martes, 3 de octubre de 2017

CRÍTICA | LA LLAMADA, de Javier Calvo y Javier Ambrossi


Si esto es fe...
LA LLAMADA
Festival de San Sebastián: Gala RTVE
España, 2017. Dirección y guión: Javier Calvo y Javier Ambrossi Música: Leiva Reparto: Macarena García, Anna Castillo, Belén Cuesta, Gracia Olayo, Richard Collins-Moore, María Isabel Díaz, Secun de la Rosa, Esti Quesada Género: Comedia musical Duración: 105 min. Tráiler: Link Fecha de estreno: 29/09/2017
¿De qué va?: Dos adolescentes escapan del campamento cristiano La Brújula para asistir a un concierto de electro-latino. A su regreso, la nueva madre superiora y una de las monjas más veteranas castigan a las jóvenes durante todo el fin de semana. En ese tiempo, una de las chicas descubrirá la llamada del Señor.


LA LLAMADA. Con el musical La llamada, Javier Calvo y Javier Ambrossi, hasta hace poco conocidos únicamente por su actividad como intérpretes, consiguieron una enorme repercusión en los circuitos madrileños. Con la episódica Paquita Salas, "los Javis" (ya, por lo tanto, con una denominación propia) revalidaron su popularidad convirtiéndose en los principales representantes de la nueva comedia local, con códigos apegados a la cultura popular, y por ello concentrando su radio de influencia en redes sociales, webs especializadas y otras esferas. La fama de la obra teatral abría la senda hacia una adaptación cinematográfica que ahora se concreta en esta homónima La llamada, una película que, de nuevo, se sirve de todas las constantes vistas con anterioridad por sus artífices: léxico deslenguado, referencias pop, citas a la liberación sexual, una irreverencia muy medida y la complicidad de un reparto "de la casa" (Castillo, Cuesta, García y Olayo). Con esta cronología de logros, el reto presente de "los Javis", entronizados por una minoría, es ampliar su nómina de adeptos, muy concretamente apelando a aquellos que no tuvieron acceso a la obra original o que nunca llegaron a visionar su webserie. En breve sabremos si el dúo de directores (para más señas, pareja sentimental en la vida real) consigue ese respaldo de crítica y público, aunque nuestro cometido es abordar La llamada en paralelo a todo el entusiasmo que levantó y levantará entre sus adeptos. En esencia: determinar si el estreno que ahora nos llega es, en verdad, una buena película o, al menos, un título capaz de marcar tendencia en el panorama cómico patrio. Escribiendo desde la fe, pero con el escepticismo propio de cualquier postura prudente. 


LA FE. Desde el primer fotograma, La llamada apela directamente a una generación teen. Calvo y Ambrossi se reconocen y al mismo tiempo se ríen de esos millenials que toman el reggeaton, la telerrealidad, la sitcom, el youtube y el smartphone como símbolos de su identidad, su manera de entender el mundo y de relacionarse con los demás. Si Bigas Lunas filmaba a su Juani desde la curiosidad sociológica (también, colateralmente, con cierta distancia que lastraba los méritos de dicha película), "los Javis" interactúan con Susana y María (o "Suma Latina") desde la espontaneidad, el "tú a tú", la "verdad" de una juventud choni que, en el fondo, es "todo impostura". Esa frescura dota a La llamada de una personalidad única, respetuosa además con los sustratos de la "españolada" y el "almodovarismo". No pretende ser una rúbrica de Ocho apellidos vascos, aunque en el fondo incida en temas tan enraizados como las diferencias regionales. No es una actualización de El otro lado de la cama, por mucho que se trate del intento más firme por renovar el cine musical español desde el título de Martínez-Lázaro. Tampoco un producto de perfil bajo que se limita a llevar a la gran pantalla las formas de internet y la televisión: la ambición de sus cineastas es, precisamente, convertirse en "cineastas". Por todo lo dicho, La llamada es una película curiosa, única en su especie, con todos los ingredientes para convertirse en una obra de culto y, sobre todo, con cuatro actrices que, sin salir de su zona de confort interpretativo, consiguen ponerse a la audiencia en el bolsillo. 


EL ESCEPTICISMO. Dicho esto, confieso que el fenómeno teatral de La llamada me resultó bastante ajeno, a la vez que, reconociendo el "target" al que se dirigen "los Javis", asumo no formar parte de esa órbita privilegiada. Aprecio, en definitiva, los méritos de la película, pero no me identifico con su mundo ni con su humor. No creo que esté especialmente bien dirigida (los insertos musicales suelen ser de una ejecución efectiva pero modesta), ni tan siquiera defiendo su supuesta originalidad (de nuevo, el estilo de "los Javis" tiene más de "reciclaje" que de estricta invención). Incluso me resulta sospechoso la participación en la producción de algunos nombres clave del "famoseo" (¡Jorge Javier Vázquez!), algo que explicaría la visibilidad no siempre merecida que está teniendo la película. En definitiva, mi postura ante La llamada es la de mero observador. Funciona, brilla de forma intermitente, y poco más. Tiene escenas amenas, otras más deslucidas, y en todo momento se mueve en una extroversión que a algunos nos saca de quicio. La llamada, vaya, "no me llama". Así que, puestos a apelar a Whitney Houston, siempre nos quedará el ya mítico plano de Toni Erdmann. Y si se trata de desmontar las bases religiosas, nada supera todavía la mala leche de Entre tinieblas. Pero este espacio seguirá atento a todos los futuros proyectos de Calvo y Ambrossi. Sigo a la espera de formar parte de su lista de "creyentes". Ojalá en un futuro cercano haya más llamadas, igual de festivas, y con suerte más convincentes.


Para amantes de la comedia, en todas sus vertientes (a poder ser, de menos de 30 años).
Lo mejor: Belén Cuesta, protagonista "moral" de la función.
Lo peor: A veces acumula tantos guiños y referencias de otros que se olvida de contar una historia propia.


Escucha nuestra reseña de LA LLAMADA en
EL PODCAST DE C&R - El CINE ESPAÑOL del FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN 2017

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