jueves, 13 de octubre de 2016

CRÍTICA | THE NEON DEMON, de Nicolas Winding Refn


Sobre la belleza y el cine
THE NEON DEMON, de Nicolas Winding Refn
Festivales de Cannes y Sitges: Sección oficial a concurso
Francia, 2016. Dirección: Nicolas Winding Refn Guión: Mary Laws, Polly Stenham y Nicolas Winding Refn Fotografía: Natasha Braier Música: Cliff Martínez Reparto: Elle Fanning, Jena Malone, Keanu Reeves, Christina Hendricks, Bella Heathcote, Abbey Lee, Karl Glusman, Desmond Harrington, Cody Renee Cameron, Chris Muto, Lucas Di Medio, Jamie Clayton, Charles Baker, Taylor Marie Hill, Sophie Mazzaro Género: Thriller surrealista. Terror Duración: 115 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 25/11/2016
¿De qué va?: Jesse llega a Los Ángeles dispuesta a hacer realidad su sueño: convertirse en una estrella de la moda. Al asistir a sus primeros cástings pronto se dará cuenta de los celos que despierta en algunas de sus compañeras, una obsesión que terminará derivando en locura.



En un momento clave de The Neon Demon, un diseñador asegura a la protagonista, una adolescente de dieciséis años con ínfulas de supermodelo, que lo único que importa es el físico, la belleza externa. Esa es la gran metáfora de una cinta que pone sobre el tapete las envidias, las rencillas y la competitividad que rodea al mundo de las pasarelas. También la confesión en voz alta por parte de Winding Refn de que el cine, antes de ser un catalizador de historias, debe imponerse como una experiencia física, una sucesión de imágenes que entra por los ojos y que debe disfrutarse renunciando a cualquier raciocinio, entregándose a la capacidad hipnótica de sus fotogramas. Podrá estarse más o menos de acuerdo con esa concepción del séptimo arte, pero nadie le puede negar a Winding Refn cierta coherencia en su discurso.   


The Neon Demon, con esas bases éticas y estéticas, es una sucesión de momentos que torpedean la pantalla con el único objetivo de apelar al subconsciente de la audiencia, cautivándole aunque sea a base de provocar estupor e incluso disgusto. Lo peor que le podría pasar a The Neon Demon es que produjera indiferencia, algo que nunca sucede. Por ello, el nuevo estreno del director danés me parece contra todo pronóstico su obra más explícita, la más desnuda, la más artificiosa y en parte la más sincera. El director renuncia a la narración y prefiere moverse en la alegoría con luces fosforescentes y ecos del cine de terror. Tan fascinante como discutible.




Algunos verán en el film una muestra de la altivez de Winding Refn, pero quien escribe cree estar ante la criatura más libérrima y descaradamente hueca de cuantas haya filmado el autor de Drive. The Neon Demon se mueve entre la lucidez y la pesadilla, la celebración de la nada y la crítica a ese mismo vacío, la "estética por la estética" y el "todo significa". The Neon Demon es la película más radical de Winding Refn, y por lo tanto la que define en mayor medida la esencia de su cine. Ahora sabemos que toda su obra tiene vocación de espectáculo vacuo y fatuo (o todo lo contrario). Y este blog, a pesar de los pesares, aplaude su sinceridad.



Para espectadores que buscan los títulos de culto del futuro.
Lo mejor: El pesadillesco paseo en la discoteca. Su genial banda sonora.
Lo peor: Es tan fácil de defender como de desmontar.

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