CRÍTICA | EN LA CIUDAD SIN LÍMITES, de Antonio Hernández

El recuerdo y la razón

EN LA CIUDAD SIN LÍMITES

Festival de Berlín: Sección oficial. 2 premios Goya: guion original y actriz de reparto

España, 2002. Dirección: Antonio Hernández Guion: Antonio Hernández y Enrique Brasó Música: Víctor Reyes Fotografía: Unax Mendía Reparto: Leonardo Sbaraglia, Fernando Fernán Gómez, Geraldine Chaplin, Ana Fernández, Adriana Ozores, Leticia Brédice, Roberto Álvarez, Álex Casanovas, Mónica Estarreado, Alfredo Alcón Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 01/03/2002
¿De qué va?: Víctor viaja con su novia a París para visitar a su padre, a la espera de ser operado de un tumor. El reencuentro con su familia y la extraña actitud de su padre hará que Víctor empiece a desentrañar un misterio que había permanecido oculto durante mucho tiempo.

En la ciudad sin límites marca el punto más álgido en la carrera de Antonio Hernández, un cineasta que a posteriori se ha dedicado casi por entero a la producción de series y telefilms poco destacados. Prueba del entusiasmo que despertó el film, a día de hoy un tanto olvidado, lo tenemos en la famosa gala de los Goya del "No a la guerra": en ese escenario, Hernández, junto a Enrique Brasó, se alzó con el cabezón al mejor guión original superando a los libretos de Los lunes al sol y Hable con ella. Con un pulso propio del mejor cine pero también de una notable novela negra, En la ciudad sin límites va desarrollando una trama plagada de interrogantes, con personajes que nunca son lo que aparentan y un presente que, tras el hilo del misterio, guarda sorprendentes relaciones con un pasado que unos quieren olvidar, algunos ignoran y otros reviven día a día casi a modo de penitencia. El conjunto convence más cuando apuesta por el realismo mágico que concentra el personaje de Fernando Fernán Gómez que cuando se entrega a los devenires de hermanos, hijos y cuñadas, si bien la unión de estas dos líneas narrativas permite a la historia equilibrar todos sus conflictos (históricos y anecdóticos, colectivos e individuales) en un final bastante recio. La atmósfera nunca decae y las interpretaciones no desentonan; méritos considerables, más si cabe en un cine español que, a la hora de revisitar su convulso pretérito, tiende a la moralina o, cuanto menos, a la parcialidad. Un bonito viaje iniciático que el espectador realiza de la mano de un "desargentinizado" Leonardo Sbaraglia, y que, como él, termina el metraje preguntándose por todos los secretos que esconde nuestro árbol genealógico y nuestras ciudades.

Para afiliados al cine de intriga con corazón.

Lo mejor: Geraldine Chaplin: con el permiso de Saura, este es el papel de su vida.

Lo peor: A veces puede resultar un poco espesa.

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