jueves, 25 de octubre de 2012

SITGES 2012: AMERICAN MARY, de Jen & Sylvia Soska

La cirugía, sin escrúpulos, no es más que un copiar y pegar
AMERICAN MARY, de Jen y Sylvia Soska (Canadá, 2012)
¿De qué va?: Mary Mason está en primer año de Medicina y es una de las mejores estudiantes de su facultad. Pero la imagen de alumna perfecta no va con Mary: tiene problemas económicos y lo único que se le ocurre es probar suerte en un pub de mala muerte para lidiar los números rojos. Una vez allí, y tras una serie de casualidades, Mary se introduce en un negocio que desconocía y que le permite ganar dinero de forma muy rápida. Con sus escasos conocimientos de alumna promeriza, Mary empieza a realizar operaciones ilegales en los lugares y con el instrumental más insospechado. Su variopinta clientela le pide todo tipo de barbaridades. Unas actividades que harán mella en la débil mente y la poca estabilidad emocional de Mary.
Reacciones del público de Sitges: La temática y el tono de la película pedía a gritos una sesión golfa repleta de frikis en celo y los organizadores de Sitges lo tuvieron muy en cuenta. Pese a la hora, el público estaba muy entregado y aplaudió las primeras bromas del guión. Un entusiasmo que no se repitió al encenderse las luces.


Valoración: Las películas de terror adolescente se rigen por patrones muy definidos. Tal vez por eso American Mary resulta novedosa en su arranque. No hay rastro de la joven pava perseguida por una amenaza exterior. Tampoco es por completo el relato de una mala con la que empatizamos al estilo Dexter. La Mary del título, al principio torpe y desgarbada, se introduce sin quererlo en un mundo donde puede rentabilizar sus conocimientos de medicina. La primera hora de la película es un festín para los amantes de la serie B: tiene un toque malsano y surrealista que atrapa. El problema viene en el segundo tramo cuando las directoras se sacan de la manga una violación, una venganza, un romance y, por consiguiente, un reciclaje de los tópicos típicos. Una pena porque la película prometía ser una exploración marciana del mundo de la cirugía extrema, del cuero y de la noche más perturbada en la que no costaría imaginar a Lisbeth Salander merodeando entre tarados. La crítica a una sociedad que rinde un excesivo culto a la imagen es mínima. Un error de cálculo que apena porque a American Mary le faltó muy poco para convertirse en un título de referencia para los fans del género: quedan, eso sí, las buenas intenciones y cierta atmósfera. No le sobran extravagancias pero sí alguna vuelta de tuerca más: el film pedía a gritos más descripción que acción, más humor que sangre. Apta solamente para masoquistas benévolos y para fans de Katharine Isabelle, la Mary del título famosa por su participación en la saga Ginger Snaps. Lástima que American Mary, por un error en el corte o por una mala supuración (en términos no médicos: por un problema de guion), no haya dado otra colección de películas de nivel.


Para los que busquen motivos para evitar el quirófano a toda costa
Lo mejor: Su vertiente surrealista.
Lo peor: Se desinfla a medida que avanza

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Nota: 5

Tráiler:

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