sábado, 14 de abril de 2018

CRÍTICA | EL GRILL DE CÉSAR, de Darío Aguirre


EL GRILL DE CÉSAR
Alemania, 2014. Dirección y guión: Darío Aguirre Música: Darío Aguirre Fotografía: Santiago Oviedo Reparto: César Aguirre, Darío Aguirre, Gloria María Guevara, Manuela Torres Género: Documental Duración: 88 min. Tráiler: Link
¿De qué va?: Para rescatar a su padre de la ruina e impedir que cierre su churrasquería, Darío Aguirre deja temporalmente su casa en Alemania y vuelve a Ecuador. Tal vez las cosas serían más sencillas si Darío no fuera vegetariano. Lo que comienza como una tragicómica discusión sobre horarios de apertura y variaciones en el menú, se va tornando con el tiempo en un profundo y auténtico retrato familiar.



El grill de César es una coproducción entre Alemania y Ecuador, obra autobiográfica en la cual el director Darío Aguirre decide plasmar parte de su historia: el periplo de un ecuatoriano que decide viajar a Alemania en busca de un futuro mejor y forjar su carrera como cineasta, 12 años después de su partida recibe la llamada de su padre quien le pide ayuda con sus problemas económicos, ante dicha petición Aguirre retorna al país y es ahí donde empieza esta entrañable obra. El grill de César  aborda temas universales como el efecto de la inmigración en la sociedad y las diversas familias, el contraste cultural y generacional y la complejidad de las relaciones familiares, entre varios otros temas. Darío Aguirre en su ópera prima rehúsa a realizar un documental al uso y se convierte en un protagonista más frente a la cámara, y aunque se intuye cierta preparación previa, el film desborda naturalidad en todos sus fotogramas y de una manera muy humana y entretenida nos muestra un proceso de reconciliación o acercamiento paternofilial, donde la crisis financiera del restaurante Los pinchos de César  en realidad es el pretexto para ahondar en la crisis de familia y la nula relación entre padre e hijo, dos casi desconocidos que mientras intentan lograr su objetivo de sacar adelante el negocio familiar, tendrán la oportunidad de conocerse y entenderse mejor, a pesar de sus marcadas diferencias. El grill de César es un constante revoloteo entre las memorias del pasado y las vivencias del presente, entre lo que pudo ser y lo que nunca fue, una búsqueda que deja como resultado respuestas a preguntas que por miedo no se habían formulado antes y el atisbo de sentimientos que a veces tanto cuesta al ser humano expresar. Conforme avanza el metraje, entre tristezas, confesiones inesperadas y una singular música entonada por el mismo Darío Aguirre, vamos conociendo al director, a sus padres, sus penas y alegrías, y es entonces cuando nos damos cuenta que estamos ante una película con la que es muy fácil empatizar: la crónica de una crisis económica de la cual no podía salir nada bueno, pero al menos sirvió como puente para vivencias que lograron afianzar los lazos afectivos de una familia fracturada. Una película que sin duda merece la pena el visionado. 


Frase favorita
“Desde siempre Los pinchos de César se la pasan más que nada sobreviviendo… así como todos en Ecuador.”


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