sábado, 7 de marzo de 2009
REFLEXIONES SOBRE TRIANGLE
Triangle es una historia de secretos y mentiras, adicciones y fobias, amores rotos y seres al borde del abismo. Los protagonistas construyen sin saberlo un triángulo amoroso, una figura abstracta que enseña al final del relato las telarañas de unos seres heridos e infelices. Nuestro detective, espectador de la barbárie, observa la destrucción de este castillo de naipes, debe reconstruir el pasado del desaparecido, de la misma forma que el lector/espectador debe ordenar todas las piezas del puzzle. El detective convierte el triángulo en un cuadrado porque el mundo es inexacto, antónimo a la aritmética y a lo racional. La desazón, la consciencia de haber perdido algo tras la historia es el núcleo que comparten todos los personajes. Todos salen perdiendo: unos mueren, otros serán zombies de por vida y morirán de forma prematura. El triángulo lo corrompe todo.
Las alas y el morro central del avión también dibujan una especie de triángulo, aunque otra vez inexacto: la cola, la parte invisible que esconde nuestros secretos y dependencias, deshace la armonía, un equilibrio que la máquina pierde provocando el consabido accidente. El detective pierde a su familia, vampirizado por un trabajo, por la obligación moral de resolver el enigma. La promesa que hace a la mujer del desaparecido será la gran utopía, el gran peso que nuestro héroe llevará a cuestas hasta el final. El lector debe preguntarse si el detective reconstruirá su vida o dejará llevarse por la vorágine del horror. Yo apuesto por la segunda opción.
El detective es una víctima del mundo capitalista, ha sucumbido a la mentira que conlleva casarse, tener una vida estable y enjendrar hijos. Esta misma rutina es la que domina a nuestro alcalde, una persona que lo tuvo todo y que el poder lo ha corrompido. El camino de nuestro alcalde roza lo ilegal e inmoral, pero el destino, aquí irónico, le deparará varias sorpresas: la droga con la que trafica es la misma que consume su hijo, y su amante, justificación de una vida conyugal incompleta, vivirá un affair con el adolescente que, víctima también de un ambiente podrido, cree y quiere madurar antes de lo previsto. Todo el mundo tiene una doble cara: no existe el marido perfecto, el alcalde ideal, el hijo ejemplar o la azafata hacendosa. La vida, compleja y fútil, esconde más fantasmas de los deseables. Por eso, la gente que ve al protagonista herido ante el Big Ben corre despavorida: saben que algo va mal, que el mundo va mal y que nadie hace nada para cambiar el rumbo del avión, aquí caído y reconvertido en chatarra. El hijo drogadicto demuestra que la vida tiene forma de bucle: los humanos estamos diseñados para caer siempre con la misma piedra. Nuestros errores son una extensión de los fallos de nuestros padres y una antesala de los delitos de nuestros hijos.
Un thriller incompleto, un pozo de preguntas, una historia sin principio ni final. Un reflejo del caos que siempre nos ha dominado y que ahora, tras el avión del 11-S, vuelve cual bofetada. A quienes hayan sentido algo al leer la historia, a quienes hayan intentado reconstruir la trama en orden cronológico y a quienes hayan disfrutado con la lectura de la obra, les doy mis gracias. Se establece otro triángulo: el escritor, el ordenador y el lector.
XAVIER VIDAL.
FOR YOUR CONSIDERATION:
Mejor actor protagonista: RALPH FIENNES
Mejor actriz protagonista: MARISA TOMEI
Mejor actor de reparto: TOM WILKINSON
Mejor actriz de reparto: PATRICIA CLARKSON
Es de elogiar como os lo currais. Si hubiese sido unos meses antes me hubiese encantado participar, pero en estas fechas me es imposible. Quizás en la próxima edición.
ResponderEliminarMuchísima suerte.
Saludos.
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