miércoles, 8 de julio de 2015

CRÍTICA | JULIO COMIENZA EN JULIO, de Silvio Caiozzi


JULIO COMIENZA EN JULIO, de Silvio Caiozzi
Largometraje nº 24: Cinoscar Summer Festival 2015: Sección oficial a concurso
Elección de Carla Morales
Chile, 1977. Dirección: Silvio Caiozzi Guión: Gustavo Frías Duración: 115 min. Género: Drama Tráiler: Link Reparto: Luis Alarcón, Schlomit Baytelman, Juan Cristóbal Meza, Gloria Münchmeyer, Felipe Rabat, Jaime Vadell
¿De qué va?: Julio, un hombre de buena posición, dispone de tierras, servicio doméstico propio, trabajadores a su cargo, una gran mansión e inversiones e influencias de todo tipo. Su mundo de opulencia se despliega durante el cumpleaños de su hijo Julito, recién iniciado en su despertar sexual y en el control de su hacienda. Con la marcha de Julio al extranjero, Julito se convierte en el terrateniente de sus tierras, un cargo que le llevará a descubrir la responsabilidad, el amor, el sexo y las sombras del poder.
Palmarés: Colón de oro a la mejor película, Festival de Huelva.


RESEÑA MIGUEL: Julio comienza en julio es un retrato muy creativo de la clase alta chilena de principios de siglo XX. Este film es una crítica a la ampulosa casta de la época, a la tiranía de los soberanos y a la benevolencia de los sirvientes. Todo desde la perdida mirada de Julito, el niño inocente que se enamora de una puta. El que la elaboración del film fuera tan costosa en cuanto a tiempo y esfuerzo es un elemento más que define el carácter crítico de una cinta que transgrede, no sólo a nivel de contenido, sino de forma, pues su dirección de primerísimos planos, sus movimientos de cámara veloces y su gusto por el esperpento convierten a Julio comienza en julio en una rara avis que puede acumular grandes gestas de fans. Yo soy uno. 

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RESEÑA XAVIER: Ahora que la presencia del cine chileno en los festivales y en nuestras carteleras está viviendo uno de sus momentos más dulces, es interesante visionar películas como Julio comienza en julio, obras seminales y de enorme influencia para la mayoría de autores en activo. Caiozzi contribuyó de forma decisiva a fertilizar la timorata cinematografía chilena en tiempos de censura, desafección popular y escasez de medios (Julio comienza en julio, sin ir más lejos, se rodó bajo mínimos técnicos, de forma clandestina e intermitente durante tres años). La película, con ecos de Saura, Buñuel y el melodrama de firma norteamericana, traza una clásica historia de abuso de poder, de señores y señoritos; evidencia el papel de la religión y de las supersticiones ancestrales como base del yugo de unos y de la manipulación de otros, a la vez que se desdeña el saber empírico que representa el personaje del profesor; y en paralelo, encuadra todo su entramado social en una historia de descubrimiento vital y sexual. El título, en apariencia una chanza lingüística, esconde todo un mundo semántico: Julito, el adolescente inexperto, se debe al legado de su padre Julio, aunque no sea consciente de ello. El film, a la postre, estudia el carácter hereditario de la esclavitud y del caciquismo. También resulta una experiencia subyugante, con una fotografía que dota de cierta magia e irrealidad a sus fotogramas de tonalidades sepia. No es redonda, pero sí es una de las rarezas y de los descubrimientos más notables del festival. 

