martes, 19 de julio de 2016

CRÍTICA | BIG BAD WOLVES, de Aharon Keshales y Navot Papushado



BIG BAD WOLVES, de Aharon Keshales y Navot Papushado
Premio al mejor director y mejor banda sonora del Festival de Sitges 2013
Israel, 2013. Dirección y guión: Aharon Keshales y Navot Papushado Fotografía: Giora Bejach Música: Haim Frank Ilfman Reparto: Tzachi Grad, Lior Ashkenazi, Rotem Keinan, Doval'e Glickman, Menashe Noy, Dvir Benedek, Nati Kluger, Kais Nashif, Ami Weinberg, Guy Adler, Arthur Perry Género: Thriller policiaco Duración: 110 min. Tráiler: Link Elección de Elías Michel
¿De qué va?: La desaparición de unas niñas siembra el caos entre la policía. Un detective cree haber detenido al sospechoso, un profesor que ha sido liberado tras un arresto sin pruebas. En el camino de los dos hombres se interpone el padre de una de las víctimas, sediento de venganza.


CRÍTICA RONNIE: Debo reconocer que esta es una de las sorpresas más gratas con las que me he topado en este CSF4. Es una película retorcida, violenta y bastante entretenida. El humor negro me gusta mucho, y el film tiene un humor muy negro. Su crueldad y escenas de tortura recuerdan inmediatamente al cine de Tarantino, pero no es una copia malsana de su cine, si bien Tarantino es conocido por copiar (perdón: mezclar) ideas de muchos lados para construir sus propios mensajes. Sabiendo esto, Big Bad Wolves es una cinta disfrutable para los que tenemos algo de psicópata en la cabeza. Gran parte de este entretenimiento es gracias al reparto, que sorprende con interpretaciones tan variadas en papeles completamente desquiciados. La víctima se convierte en el victimario, el malo en el bueno... y todo envuelto en una tensión perfecta lograda por la música que le acompaña. La dirección emprende el viaje a velocidad conforme avanzamos en la parte final y se concreta en un slow motion que ahoga las palabras. El cine israelí se anota un éxito más con esta producción que absorbe la esencia de los thrillers americanos para crear un paralelismo de gran calidad que en ningún momento se siente una pérdida de tiempo. ★★★★


CRÍTICA XAVIER: Vi Big Bad Wolves en su primera proyección en España. En el Festival de Sitges, los diálogos y las truculencias del film gustaron muchísimo. En ese momento nadie dudaba (quien escribe tampoco) de que la película era una de las más interesantes de la competición y una de las pocas capaces de llegar a las salas comerciales. Ahora vuelvo a Big Bad Wolves, de nuevo por imposiciones festivaleras, y echo mucho de menos no verla con el auditorio entregadísimo de Sitges. La película israelí se disfruta aun sabiendo de antemano sus giros narrativos. Está bien escrita, dirigida con solidez y muy bien interpretada. Con todo, ¿quién querría un thriller tarantiniano (loable, notable) teniendo en el Cinoscar Summer Festival al mismísimo Tarantino, para más inri con su película más representativa? Dicho esto, en este segundo visionado me quedo con aquellas facetas menos dependientes de la influencia del director de Pulp Fiction: me refiero a los preciosos títulos de crédito, casi un cortometraje propio, y a su crítica social, sutil pero muy gamberra. Por algo el citado Tarantino declaró Big Bad Wolves como su película favorita del 2013. Un film que gustará especialmente a los espectadores con tendencia a los desórdenes mentales y a la violencia hiperrealista. O sea: para todos los públicos.½


CRÍTICA ISIDRO: Violencia por aquí, alguna torturita por allá y algo de humor negro y ea, “se nota la sombra de Tarantino”. Leyendo críticas sobre Big Bad Wolves veo gente comparándola con Tarantino, y a mí me da coraje porque Tarantino no es solo violencia. Sí es verdad que es un hacha haciendo de la violencia un espectáculo pulp y desenfadado, pero reducir su cine a eso me parece poco acertado. Big Bad Wolves tiene poco de Tarantino. O si se han fijado en Tarantino, la copia les ha salido nada más que regular. Big Bad Wolves mola por su propia entidad. Que tampoco es mucha ni muy original, pero mola. Y mola que se atreva en un país donde la violencia no es solo espectáculo y donde hay un odio real hacia el pueblo árabe a presentar a todos los protagonistas como locos redomados y que el único medio cuerdo sea un musulmán que pasaba por ahí montado a caballo. Cine cachondo (aunque menos de lo que me habría gustado), pero con seso y potencia cinematográfica. Eso, mola. ½

NOTA MEDIA del JURADO: ★★★½ 

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