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Cinoscar Summer Festival 2014: del 30 de mayo al 10 de agosto. |
Se han cumplido las expectativas.
El Cinoscar Summer Festival llega a su 2ª edición con más participantes, más obras y más días de certamen que el primer festival. El reto empezó hace un año con una idea muy sencilla: diseñar un pasatiempo cinéfilo para recuperar las mejores obras del séptimo arte, aprovechando además la escasez de estrenos de la temporada estival. Desde Cinoscar & Rarities no sabemos si el 'CSF' tendrá más continuaciones o si se apeará en este segundo intento: de momento, hemos llegado hasta aquí, que no es poco, por lo que queremos daros las gracias a los casi 50 amantes del cine que habéis decidido formar parte de este bonito proyecto, y también a otros tantos lectores que, esperemos, seguirán los artículos del festival durante las próximas jornadas.
El trabajo de todo administrador es analizar en conjunto las diferentes secciones del festival. Ver qué constantes se repiten, qué nexos de unión pueden trazarse o qué estilos, géneros o temáticas parecen situarse en las coordenadas de la cinefilia del 2014. En este sentido,
hay que destacar la heterogeneidad y la variedad de los 52 largometrajes y 27 cortometrajes que veremos - leeremos en los próximos meses. Distintos clásicos del cine comparten espacio con obras contemporáneas, obras de culto del nuevo siglo se ven las caras con los referentes del primer blanco y negro, y títulos pequeños conviven con superproducciones de Óscar. A falta de una representante africana, en el escaparate del festival tenemos obras de todos los continentes y décadas. En definitiva, parece que la cosecha de este Cinoscar Summer Festival está abierta a todos los paladares aficionados al buen celuloide: seguro que en ella encontraréis títulos clásicos a los que todavía no os habíais acercado, otros que queréis revisar o algunos que directamente desconocíais. Los 85 días del festival no darán para tanto, pero seguro que nos nutrirán la lista de visionados pendientes o futuros durante todo el año: ese es nuestro objetivo.
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Cinoscar Summer Festival 2014: Largometrajes fuera de concurso |
Cualquier festival, incluso un certamen 'vía blog' como el nuestro, puede que no sea la plataforma más adecuada para visionar cine con atención. ¿Realmente se aprecian los distintos films de una sección oficial con las prisas, los apretados horarios y el frenetismo de un certamen de verdad? Tal vez no, pero es innegable su importancia como compendios y referentes artísticos: en el blog, a pequeña escala y con 'cero medios', queremos llevar la emoción implícita de todo festival hasta las pantallas de vuestros ordenadores. Queremos potenciar la esencia de todo festival: al fin y al cabo, el Cinoscar Summer Festival es un juego. También el detonante de un debate cinéfilo que llenará los distintos espacios en redes sociales. Independientemente de las decisiones del jurado, de los votos de los concursantes y de las estrellas y reseñas que vayan apareciendo en los próximos días, el único ganador es el cine. Todas las opiniones son válidas, y seguro que el fallo de los administradores al final del certamen sólo será eso: un 'fallo', una forma de cuantificar o de puntuar algo que realmente no se puede medir de forma matemática. Antes de empezar, el consejo es evidente: los premios son lo de menos, así que es mejor disfrutar del camino y no del lugar de destino.
Es interesante observar los distintos bloques que dibujan las obras elegidas. La presencia de
Metro Manila,
Grand Central, Más allá de las colinas o de
Short Term 12 demuestran el buen estado de salud del que gozan muchas selecciones de los certámenes de cine actuales. Entre otras, rarezas como
Canciones del segundo piso y
Upstream color ponen sobre la mesa la necesidad de reformular el discurso cinematográfico tradicional, aceptando que tal vez en la transgresión existe no tanto una verdadera ruptura sino una forma de continuar desde otras perspectivas caminos ya transitados. En este sentido, las modas del S. XXI tienen su reflejo en el Cinoscar Summer Festival: los cada vez más amplios dominios de la animación se citan en
Waking Life y
Tatsumi, la consolidación del cine documental más creativo basa una apuesta como
Samsara, el cine musical de eterna actualidad recorre la mítica
Los paraguas de Chesburgo, la atención que ha merecido en las últimas décadas el hasta hace poco exótico cine asiático tiene su reflejo en
El verano de Kikujiro, el auge del cine queer aparece con
Tom à la ferme y
Amic / Amat, la obligada atención al último underground español estará capitaneada por
Madrid, 1987 y
Stockholm, la cercana referencia de los 90 está presente con
Casino, Tierra o
Pena de muerte, y la variedad del cine fantástico de novísimo cuño tiene propuestas de todos los colores, del terror juvenil (
May, ¿quieres ser mi amigo?) al thriller de autor (del maestro Lynch de
Carretera perdida a uno de sus alumnos más aventajados: el Richard Kelly de
Donnie Darko), pasando por referencias de inspiración ochentera (
Mi novia es un zombie,
Cristal oscuro) y a la existencia de títulos generacionales que han encontrado su espacio en los submundos de internet (
The Man From Earth).
