jueves, 27 de octubre de 2016

CRÍTICA | LA COMUNA (KOLLEKTIVET), de Thomas Vinterberg


Vivir en común y en comuna
LA COMUNA (KOLLEKTIVET), de Thomas Vinterberg
Oso de Plata a la mejor actriz (Trine Dyrholm)
Dinamarca, 2016. Dirección: Thomas Vinterberg Guión: Tobias Lindholm y Thomas Vinterberg Fotografía: Jesper Tøffner Música: Fons Merkies y VV. AA. Reparto: Ulrich Thomsen, Fares Fares, Trine Dyrholm, Ole Dupont, Julie Agnete Vang, Lars Ranthe, Lise Koefoed, Adam Fischer, Magnus Millang, Oliver Methling Søndergaard, Helene Reingaard Neumann, Rasmus Lind Rubin Género: Drama Duración: 105 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 16/12/2016
¿De qué va?: Copenhague, años 70. Al heredar una casa grande, Erik, un profesor universitario, y su esposa Anna, presentadora del telenoticias del canal DR, decide convertir el lugar en una comuna. La vida colectiva se resiente cuando Erik mantiene un affair con una alumna suya.



Vinterberg vuelve a su Dinamarca natal tras filmar Lejos del mundanal ruido con La comuna (Kollektivet), un curioso acercamiento al ambiente hippie de los 70. Entre la comedia y el drama, la película cuenta el devenir de una familia que decide vivir con desconocidos, un grupo en el que pronto empiezan a aflorar roces y relaciones de todo tipo. El mensaje no se desmarca de lo esperado: el idealismo de los protagonistas acaba en saco roto porque son incapaces de discernir la libertad del libertinaje, si bien su inocencia resulta edificante para poner en duda el individualismo que ha acabado imponiéndose en nuestros tiempos. La película es amena, cuenta con una factura de época bastante digna y se sirve de la excelente cantera de actores del país (Thomsen y Dyrholm están excelentes), pero La comuna (Kollektivet) no puede más que considerarse un título menor en la filmografía de su artífice. Sorprende que un cineasta tan implicado con la institución familiar, casi siempre con acercamientos poco complacientes (ahí están los abusos sexuales de Celebración, la sombra de las drogas en Submarino o el peso de una mentira en La caza), apueste aquí por un relato más reconfortante, un tanto edulcorado y, en conjunto, bastante obvio. La comuna (Kollektivet) prefiere ser la crónica de una infidelidad y olvida ser una reflexión sobre los sistemas de vida alternativos, por lo que el resultado final dista muy poco del vodevil con caché. En definitiva, un pequeño desliz que se ve a la misma velocidad que se olvida. Esperemos que Vinterberg vuelva en breve a las diatribas sociales que tantos buenos réditos le han dado en las últimas dos décadas. 


Para amantes del cine de época de regusto "buenrollista".
Lo mejor: Sus actores.
Lo peor: Que deje fuera de foco, por accidente o por decisión propia, los temas más interesantes de la trama.

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