sábado, 16 de julio de 2016

CRÍTICA | COWBOY DE MEDIANOCHE (MIDNIGHT COWBOY), de John Schlesinger


COWBOY DE MEDIANOCHE (MIDNIGHT COWBOY), de John Schlesinger
3 Óscar y 6 Baftas, incluyendo premio a la mejor película
EE. UU., 1969. Dirección: John Schlesinger Guión: Waldo Salt, a partir de la novela de James Leo Herlihy Fotografía: Adam Holender Música: John Barry Reparto: Dustin Hoffman, Jon Voight, Brenda Vaccaro, Sylvia Miles, John McGiver, Ruth White, Bob Balaban, Barnard Hughes Género: Drama Duración: 110 min. Tráiler: Link Elección de Andrés Borja
¿De qué va?: El ingenuo Joe Buck viaja a Nueva York con el objetivo de prosperar. Tras unos inicios como chico de compañía, el joven conoce a Rico, un estafador de poca monta con el que entabla una particular amistad.


CRÍTICA XAVIER: Cowboy de medianoche recibió injustamente la calificación de 'film X' y posteriormente se redimió gracias a su triunfo en el seno académico. John Schlesinger, realizador curtido en el Free Cinema británico, regaló a Hollywood un 'baño de realidad', y éste respondió con el Óscar a la mejor película más rompedor de la historia. Su director explora la marginalidad con un estilo que todavía ahora resulta experimental, tan doloroso como un bofetón en toda la cara. Y a su vez, es imposible no ver en Cowboy de medianoche una síntesis del cine y la sociedad de su época: simbólicamente, el vaquero inocentón que da vida Voigh se abre a la psicodelia del momento, protagoniza una historia de amistad con doble lectura homoerótica, representa la muerte del western (el film se inicia con el plano de una pantalla en blanco) e inaugura un cine urbano que retrata las callejuelas más tenebrosas de una ciudad tan mitificada como Nueva York (ver a alguien moribundo al lado del escaparate de Tiffany's es una de las provocaciones más lúcidas que se le pueden hacer a la mentalidad yanki). Muchos de sus temas y de sus formas siguen escociendo como el primer día. Para quien escribe, Cowboy de medianoche marca un antes y un después en la historia del séptimo arte. Es incómoda y lapidaria, pero también esperanzadora. Aquel año el Óscar interpretativo fue para John Wayne, pero la manera de ver el mundo y el cine ya había cambiado. Una buddy movie de parias con bondad que emociona con sólo recordarla.


CRÍTICA ISIDRO: Un vaquero abandona su Texas natal para ir a Nueva York a probar suerte como gigoló con toda la chulería del mundo. El tío es tonto como solo un falso vaquero tejano tonto puede ser, y al poco, como no podría ser de otra manera, se da cuenta de que no se puede ser tan cateto por la vida. Y de querer comerse el mundo acaba comiéndose otras cosas. Pero por suerte se apaña un llavero lisiado y se hace su amiguito para afrontar junto a él las miserias de la ciudad de las oportunidades. Schlesinger, que parece que no hizo nada más interesante en toda su carrera, trata esta historia con toda la sensibilidad que yo no le he puesto a la sinopsis anterior, y el retrato de la amistad entre estos dos seres derrotados por la vida, con sus sueños rotos y las ilusiones perdidas le queda muy bien y conmueve. También celebro el expresivo montaje de la cinta, con ese primer "chingamiento" con la vieja de 28 años que alterna imágenes de la televisión y culmina con un chorreo de monedas, metáfora nada sutil pero muy acertada. Una peli muy convincente. ½


CRÍTICA RONNIE: Cowboy de medianoche es la única cinta en toda la historia de los premios Óscar que ha recibido la estatuilla de mejor película siendo clasificada X debido a los temas que plantea. No es que hoy en día dichos temas sean fáciles de contar, pero, para la época en la que esta cinta vio la luz, era valiente hablar de la pérdida de la inocencia y de la necesidad de afecto, incluso con una persona de tu mismo sexo. Jon Voight, un lavaplatos tejano, sale de su pueblo un día a buscar fortuna, con su cuerpo como medio de explotación y lucro, pero pronto descubre que en la gran ciudad no será otra cosa más que un paria de la sociedad, un rechazado; y ahí, entre los de sus clase, se encuentra con Dustin Hoffman, un estafador de cuarta, un ratero que muere de tuberculosis. Entre ambos personajes maltrechos surge una amistad “esperanzadora” que lastima a la audiencia por su profunda sinceridad como crítica social. La cinta trasciende la esencia de lo que vemos en pantalla: ya no sólo se trata de hablar del sexo por dinero o los estereotipos del bajo mundo, sino de hablar del aprendizaje por el que todos caminamos, sobreviviendo en territorio hostil, donde todo tiene un precio. ½

NOTA MEDIA del JURADO: ★★★★ 

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