Los nominados al Oscar al mejor actor secundario son:
ALAN ARKIN, por Argo
A favor: Arkin es uno de los actores de reparto más reputados de la industria. Su Oscar por Pequeña Miss Sunshine insufló vida a su carrera, y tal vez porque lo hemos visto mucho recientemente en la gran pantalla da la sensación de que Arkin ha sumado más méritos que el resto de veteranos de la terna. Su personaje es el contrapunto cómico de una película que, recordémoslo, es la favorita y la ganadora del SAG al mejor reparto. Arkin, en definitiva, caerá simpático incluso entre aquellos que no voten por Argo en la categoría reina. Da la sensación de que la película no ha tenido más representación en apartados actorales y que los votantes tienen ganas de reconocer el trabajo del elenco, desde Affleck hasta Goodman y Cranston: el Oscar para Arkin, por lo tanto, sería un reconocimiento indirecto a todos los responsables del film, un poco como puede suceder con Anne Hathaway respecto el conjunto de actores de Los miserables. Haber estado nominado a todo en un año con fluctuaciones es una garantía. Arkin da vida a una persona que se dedica al honroso trabajo de contar historias y hacer películas, justamente aquello que hacen los votantes.
En contra: Su medallero no destaca y su anterior Oscar está todavía muy reciente en la memoria de todos, y más teniendo en cuenta que en ese año ya se impuso de forma más o menos cuestionable sobre otras apuestas sólidas como el Eddie Murphy de Dreamgirls. De los cinco nominados, a Arkin tal vez le toca lidiar con el personaje que deja menos huella tanto en el conjunto de su película como en la nómina total de interpretaciones secundarias. La historia no le beneficia: si Argo se convierte en la nueva ganadora por sorpresa seguiría el camino de Crash, y por la película de Haggis el intérprete Matt Dillon no pasó de la nominación. Mientras que Lincoln y El lado bueno de las cosas han centrado su campaña en las posibilidades de sus intérpretes, el magno aparato promocional de Argo no ha vendido a lo grande la mención de Arkin, por lo que da la sensación que en las mismas trincheras del film de Affleck pocos confían en un segundo premio para Arkin.
ROBERT DE NIRO, por El lado bueno de las cosas
A favor: Si con Arkin hablábamos en términos de continuidad, con De Niro hay que recurrir a otra palabra: renovación. Porque la carrera del mítico actor ha discurrido recientemente por títulos casi siempre menores hasta que El lado bueno de las cosas nos ha recordado el buen intérprete que siempre fue. Porque hace más de veinte años que no aspira a un Oscar, porque ya se quedó con la miel de la nominación en los labios hace una década con Los padres de ella y porque los votantes son muy diferentes a aquellos que valoraron su participación en El padrino: parte 2 y Toro salvaje, existe la posibilidad que De Niro reciba un Oscar, el tercero, que mataría dos pájaros de un tiro: por una parte reconocería al reparto más halagado del año, y por otra se homenajearía a un actor clave del cine norteamericano de ahora y siempre. Los Weinstein han enfocado su aparato promocional desde el bando de la emoción y todo indica que los votantes de De Niro ni tendrán en cuenta el devenir de la temporada de premios ni se ceñirán únicamente al trabajo del actor en la cinta de Russell. Interpreta a un padre aficionado al béisbol que quiere lo mejor para su conflictivo hijo... o sea, da vida al estadounidense prototípico que los votantes son o conocen de primera mano: pelear por el personaje más cercano es un plus, y más pensando que cuesta sentir empatía por un dentista reconvertido en cazarecompensas o por un marido despótico que quiere fundar una nueva religión.