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Cinoscar Summer Festival: Largometrajes a concurso |
Con todo, tal vez la tónica principal de esta segunda edición la marca la gran amalgama de cine social, en todas sus vertientes y posibilidades. Las referencias religiosas de Macario y el desolador catálogo de personajes de Los olvidados, las dos propuestas mexicanas del concurso, son una prueba de que, en paralelo al neorrealismo italiano (Umberto D) y a la Nouvelle Vague (base, en parte, de la caleidoscópica trama política de Z), existe desde los años 50 y siguientes una necesidad por contar los grandes problemas sociales de cada generación (que, para nuestra sorpresa, coinciden en su mayoría con los del presente). El hombre elefante como evocación del Londres del siglo XIX, Esplendor en la hierba como descripción de la represión y de los efectos del Crack del 29 en la Norteamérica profunda, M, el vampiro de Düsseldorf como clara referencia a la sociedad alemana en vísperas del ascenso de Hitler, El puente como revisión nada condescendiente de la Segunda Guerra Mundial, Casta invencible como postal nostálgica de los ideales conservadores de los Estados Unidos ancestrales, las preocupaciones conspirativas como herencia de la Guerra Fría que vemos en Los tres días del Cóndor, Elisa, vida mía como retrato íntimo y familiar de la España posterior a la muerte del dictador, Platoon como crítica a la Guerra del Vietnam y las distintas exploraciones de los nuevos modelos sociales de Occidente (el retrato familiar de La casa de mi vida o la deriva de la juventud actual de Las reglas del juego y American History X) son ejemplos de obras apegadas a un tiempo histórico muy concreto, pero que vistas ahora ganan en matices y significados.
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Cinoscar Summer Festival 2014: Cortometrajes amateurs a concurso |
Por otra parte, otras obras se sitúan en distintos compartimentos. Ser o no ser y Rebeca, convertidas en insignias de la comedia y del cine de suspense respectivamente, llegan al festival en calidad de películas de valor universal. Con Metrópolis viajamos a los mismísimos cimientos del cine: de alguna manera, todo lo visto en el Cinoscar Summer Festival emana de la construcción muda de Lang. Y en otros casos, el tiempo, más que definir o defender a las obras, las ha encapsulado, convirtiéndolas en joyas preciadas pese a su poca popularidad: ello puede comprobarse en Faraón, El cebo o La chica de la fábrica de cerillas, representantes a su vez del estilo de tres creadores no siempre bien tratados por el discurso crítico imperante. Todo ello sin olvidar obras metalingüísticas y autoreferenciales, ficciones dentro de ficciones según las normas y las estéticas tanto del teatro (¿Qué fue de Baby Jane?, Noche de estreno) como del cine (8 y medio, La noche americana).
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Cinoscar Summer Festival 2014: Especial Peter Greenaway |
La reivindicación estará presente en el festival con la retrospectiva al cineasta galés Peter Greenaway, del que reseñaremos sus obras más importantes. Un director polémico, comprometido y sugerente cuya producción abarca todo tipo de formatos, técnicas, mensajes y épocas: un reflejo impagable, en resumen, de la variada oferta del festival. La nómina de cortometrajes se funde con la apuesta de los largos: estamos sin lugar a dudas ante 14 piezas del mejor cine de pequeño formato y grandes resultados. Y finalmente, una mirada hacia el futuro con la exposición del trabajo de 13 nuevos autores que aspiran a ser los nombres del cine que está por venir: os aconsejamos leer las entrevistas y visionar estas prometedoras piezas, que además nos permiten medir la temperatura del mundo del cortometraje, principalmente en España, difícil en lo económico pero fructífero en ideas.
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Cinoscar Summer Festival: Cortometrajes a concurso |
Un Cinoscar Summer Festival, en definitiva, con un menú notabilísimo en cantidad y en calidad. Perdición de Billy Wilder como obra inaugural y Masacre, ven y mira de Elan Klimov como obra de clausura serán las encargadas de dar el pistoletazo de salida y de concluir un certamen que se avecina intenso. A partir de hoy, desde ahora mismo, Cinoscar & Rarities abre sus puertas para todos los que quieran viajar a la magia del cine. Bienvenidos a todos... ¡y a disfrutar!