CRÍTICA | IO E LEI, de Maria Sole Tognazzi

 

Federica y Marina

IO E LEI (ME, MYSELF AND HER), de Maria Sole Tognazzi

Nominación al David di Donatello a la mejor actriz protagonista (Ferilli)

Italia, 2015. Dirección: Maria Sole Tognazzi Guión: Ivan Cotroneo, Francesca Marciano y Maria Sole Tognazzi Fotografía: Arnaldo Catinari Reparto: Margherita Buy, Sabrina Ferilli, Domenico Diele, Ennio Fantastichini, Alessia Barela, Anna Bellatto, Massimiliano Gallo, Antonio Zavatteri, Roberta Fiorentini Género: Drama Duración: 95 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en Italia: 01/10/2015
¿De qué va?: Federica es una arquitecta enamorada de Marina, una ex-actriz alejada de los medios de comunicación. Años atrás, Federica se casó con un hombre, tuvo un hijo y decidió cambiar su vida por completo. Marina, en cambio, siempre ha vivido abiertamente su homosexualidad. Ambas tendrán que hacer frente a nuevas dificultades coincidiendo con la posible vuelta al cine de Marina.

El cine de temática de LGTB casi siempre se interesa por el despertar sexual y por los conflictos sociales, familiares y de distinta índole que acompañan a la "salida del armario". Aunque lo dicho es coherente con las demandas de su público potencial, cabe reprocharle a parte del último cine queer que casi nunca se interese por historias cotidianas, sin banderas ni activismos. No se trata de 'retratar la diferencia', sino de explicar cómo se vive esa diferencia desde la normalidad, una visión coherente con la Europa del S. XXI. Por eso se agradece que la italiana Io e lei no se interese por la sexualidad de sus protagonistas (aceptada desde el primer minuto, sin necesidad de explicaciones) sino por los problemas rutinarios de éstas, detalle que dota a la historia de realidad y de humanidad. Gracias a esto, Io e lei plantea cuestiones mayores como las diferencias generacionales, la necesidad de saber conciliar la vida laboral con la personal o los cambios que afectan a unas personas maduras que, lejos de asentarse al cumplir los "40 y tantos", deciden dar un giro a su vida para vivir en coherencia con sus sentimientos. Federica y Marina, la pareja protagonista, afronta los retos habituales del día a día de la mejor manera posible, y desde la butaca no cuesta empatizar con su complicidad, con sus dudas, con sus más y sus menos. La directora Maria Sole Tognazzi cuenta su historia desde la cercanía, pero nunca desde el costumbrismo. El resultado es una película sincera, defendida por dos grandes actrices y escrita sin artificios ni grandes giros de trama. Al final, da la sensación de haber asistido durante hora y media a la intimidad de dos personajes que podrían ser nuestras amigas, compañeras de trabajo, familiares... o incluso nosotros mismos. Y eso, digan lo que digan, ayuda mucho más a la convivencia y a la normalización de unos y de otros que gran parte del cine queer, ese cajón de sastre que se debate en demasiadas ocasiones entre el romance insulso y la militancia trasnochada.

Para espectadores ávidos de cine LGTB sin artificios.

Lo mejor:  La autenticidad de Margherita Buy y Sabrina Ferilli.

Lo peor: A veces no sabe cómo insertar sus escenas humorísticas.