En contra: De Niro destaca en cuanto forma parte de un conjunto actoral impecable, mientras que Arkin se basta solo para representar Argo, Lee Jones es el segundo protagonista de su cinta y Seymour Hoffman y Waltz directamente pueden considerarse actores principales relegados a un puesto de reparto por tener otro partenaire masculino en liza. Su presencia en la temporada de premios ha sido más que intermitente: si su presencia en calidad de presentador de muchos de los galardones del año y su reciente aparición en televisión emocionándose al hablar de la película son suficientes tantos para ganar el partido es una cuestión difícil de vaticinar, pero a priori parece improbable. Es normal que los forofos de El lado bueno de las cosas votasen el reparto del film al completo, pero a la hora de premiar se suelen hacer distinciones y De Niro no tiene suficiente cuerda para aguantar hasta el final. Ahora que el Oscar de honor ha quedado relegado a una gala paralela, menos lucida y mediática, solo el hecho de que los académicos quisiesen rendir tributo a De Niro justificaría un premio tan improbable como, tal vez, injusto, al menos insuficiente para el artista que brilló en Taxi Driver e infinidad de clásicos.
PHILLIP SEYMOUR HOFFMAN, por The Master
A favor: Todos los halagos que utilizamos con Daniel Day-Lewis en Pozos de ambición pueden aplicarse aquí para Seymour Hoffman. No solo está enorme sino que ofrece una de esas interpretaciones que te remueven por dentro, que te siguen dando miedo y que no te puedes quitar de la cabeza días, semanas y meses después de haber visto The Master. El trabajo que realiza Seymour Hoffman no solo es propio de un gran actor sino de un artista que sabe defender cualquier personaje, por muy antipático que resulte, por muy difícil que sea el reto y aunque eso suponga mantenerse alejado de otras propuestas que dan, intuímos, más lustre y dinero a una carrera. El actor tiene el Oscar por Capote pero ha logrado que una única estatuilla para alguien de su talla sepa a poco: ¿cómo negarle el aplauso al que tal vez sea el gran actor de reparto del mejor cine estadounidense de los últimos veinte años? Con el añadido que en The Master deja tanta huella y aparece tantos minutos en pantalla como su compañero Joaquin Phoenix. Todos aquellos que quieran premiar al film de Anderson marcarán aquí la cruz de su papeleta, conscientes de que los premios de Adams y Phoenix son cimas demasiado difíciles de escalar. A veces puede ser interesante analizar las cosas con perspectiva: de ganar Seymour Hoffman, dentro de veinte años nadie pondrá en duda el premio. Los apartados secundarios históricamente han funcionado para realzar interpretaciones intensas, potentes, genuinas... adjetivos solo aplicables a Seymour Hoffman y tal vez a Lee Jones. Ganó el Critic Choice Award y ha ganado una quincena de premios a lo largo de estos meses, datos que dan todavía más alas a nuestro candidato. Además... seamos sinceros: ¿no es y con diferencia el mejor de la terna?
En contra: Seymour Hoffman debe lidiar con aquello que ha hundido al film en esta temporada de premios: representa una película hipnótica, rotunda, carnívora, eléctrica, desasosegante... una premisa genial para figurar en el top de la crítica, pero no entre unos académicos que valoran con demasiada frecuencia las películas y las interpretaciones que les hacen sentir bien. El blog duda que muchos hayan querido volver a ver The Master, pero en paralelo seguro que muchos votantes han repetido visionado con El lado bueno de las cosas y Argo, algo que resta puntos a Hoffman. Afirmar que el sector cienciólogo de la Academia no apostará por él sería una sandez, tanto como decir que los afroamericanos no defenderán a Waltz o que los militantes de cierto bando político rechazarán a Lee Jones. Pero enfoquémoslo de otra manera: mientras que Lee Jones encarna a un personaje histórico, Seymour Hoffman defiende un ser complejo que se inspira en el fundador de la Cienciología, y los académicos votan al actor pero también al personaje. Pelear, por lo tanto, con la película que mayor número de votantes o bien no ha entendido o bien no ha querido ver diezma casi por completo las posibilidades de Seymour Hoffman. En una carrera de premios ideal, eso sí, sería el rival a batir y se llevaría a casa su segundo Oscar con total holgura.
