CRÍTICA | UNA RAZÓN BRILLANTE, de Yvan Attal

Lecciones

UNA RAZÓN BRILLANTE (LE BRIO)

César a la mejor actriz revelación y nominación a mejor película y actor protagonista

Francia, 2017. Dirección: Yvan Attal Música: Michael Brook Fotografía: Rémy Chevrin Reparto: Daniel Auteuil, Camélia Jordana, Jacques Brel, Serge Gainsbourg, Romain Gary, Yvonne Gradelet, Yasin Houicha, Nozha Khouadra, Jean-Baptiste Lafarge, Louise Loeb, Claude Lévi-Strauss, François Mitterrand, Yves Mourousi, Nicolas Vaude Género: Comedia dramática Duración: 90 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 30/03/2018  
¿De qué va?: Antes de que el conflicto entre un profesor y una alumna durante el primer día del curso se viralice entre los medios de comunicación y la comunidad educativa, el responsable de la Facultad de Derecho de París obliga al docente implicado en el altercado a presentar a la estudiante a un concurso de oratoria a nivel nacional. La relación entre ambos no estará ausente de tiranteces y situaciones graciosas.

El cine francés, de un tiempo hasta ahora, parece obsesionado con las diferencias de clases, las banlieue parisinas y la convivencia en las instituciones públicas, ya sean educativas, judiciales o médicas. Y... atención: nadie, ni los más reaccionarios, acusan a nuestros vecinos de esa politización que sí parece aplicable al audiovisual español (que cada uno se pregunte el porqué de tal injusticia). Una razón brillante, en consecuencia, debe entenderse como un ejemplo más de todas esas preocupaciones y de la capacidad de los franceses por convertir cualquier premisa, por simple que resulte, en un bombazo con visos sociológicos. La película de Attal se debate entre la crítica y la tradición, lo irreverente y lo formulario, y probablemente su mensaje cale hondo entre aquellos que buscan historias amables pero inteligentes en las salas de versión original subtitulada. El placer de ver a un docente tan pasado de rosca como Daniel Auteuil y la energía de su alumna más aventajada, la revelación Camélia Jordana, nutre por encima de cualquier elemento una película que, dentro de sus convencionalismos, reivindica el poder del lenguaje como arma de seducción, transmisión de ideas e incluso manipulación, algo que se agradece en tiempos de emoticonos y abreviaturas. Curioso que, con semejante tema, la película resulte un tanto esquemática, incapaz de ir más allá de ciertos lugares comunes (el racismo de la clase alta, la historia de superación personal de la joven desfavorecida, etc.). Pero los galos siempre convierten sus flaquezas en virtudes: ahí están sus nominaciones a los César y la sorprendente unanimidad crítica entorno a la película. Lo que no tenían previsto nuestros amigos del norte es que el estreno de la cinta en España coincidiría con el escándalo del Máster de la señora Cifuentes: si alguien necesitaba recobrar la confianza en nuestras universidades, Una razón brillante, sin hacer honor a su adjetivo, sí regala una hora y media de cine casi catártico.

Para interesados en las relaciones profesor-alumno en la Francia post Charlie Hebdo.

Lo mejor: Camélia Jordana.

Lo peor: No deja de ser "una película francesa más".

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