viernes, 16 de octubre de 2015

CRÍTICA | EL NIÑO Y LA BESTIA (THE BOY AND THE BEAST, BAKEMONO NO KO), de Mamoru Hosoda


La bestia que habita en nosotros
EL NIÑO Y LA BESTIA (THE BOY AND THE BEAST, BAKEMONO NO KO), de Mamoru Hosoda 
Festival de San Sebastián 2015: Sección oficial. Festival de Sitges 2015: Anima't, fuera de concurso
Japón, 2015. Dirección y guión: Mamoru Hosoda Música: Masakatsu Takagi Duración: 115 min. Género: Manga. Fantasía. Drama Tráiler: Link Fecha de estreno en España: Pendiente
¿De qué va?: Kyuta vive en las calles de Tokio tras el fallecimiento de su madre. Al encontrarse con Kumatetsu, una criatura que vive en un mundo fantástico, Kyuta cruza el umbral que separa la realidad del universo de las bestias bajo la supervisión de Kumatetsu. El pequeño acabará trazando una relación mágica con Kumatetsu: será su mentor, su profesor, su guía, su padre y su todo. Pero Kyuta crece, Kumatetsu sigue empeñado en convertirse en el líder de su universo imaginario, y los lazos del pasado parecen debilitarse.


Mamoru Hosoda merece figurar en la primera división del cine contemporáneo, no sólo de animación. Es uno de los pocos directores que gana en temas y texturas película tras película. The Boy and The Beast es maravillosa, pero no sólo eso: se trata de la mejor obra de Hosoda. Una imaginativa historia sobre la bestia que llevamos dentro y la lucha del día a día. La bestia del film actúa como maestro y padre del niño, a la vez que éste va aprendiendo las complejidades de la vida, el amor y el conocimiento. La historia sella un aprendizaje doble cargado de sensibilidad, demostrando que podemos crecer a distintos niveles con seres que a priori son muy distintos a nosotros. A nivel técnico, Hosoda demuestra su mano firme: el trazo de los personajes es recio, el mundo imaginario en el que habitan las bestias es una preciosidad, y cuando la película se traslada a las calles de Tokio sabe aunar la magia con dibujos de corte realista. Tal vez Hosoda dilata demasiado la historia (en general, la narrativa japonesa es poco amiga de la síntesis), pero eso no impide que terminemos el visionado con los ojos enjuagados y la sensación de haber asistido a un espectáculo de primer orden. Las órbitas cinéfilas que tanto adoran a Hayao Miyasaki deberían incluir a Mamoru Hosoda en su lista de altares de ojos rasgados: tras obras tan fantásticas como Summer Wars y Los niños lobo, queda claro que la imaginación de Hosoda no tiene límites. El niño y la bestia ha sido la primera película de animación a concurso en el Festival de San Sebastián: esperamos que también sea la primera de su autor que se estrene en los cines españoles. Una joya.


Para admiradores de la animación con técnica y alma.
Lo mejor: Su madurez, a nivel técnico y narrativo. Es el film más adulto de Hosoda.
Lo peor: Algún recorte en el metraje no le hubiera venido nada mal.

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