TOMMY LEE JONES, por Lincoln
A favor: Desde el primer momento que Lee Jones aparece en escena somos conscientes que estamos ante un personaje importante. Spielberg ha sabido darle a Lee Jones su mejor papel en años y ha filmado al actor con delicadeza, dejando que fotografía, iluminación y montaje beneficiasen el carácter arisco, la cojera y al final la pureza de un personaje que figura en los libros de historia en minúsculas pero con fuerza. No hay otra: si Argo se va a casa con el premio gordo, Lincoln, la segunda en el batallón, debería imponer sus reglas allí donde la producción de George Clooney no figura, o sea, en los apartados interpretativos. Mientras que sus compañeros de candidaturas interpretan a personajes 'de una sola pieza', el personaje de Lee Jones esconde una sorpresa que realza y reformula todo su trabajo en el film. Por ello, quienes valoren el lado humano de la cinta de Spielberg apoyarán a Lee Jones, entendiendo que el Oscar a Day-Lewis cubriría el valor político e histórico de la cinta. También una posible derrota de Field frente a Hathaway beneficia a Lee Jones, con solo dos posibles excepciones: que El lado bueno de las cosas imponga sus reglas o que Waltz salte al escenario como hiciese en los primeros cinco minutos de los Globos de oro. Da la sensación de que su Oscar por Lincoln sería más justo que el que ya consiguió por El fugitivo. Y no hay que olvidar que los actores lo quieren: este año ha ganado el SAG, y hace un lustro logró la nominación por En el valle de Elah cuando solo había sido mencionado por el gremio de actores. ¿O bien el duelo entre 'zorros viejos', o sea, entre Lee Jones y De Niro, puede abrir esta categoría a un tercer caballo ganador?
En contra: ¿Y si los personajes de Seymour Hoffman y Lee Jones fuesen demasiado solemnes? ¿Para cuando un premio políticamente incorrecto? Lee Jones tiene un sambenito: es un papel 'tan de Oscar' que la jugada parece demasiado descarada, preparada, cocinada a conciencia. ¿O escribimos en estos términos por la influencia del good feeling que han querido vender los Weinstein? A Lee Jones no se le profesa tanta devoción como a De Niro, si bien ambos parecen situados un peldaño por encima respecto Arkin. La historia y la intrahistoria de Lincoln no ha sido tan puesta en duda como la de La noche más oscura, pero es posible que muchos no cedan a las manipulaciones de Spielberg: de ser así, puede que el chiste descarado que encarna Waltz sea un blanco más fácil. Lee Jones está genial, pero también lo están Strathairn y Gordon-Levitt, y en el film de Tarantino también brillan DiCaprio y L. Jackson. Por todo ello, da la sensación de que este Oscar será una cuestión no tanto de quién hace el mejor papel sino de quién forma parte del mejor reparto, y todas las cintas tienen argumentos para reivindicar su ventaja: Argo, ser la favorita en número de premios previos; Lincoln, ser la favorita en número de nominaciones; El lado bueno de las cosas, ser el reparto que ha hecho historia con su pleno al cuatro; The Master, sustentarse principalmente en sus tres artistas nominados; y Django desencadenado, contar con un reparto lo suficientemente extenso como para trazar a última hora un premio de compensación, por no decir consolación. Con este panorama, la terna está muy abierta. Necesitamos poner orden, vaya. Y cuidado: en la ficción Lee Jones sabe lo que es poner una votación decisiva a su favor...
