miércoles, 18 de mayo de 2016

CRÍTICA | BERNIE, de Richard Linklater


El funerario funesto
BERNIE, de Richard Linklater
3 nominaciones a los Critics Choice Awards, 2 a los Independent Spirit Award y 1 al Globo de oro
EE. UU., 2011. Dirección: Richard Linklater Guión: Skip Hollandsworht y Richard Linklater Fotografía: Dick Pope Música: Graham Reynolds Reparto: Jack Black, Shirley MacLaine, Matthew McConaughey, Rick Dial, Gary Teague, Tommy G. Kendrick, Mona Lee Fultz, Wendy Crouse, Grant James, Juli Erickson Género: Comedia dramática Duración: 95 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 07/08/2015
¿De qué va?: Bernie Tiede, el enterrador más querido entre las gentes de su pueblo, es acusado de haber asesinado a una viuda anciana con la que mantenía una curiosa relación. Entre la comunidad se expanden todo tipo de rumores. Pero... ¿es Bernie un asesino?



Mientras Richard Linklater ultimaba los últimos pasajes de Boyhood, el norteamericano tuvo ocasión de filmar una obra tan interesante como Bernie, estrenada en España con casi 4 años de retraso. El film supone un ejemplo más del cine militante y mutante de su autor, pero en el fondo no deja de ser un paso más de la ecléctica a la par que coherente carrera de su artífice. A partir de Bernie, un funerario querido por todos sus vecinos al que acusan de asesinato, el cineasta juega con los dispositivos del cine judicial, la narrativa documental, la crítica social y la parodia, dando como resultado un producto que se reinventa cada pocos minutos para, a la postre, no asemejarse a ningún otro; y, al mismo tiempo, la propuesta no se distancia de la filmación dilatada de Boyhood, la colección de instantes de la trilogía 'Antes de...' o el universo animado de Waking Life, películas que intentan documentar el presente, descifrar las relaciones humanas e indagar en las alas más ocultas de la psique.


El gran interés de Bernie reside en su ambigüedad tanto formal como moral: aunque lo que vemos está basado en un suceso que aconteció en Carthage (Texas), Linklater se olvida de las "personas" y construye "personajes": un ejemplo de ello lo encontramos en el tratamiento de los testimonios verídicos que se incluyen dentro de la ficción, tan surrealistas y desternillantes a ojos del espectador como los protagonistas interpretados por Jack Black, Shirley McLaine y Matthew McConaughey. Linklater no se aprovecha de la realidad para copiarla, al menos no en el modo habitual de las películas que se inscriben dentro del sello "basada en hechos reales": más bien el film entiende que la mejor manera de acercarse a una "sociedad" es retratando al "individuo", y que el acercamiento a ese individuo sólo puede hacerse a partir de la duda (¿qué hay de cierto en todo lo que se dice y cree de Bernie? ¿no es el personaje una metáfora de la comunidad que lo cobija? ¿y acaso no es "Norteamérica" un concepto, una convención, una ficción?). 


Por todo ello, Bernie resulta una experiencia tan hilarante como aterradora, una historia tan distanciada de los sucesos que cuenta como íntimamente vinculada a sus criaturas y espacios. Bernie ni se toma demasiado en serio a sí misma ni esconde su lado más serio, un equilibrio al alcance de muy pocos cineastas contemporáneos. Puede verse como una comedia negra, pero en su trastienda hay mucho más: la conversión de la América profunda en un circo de luces y sombras. Una provocación, o tal vez algo más: la demostración de que el cine del S.XXI, en su voluntad por calcar los parámetros de la realidad, no ha hecho más que distanciarse de ella. En Bernie lo real y lo irreal conviven y se confunden, un detalle que también puede decirse de títulos recientes (y, si se me permite, excelentes) como Nightcrawler o Foxcatcher. Futuro título de culto.


Para aficionados a las comedia que, en el fondo, no hacen ni una pizca de gracia.
Lo mejor: Jack Black, inmenso.
Lo peor: Será despachada como una rareza sin más.

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