiada por algunas personas.

Mis nominados serían:

American Beauty, de S. Mendes
Fight Club, de D. Fincher
The Insider, de M. Mann
Magnolia, de P.T. Anderson
The Sixth Sense, de M.N. Shyamalan

Slds.

Express91 dijo...

Estoy de acuerdo con Alec Roivas que ese año se perdio injustamente contra Swank de la que no hemos volvido a saber desde su ultimo oscar, para mi ese año fue muy injusto en las interpretaciones, solo Mejor Pelicula estuvo bien elegida, las elecciones en interpretacion fueron un asco.

Te invito a pasar a mi blog para que leas mi analisis detallado de las interpretaciones del Globo de Oro y conocer tu opinión.

Saludos!

Daniel Bermeo dijo...

Es una de las mejores peliculas que he visto en lo que llevo de ver films y sin duda alguna para mí sí merecia el Oscar. Esta pelicula toca no solo un tema sino varios unidos entre sí que hacen que te deleites y reflexiones a la vez. Sin duda un clásico. No tuvo suerte Mendes con Revolutionary Road, pero estoy seguro que vendran mejores años...