CHRISTOPH WALTZ, por Django desencadenado
A favor: Estamos en las mismas: la aportación de Waltz dista de ser secundaria, y por consiguiente parte con más boletos que algunos de sus compañeros para ganar el gordo. Aunque Seymour Hoffman viene siéndole fiel a Paul Thomas Anderson desde tiempos inmemoriales, hay que reconocer que la unión entre Tarantino y Waltz es total, y esa complicidad se nota: el director de Kill Bill ha escrito la película solo para Waltz, y fruto de la sintonía que media entre ambos el espectador tiene la certeza de que ningún otro actor hubiera defendido con tanta gracia y descaro este arribista de tomo y lomo. Los papeles cómicos siempre tienen más posibilidades en 'actor secundario': de ahí que la distribución de Waltz en esta categoría se deba tanto a una voluntad por fragmentar las posibilidades del film (Foxx no ha sido considerado en protagonista) como a la inteligente maniobra de jugar con más cartas a favor. Porque no hay que perder un detalle de vista: detrás del milagro están los Weinstein. O sea: esos hombres que consiguieron que Meryl ganara el año pasado o que Shakespeare in love aguase la fiesta a Salvar al soldado Ryan. Y para colmo Spielberg vuelve a estar entre los jugadores...
En contra: Los cuatro actores anteriores siempre sonaron, siempre estuvieron en las quinielas. Waltz no. Acaba de llegar. Pero lo ha hecho ganando el Globo de oro. Un obstáculo difícil pero no imposible. Eso sí: a años luz de la unanimidad que hubo en torno a su trabajo en Malditos bastardos. Y no abandonemos el penúltimo film de Tarantino: en una lista de nominados con el Oscar en casa, Waltz es el ganador más reciente, algo que le deja en seria desventaja. A Foxx le ha tocado lidiar con el héroe y a Waltz con el antihéroe: ¿no sería un tanto contradictorio premiar en protagonista la integridad de un presidente célebre y valorar aquí a un, con perdón, capullo de cuidado? No olvidemos que Waltz es austríaco, pero el voto europeo, a tenor de lo sucedido en Venecia, irá para Seymour Hoffman, sin contar las tendencias mitómanas de ciertos sectores que apostarán por De Niro. Waltz, en definitiva, parece un segundón entre tanta bestia. La película quedaría suficientemente valorada con un posible premio en mejor guion original. Con un matiz: no sería descabellado que Tarantino, como tantas otras veces, se fuese de vacío. ¿Lo conseguido en los Globos será suficiente para los académicos? Creemos que sí. Y además con razón.
QUINIELA DE LOS LECTORES (Votos: 156)
1. PHILLIP SEYMOUR HOFFMAN, con 49 votos (31%)
2. CHRISTOPH WALTZ, con 48 votos (30%)
3. TOMMY LEE JONES, con 31 votos (19%)
4. ROBERT DE NIRO, con 19 votos (12%)
5. ALAN ARKIN, con 9 votos (5%)
QUINIELA DEL BLOG
1. TOMMY LEE JONES, por Lincoln
2. PHILLIP SEYMOUR HOFFMAN, por The Master
3. ROBERT DE NIRO, por El lado bueno de las cosas
4. CHRISTOPH WALTZ, por Django desencadenado
5. ALAN ARKIN, por Argo
Y si el blog votase...
1. PHILLIP SEYMOUR HOFFMAN, por The Master
2. TOMMY LEE JONES, por Lincoln
3. CHRISTOPH WALTZ, por Django desencadenado
4. ROBERT DE NIRO, por El lado bueno de las cosas
5. ALAN ARKIN, por Argo
Buen análisis, pero pequeño detalle, mencionas 2 o 3 veces "terna" y no es correcto, ya que "terna" hace referencia a 3 personas y las categorías actorales son de 5.
ResponderEliminarPara mi
Ganará: Tommy Lee Jones
Puede Ganar: Robert DeNiro
Debería Ganar: Christoph Waltz
Debió ser Nominado: Mikkel Boe Følsgaard
Hola Uggo!
ResponderEliminarTienes razón, pero me refiero al sentido general de 'terna', que también admite el diccionario.
Me sumo a tu reivindicación del actor danés de Un asunto real. El de apartado de 'debió' podría figurar sin problema McConaughey y DiCaprio.
Saludos!