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RESEÑA DANIEL: Va a cumplir 15 y se le hará una gran fiesta; se le entregará un regalo que no olvidará. Su padre lo ha prometido. Y es común, en todas las regiones de América Latina, observar dicha tradición: que a los hijos llegados a esta edad (aunque mayoritariamente en mujeres) se les celebre por todo lo alto el hecho de “dejar de ser niños”. Se llama Julio como su padre y tiene toda la curiosidad del mundo sobre las mujeres. Nunca ha estado con ninguna, pero apenas puede estar con la prostituta que lo ‘hará hombre’ su corazón despierta en él mil emociones haciendo que todo al final fracase. Julio comienza en Julio, más que un film, es un retrato, un cuadro esbozado y 'acuareleado' al compás de las guitarras que suenan en las dulces y bellas praderas chilenas. Un retrato de familias, de tradiciones; un cuento del despertar de un muchacho y la finalización de un ciclo. Una película que, con la sublime dirección de Caiozzi, nos introduce a la desgracia interna de una aristócrata familia latina. Un triunfo cinematográfico nacido en los albores de este lado del mundo.

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RESEÑA ISIDRO: Julio comienza en julio es la historia de un niño pijo cuyo padre, un rico terrateniente, le regala para su cumpleaños, por decirlo así, simple y llanamente, un polvete. O los que quiera echar. No con él, Zeus nos libre, sino con una de las prostitutas a las que invita a la fiesta. “¿Qué fiesta?”, preguntó la joven meretriz, “la que te va a dar esta”, le contestaron. Sí, estoy empezando a desvariar más de la cuenta. Disculpadme, es que escribir sobre esta película me suscita el mismo interés que verla: muy poquito. La película trata temas que hemos visto muchas veces: conflictos de clases, romances prohibidos, y aunque se nota que hay personalidad, con esa estética de película muda y fotografía en sepia, y puede que tenga más lecturas de las que en principio me entran ganas de desentrañar, no acabo de pillarle el tono, se me hace plúmbea y reiterativa y acabo dándole la razón al padre: al niño le hace falta espabilar, sí, pero a base de hostias. Y yo se las daba y me quedaba tan a gusto, eh, sobre todo al final. Porque, ¿qué clase de final es ese? Cualquiera que haya visto la cuarta temporada de Juego de tronos sabe que ante una situación como esta la solución requiere echarle un par de huevos. Y ballestas. Pium. 

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RESEÑA MAYRA: La cinta se desarrolla en una sociedad demasiado religiosa, sumisa y machista. Padres que intentan dejar en sus hijos un legado a sus ojos intachable pero que en el fondo deja mucho para reprochar. Mujeres que, como diría Amelia Folch, son “monja, fiel esposa, prostituta, que poco repertorio tienen las mujeres en el pasado.” Ese es el ambiente que acompaña a ‘Julito’ en su paso de la adolescencia a la juventud, donde las pulsiones sexuales, y los aparentes sentimientos amorosos de este personaje lo arrastraran a conflictos emocionales devastadores para él. Julio comienza en julio, si bien es cierto que resulta medianamente interesante, también me ha parecido un poco plana. Tal vez en su momento y sobre todo en la cinematografía chilena resultó ser una cinta meritoria, pero al menos para mí, visionando el film ahora, creo que carece de un conflicto realmente importante que sea capaz de enganchar al espectador. 

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VALORACIÓN DE LA CRÍTICA

Carga con la responsabilidad adicional de haber sido declarado "el mejor filme chileno". Es probable que no lo sea, ni tampoco el más popular, pero es muy significativo que los temas que aborda se adhieran con tanta precisión al momento en que fue filmado que casi hizo necesario que la acción se desarrollara en el pasado y en el campo, espacio mítico nacional por excelencia. Vera-Meiggs, CineChile

En 'Julio Comienza en Julio' ya están presentes una serie de rasgos que convertirán a Silvio Caiozzi en uno de los más importantes directores de cine chilenos: un gran sentido de la puesta en escena, notable manejo de la dirección de actores y una gran capacidad para generar lecturas de la situación política del país a través del implícito. Escuela de Cine de Chile

NOTA DE LA CRÍTICA

Filmaffinity: 7'3 / IMDB: 7'3
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VALORACIÓN DEL JURADO FESTIVAL

El jurado del CSF ha decidido promover el film a  
2 PREMIOS DEL FESTIVAL:

Mejor guión original: GUSTAVO TRÍAS
Mejor fotografía: NELSON FUENTES

NOTA DEL JURADO

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