Wolf Creek es
una road movie que nos habla de 3
jóvenes mochileros que durante uno de sus viajes se cruzan con un temible
asesino. El planteamiento es sencillo, claro e incluso tópico (muchas conocidas
películas de terror cuentan lo mismo o similar, desde la mítica y precursora La matanza de Texas hasta películas como
2000 maníacos, La última casa a la izquierda, Las colinas tienen ojos, Km 666 o el remake de La casa de cera), pero a
pesar de su tópico y simple planteamiento, Wolf Creek no es una road movie de terror más, ya que su
grandeza radica en el modo de contarnos y de mostrarnos la historia. El
director ha tratado de ajustarse a la realidad lo máximo posible, optando
por un estilo documental de movimientos de cámara en mano y una fotografía
preciosa y extremadamente realista.
Estilísticamente es una película perfecta.
El
espectador se enfada porque se preocupa realmente por los personajes,
y no solo por la brutalidad de la cinta, sino gracias a un truco del director
realmente efectivo: en primer lugar se trata solamente de tres personajes
los que están en peligro, no como en la mayoría de películas de terror en las
cuales siempre aparece un numeroso grupo de jóvenes destinados a ser carne de
cañón y por los que el espectador no se preocupa, al contrario, espera cual va
a ser el primero en caer. Y por otro lado, el director opta también por
mostrarnos unos primeros 45 minutos en los cuales no ocurre nada realmente
trascendente, lo cual permite que el espectador sienta empatía hacía los
personajes y les coja cariño para que cuando llegue lo realmente fuerte se
estremezca ante lo que está viendo.
Wolf Creek trata el tema del instinto de
supervivencia, así como la lucha entre el bien y el
mal. No
existe indicio de bondad o duda en su villano: tan solo titubeamos durante un momento concreto
muy inquietante cuando el asesino, tras quemar el coche con los cadáveres,
se queda mirando a la nada pensativo. Es entonces cuando el director nos
plantea muy sutilmente la duda: ¿Es este hombre malo por naturaleza, o se hizo
malo por algún motivo? ¿Somos lo que hacemos, o lo que los otros quieren que
seamos? Una cuestión que la sitúa un peldaño por encima de sus contemporáneas compañeras de género.
En definitiva,
una de las mejores obras de terror de la pasada década junto con Alta tensión, Saw, The descent o Martyrs, destinada a convertirse en
un título de culto con el paso del tiempo, que te atrapa y te sumerge en su
mundo de manera real y logra removerte por dentro emocionalmente. El espectador
le grita a la pantalla de cine, preocupado por los personajes, y se estremece
ante la gran interpretación de los actores. Hoy en día pocas películas logran
transmitir un sentimiento que no sea la indiferencia o mero entretenimiento.
Wolf Creek traspasa esa barrera. El terror nunca pudo ser tan real.
Lo mejor: La fotografía realista estilo documental y la interpretación de los actores.
Lo peor: Algunos fallos en la estructura narrativa.
Nota: 8'5
Miguel Martín
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