jueves, 14 de julio de 2016

CRÍTICA | ORÍGENES, de Mike Cahill


ORÍGENES (I ORIGINS), de Mike Cahill
Mejor película del Festival de Sitges 2014
EE. UU., 2014. Dirección y guión: Mike Cahill Fotografía: Markus Förderer Música: Will Bates y Phil Mossman Reparto: Michael Pitt, Brit Marling, Astrid Bergès-Frisbey, Steven Yeun, Archie Panjabi, Kashish, Cara Seymour, William Mapother, Venida Evans, Ako, Dorien Makhloghi, Charles W. Gray, John Schiumo, Farasha Baylock, Christopher Santamaria, Sebastian Santamaria, Rhonda Ayers, Crystal Anne Dickinson, Venida Evans Género: Drama romántico. Ciencia ficción Duración: 110 min. Tráiler: Link Elección de Anaís Medina
¿De qué va?: Ian es un biólogo molecular que estudia los estadios de la evolución del ser humano. Una noche en una fiesta se enamora de una mujer. De ella sólo recuerda los ojos. Ese será el inicio de un descubrimiento científico y místico que cambiará su vida e incluso la de toda la humanidad.


CRÍTICA XAVIER: Voy a contaros un secreto. Vi Orígenes en el Festival de Sitges... y durante la sesión me dormí unos diez minutos. Que si el cansancio de ver tantas películas seguidas al día, que si el aire acondicionado de la sala... En ningún caso culpo a la obra de Mike Cahill. La cabezada fue corta, así que no me perdí nada relevante del film. Me gustó, pero no aplaudí su premio porque, tras ver unas cuarenta obras de terror puro y duro, la de Cahill me pareció una versión bastante "light" y "hipster" del género, la típica película de ciencia ficción para aquellos públicos que no suelen transitar ficciones de corte fantástico. Ahora he revisionado el film con los ojos bien abiertos, algo gracioso tratándose de una ficción en la que la visión ocupa un papel muy importante de la trama. Y me reafirmo en aquello que pensé al salir del Auditori sitgense. Orígenes tiene estilo, es interesante y entretenida, invita a pensar sobre aspectos imperceptibles de nuestro día a día... pero en ella intuyo algo postizo. Como si el film quisiera desarrollar una tesis que luego no es capaz de refutar. Como si en cada fotograma su director quisiera demostrarme lo "guay" que es y al mismo tiempo no pudiera esconder su impostura. Como si a una película de Spike Jonze le quitases el ingenio y te quedaran los travelings a cámara lenta, cuatro frases molonas y la típica banda sonora new age con canción de Radiohead como colofón final. Y aún así, valoro su originalidad, aplaudo su diferencia. Así que no me hagáis mucho caso, visionad la película y juzgad por vosotros mismos. Orígenes no deja indiferente: esa es su gran virtud. ★★★½


CRÍTICA RONNIE: Cahill ganó el premio a la mejor película en el Festival de Sitges por este film que aborda el debate filosófico entre la ciencia y la fe. El realizador se esmera en representar los temas científicos y espirituales con gran equilibrio y neutralidad, permitiendo la reflexión en el espectador y aligerando el conflicto con una historia romántica de aquellas que gustan tanto al público: las de amor a primera vista. Michael Pitt tiene secuencias bien actuadas que dan veracidad al punto de vista que su personaje defiende ante la idea del misterioso número 11 o los cuestionamientos científicos que discuten una fe dogmática. La primer parte de la película tiende a tener un planteamiento más redondo o coherente, mientras que la segunda parte poco a poco cede a una propuesta objetada desde el saber religioso. Esta situación podría resultar incómoda o pesada para algunos espectadores, pero fuera de nuestros interrogantes morales o espirituales puedo decir que la película maneja buenas dosis de tensión y tiene muy a su favor el poder de la reflexión. Orígenes nos invita a ampliar los horizontes de nuestra mente para tener en cuenta otros puntos de vista. El filósofo prusiano Immanuel Kant decía que no podemos conocer las cosas como realmente son en sí mismas, porque nuestra percepción tiene que superar el filtro de nuestros sentidos, y por lo tanto habrá quien no tenga determinados sentidos o habrá quien tenga algunos otros demasiado potencializados por lo que la realidad y la experiencia tienden a ser muy distintas la una de la otra. ★★★


CRÍTICA ISIDRO: Me gusta mucho la ciencia ficción, eso lo sabéis de sobra, y además Brit Marling, artista guapa, talentosa y polifacética donde las haya, me tiene enamoradito perdido desde Otra Tierra, el anterior trabajo de Mike Cahill. Estaba bien predispuesto, pues, a ver esta película. Otra Tierra me pareció guay sobre el papel, pero el producto final me acabó resultando más churretoso de la cuenta; en esta Orígenes, en cambio, se nota cierta madurez en la dirección, o por lo menos Cahill sabe dejar la cámara quieta más rato, pero esta vez, en tema guión, no me convence. Con otro enfoque esta historia de patrones de iris que se repiten tendría su miga, pero tal y como lo cuentan aquí me parece una estupidez. Primero, porque me resulta muy inverosímil, por tonto, que alguien enfoque su tesis doctoral en refutar la existencia de una divinidad superior (Dios, que llamamos). Y segundo, porque que parta de ello para realizar la enésima batalla entre ciencia y religión con un personaje escéptico que cree en lo que ve hasta que presencia un milagro, con la excusa de enseñarnos la retahíla de siempre de que no hay que ser tan cerrado de mente y creer en algo superior e intangible, llámalo Dios, llámalo X, me parece una gilipollez soberana. Por mucho que pretendas, Cahill, tu película sigue siendo ficción, ese milagro te lo has inventado tú como guionista y, por lo tanto, no pruebas nada, no me demuestras nada y no me enseñas ninguna lección. Con todo, la peli me parece guay hasta cierto punto, y volviendo a los orígenes… Brit, ¿quieres casarte conmigo? ★★½

NOTA MEDIA del JURADO: ★★★ 

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