martes, 15 de enero de 2019

CRÍTICA | SED, de Joe Houlberg


SED
Ecuador, 2016. Dirección: Joe Houlberg Guión: Ana Cristina Barragán, Joe Houlberg y David Viteri  Fotografía: Simon Brauer Reparto: Ana Barragán, Iván Alzate, Fernanda Barragán y Enzo Macchiavello Género: Thriller Duración: 75 min. Tráiler: Link.
¿De qué va?: Cuatro jóvenes van de paseo a una casa de campo, en dicho lugar afloran los impulsos más oscuros de cada uno de ellos.



Una de las características del cine ecuatoriano es que sus historias casi siempre giran en torno al género dramático. Pocos directores optan por la ciencia ficción, la fantasía, el thriller psicológico o suspense como eje principal en sus relatos. En ese contexto, la película que hoy nos ocupa resulta un soplo de aire fresco en una cinematografía que continúa creciendo y expandiendo sus horizontes, aunque sea a paso lento. La ópera prima del quiteño Joe Houlberg, se aleja del realismo social tan habitual en dicha cinematografía y recurre al tema de la discapacidad visual como una especie de metáfora, para construir una obra sensorial a la par que visceral. SED intenta indagar en los claroscuros del ser humano, a partir del fin de semana de cuatro jóvenes en una hacienda situada en la sierra ecuatoriana, dicha locación confiere al relato una atmósfera sombría y un halo de misterio que se presta al servicio de esta narración en clave de suspense y thriller psicológico. Con diálogos parcos y silencio predominante se da lugar a escenas sugerentes que paulatinamente revelan las pulsiones ocultas de los personajes, las cuales devendrán en un perturbador final. SED tiene un reparto coral con actores debutantes y otros poco conocidos entre los que destacan Enzo Macchiavello, recordado por protagonizar Sin otoño, Sin primavera y Ana Cristina Barragán, quien  antes de debutar en la dirección con la película Alba, coescribió y protagonizó este film donde interpreta a una joven con discapacidad visual. La historia es bastante escueta y se echa en falta más desarrollo en la trama y personajes más perfilados. Sin embargo, su correcta puesta en escena y metraje nada extenso dejan como resultado final, una obra imperfecta pero interesante y con un desarrollo intrigante y entretenido.


Para espectadores curiosos y sin prejuicios.
Lo mejor: Su capacidad para intrigar al espectador.
Lo peor: La historia se percibe demasiado escueta.

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