martes, 5 de abril de 2016

CRÍTICA | KAPGANG (SPEED WALKING), de Niels Arden Oplev


Corre, pero no huyas
KAPGANG (SPEED WALKING), de Niels Arden Oplev
13 nominaciones a los Robert Awards de la Academia de Cine Danés, incluyendo candidatura a mejor película
Dinamarca, 2014. Dirección: Niels Arden Oplev Guión: Bo Hr. Hansen Fotografía: Rasmus Videbæk Reparto: Villads Boye, Anders W. Berthelsen, Sidse Babett Knudsen, Frederik Winther Rasmussen, Kraka Donslund Nielsen, Jens Malthe Næsby, Anette Støvelbæk, David Dencik, Pilou Asbæk Género: Drama Duración: 105 min. Fecha de estreno en Dinamarca: 28/08/2014 Tráiler: Link
¿De qué va?: 1976. En un pequeño pueblo danés, Martin, un chico de 14 años, se prepara para su confirmación. Tiene un gran futuro por delante como deportista y una familia aparentemente idílica. Un día, al terminar su entrenamiento, recibe la peor de las noticias posibles: su madre ha muerto. Amigos y familiares se convocan en la localidad para el entierro, pero Martin intenta mantener la calma. En paralelo, su amistad con un compañero de clase y su vecina se convertirán en puntales indispensables de su vida.



La adolescencia y el despertar sexual siguen siendo una fuente inagotable de ficciones. Porque todos hemos pasado por esa etapa. Porque ese momento crucial en nuestras vidas implica otros tantos descubrimientos de distinto calado. Porque siempre gusta volver la vista atrás y retornar, ni que sea en la oscuridad de la sala y durante una hora y media, a unos años en los que todo se conjugaba en futuro y nada era definitivo. Kapgang (Speed Walking) nos traslada a la Dinamarca rural de finales de los años 70. Martin se prepara para su confirmación, pero la muerte de su madre trunca el mundo aparentemente idílico en el que se había parapetado desde la cuna. Martin se ve obligado a crecer de la noche a la mañana, y ello da pie a una historia que equilibra la nostalgia con la lucidez juvenil. La película toma el nombre de la disciplina deportiva que practica el protagonista, pero bien podría ser una metáfora de su devenir: un caminar rápido, sin prisa pero sin pausa, en el que no queda otra opción que coger aire, tomar impulso y seguir hacia adelante. La fiera interpretación de Villads Boye, el sentido trabajo de Anders W. Berthelsen y la adorable fragilidad de Sidse Babett Knudsen redondean una película que, sin ser perfecta, resulta cercana, veraz y simpática. Porque nunca hemos estado en Dinamarca. Los años 70, con su estética y sus músicas, nos pilla muy lejos. Pero el relato de aprendizaje y crecimiento sigue plenamente vigente, sea cual sea el bagaje de cada uno. Un cuento humano que vale la pena descubrir.



Para luchadores infatigables y corredores de largo recorrido.
Lo mejor: Villads Boye, todo un descubrimiento.
Lo peor: La poco matizada subtrama sobre la presunta homosexualidad de algunos personajes.

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