martes, 12 de mayo de 2015

CRÍTICAS | CAUTIVOS (THE CAPTIVE) y CONDENADOS (DEVIL'S KNOT), de Atom Egoyan


A vueltas con Atom Egoyan
CONDENADOS (DEVIL'S KNOT), de Atom Egoyan. EE. UU., 2013. Reparto:  Reese Witherspoon, Colin Firth, Mireille Enos, Kevin Durand, Alessandro Nivola, Amy Ryan, Kris Polaha, Collette Wolfe, Dane DeHaan, Kristopher Higgins, Judd Lormand, Bruce Greenwood, Stephen Moyer, Elias Koteas Género: Drama, thriller Duración: 110 min. Tráiler: Link Pendiente de estreno en España
CAUTIVOS (THE CAPTIVE), de Atom Egoyan. Canadá, 2014. Reparto: Ryan Reynolds, Scott Speedman, Mireille Enos, Rosario Dawson, Bruce Greenwood, Kevin Durand, Alexia Fast, Peyton Kennedy, Brendan Gall, Aaron Poole, Jason Blicker Género: Drama Duración: 110 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 15/05/2015

En Condenados, Colin Firth interpreta un abogado con muchas dudas.

Condenados, estreno largamente postergado en España que recibió reseñas sangrantes tras su pase donostiarra, y Cautivos, que llega a los cines españoles un año después de su exhibición en Cannes, vuelve a poner al director canadiense Atom Egoyan en el centro de la atención artística. No somos los primeros ni seremos los últimos en escribir que las últimas propuestas de Egoyan distan de tener la carga dramática, la redondez narrativa y la frescura de sus títulos de los años 90, pero no es menos cierto el hecho de que cierto sector de la crítica, por injustificada costumbre, desdeña el cine de Egoyan aun cuando éste presenta algunos apuntes de interés, pequeños destellos de maestría de ese cineasta que no hace tanto contaba con el beneplácito de toda la comunidad cinematográfica. De ahí que sea necesario apuntar ciertos matices en torno a las últimas producciones de Egoyan, aceptando que, a pesar del predominio de sombras, sus obras siguen presentando espontáneas luces que justifican largamente su visionado y estudio.

Los jóvenes acusados de Condenados: ¿culpables o inocentes?

Condenados es un compendio de la peor cara del cine de Egoyan. A partir del caso real del asesinato de unos niños en la Norteamérica profunda, el director recrea una tibia crónica criminal que apenas conserva la silueta de ficciones como El dulce porvenir. Egoyan resuelve la película de forma formularia, con una personalidad nula y un ritmo desganado más propio de una trama de sobremesa que de una creación del firmante de, por ejemplo, El viaje de Felicia. Condenados cae en el patetismo más peligroso con una Reese Whiterspoon exageradísima y un Colin Firth incapaz de remontar el vuelo de la historia, dato incomprensible en un director especialmente brillante en la dirección de sus intérpretes. Influye, obviamente, el hecho de que Egoyan vacíe de trascendencia y complejidad psicológica todas las pesquisas del crimen, pero sobre todo Condenados carece de todo interés debido a la existencia previa de distintos documentales sobre el mismo caso, todos ellos de factura y narración más que notable: nos referimos a West of Memphis (Amy Berg, 2012) y a la trilogía Paradise Lost (Joe Berlinger y Bruce Sinofsky, 1996, 2000 y 2011), con el añadido de que esta última, en sus tres entregas, desmenuza la evolución del caso a lo largo de dos décadas de litigios, confusiones y escarnios mediáticos sobre los acusados.

En Cautivos, Ryan Reynolds da vida a un padre dispuesto a todo por recuperar a su hija.

Cautivos, en cambio, sí entronca con el Egoyan más reconocible, no sólo por el escenario helado que enmarca la historia, sino por su descripción de las alas más ocultas del ser humano. Egoyan se permite algunas licencias que deslucen el conjunto como la arbitrariedad de sus excesivos saltos en el tiempo, pero el film conserva la atmósfera del Egoyan más atinado. Su historia presenta algunos vacíos poco creíbles y pueden cuestionársele las reacciones poco matizadas de sus protagonistas, pero también es innegable que el film inquieta incluso en los momentos en los que el espectador cree que el director le está llevando a un callejón sin salida. Con todo, el ritmo viciado de la trama resta potencia y verdad a la historia, más interesante por lo que deja intuir que por lo que realmente muestra. Sea como sea, la película no se merecía los escritos negativos que coleccionó tras su presentación en la sección competitiva de Cannes, un escaparate en el que sí merecía figurar, aunque fuera sólamente por contener pequeñas reminiscencias de las grandes obras de Egoyan. Pero no vamos a culpar a los cronistas que se concentraron en La Croisette: lo sucedido en el certamen galo no deja de ser la reacción lógica ante un director que, incapaz de igualar o superar sus mejores logros, se convierte en 'cautivo' de su propia filmografía. Lástima que Ryan Reynolds no figurara ni tan siquiera en las quinielas de la palma interpretativa, porque estamos sin lugar a dudas ante la composición más esforzada de su carrera.

Cautivos, un thriller con la pedofilia como telón de fondo.

En resumen, Egoyan sigue interesado en explorar los mecanismos del mal, aunque sus nuevas creaciones carezcan del halo fatalista y místico de sus inicios. Egoyan no ha perdido sus señas como autor, pero su cine sí se intuye menos auténtico, seguramente porque las imposiciones de la industria, unidas a cierto desgaste creativo, le han obligado a atenuar la cadencia pausada, los silencios desasosegantes y las historias oscuras que le hicieron célebre a finales de siglo. En breve conoceremos Remember, el nuevo largometraje de Egoyan con actores del peso de Christopher Plummer, Martin Landau y Bruno Ganz: ¿qué rumbo tomará la errática trayectoria de Egoyan? Estaremos muy atentos.


Valoración Condenados:


Valoración Cautivos:

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