1. El fraude completa la tríada de grandes personajes de Richard Gere. Si en American Gigoló Gere era el 'hombre de compañía' con problemas y en Pretty Woman el salvador sin resquicios de la prostituta, en El fraude el círculo se completa y vemos qué hubiera sucedido si la película de Garry Marshall nos hubiese contado el pasado y el presente familiar, económico y laboral del sex symbol. Un círculo involuntario que además va en paralelo al crecimiento de Gere como intérprete: El fraude es sin lugar a dudas la gran interpretación de un actor que además de ser guapo ahora se ha propuesto aspirar al Oscar por primera vez en su carrera.
2. El fraude puede que sea el gran thriller con la crisis económica como punto de partida, excusa argumental, telón de fondo o contexto (lo que quieran). Lo es porque no pretende ser crítica (o sea: lacerante), en el sentido que ni moraliza ni dirige la mirada del espectador hacia el odio o la empatía por el personaje. También porque no es críptica (o sea: inaccesible), no juega a ser un documento de archivo o de sesudez excesiva, su sentido de la acción es notable, no da lugar a la abstracción esnobista y se dirige a un público amplio sin acabar en el tan denostado bando del cine palomitero (con el prejuicio que ese término conlleva: película de usar y tirar).
3. Como thriller la película cuenta con varios atractivos. Su reparto está excelente, y como las mejores partidas del cine negro cada personaje actúa como una ficha en el tablero, con su entidad, su personalidad y sus momentos de lucimiento. Para ser una película norteamericana sorprende la subtrama del policía corrupto que interpreta Tim Roth, y sorprende sobre todo la estructura circular nada casual y muy efectiva que describe la película: El fraude arranca con la celebración del cumpleaños del protagonista y acaba en una gala benéfica, dos momentos en los que el personaje debe fingir como actor en el gran guiñol de su vida, con la diferencia que en la última escena la brecha permanece abierta y difícilmente se cerrará.
4. Y ya como apunte final, una mera minucia pero para quien escribe prueba de que El fraude es más compleja de lo que parece. En los títulos de crédito se oye la canción I see who you are de Björk, una apuesta musical muy arriesgada. El director Nicholas Jarecki convierte una canción de amor maternal en una pieza más terrorífica y amenazante que de alguna manera describe el magnate sin la careta puesta y la familia totalmente destruida. Un buen soporte para corroborar que El fraude es eso: la historia de una estafa que sin ser una obra maestra logra insertar las sombras de un tiburón responsable de la crisis financiera en una cinta de suspense bastante fluida y efectiva. Es precisamente esa medianía (no ser ni un blockbuster ni una obra de cine social) lo que muchos confundirán con falta de criterio, ambigüedad de personajes o poco músculo narrativo. Pero en verdad ese es su máximo valor. Sin ser perfecta, puede que sea el mejor entretenimiento 'masivo' y 'adulto' que nos depara la cartelera del mes de octubre.
3. Como thriller la película cuenta con varios atractivos. Su reparto está excelente, y como las mejores partidas del cine negro cada personaje actúa como una ficha en el tablero, con su entidad, su personalidad y sus momentos de lucimiento. Para ser una película norteamericana sorprende la subtrama del policía corrupto que interpreta Tim Roth, y sorprende sobre todo la estructura circular nada casual y muy efectiva que describe la película: El fraude arranca con la celebración del cumpleaños del protagonista y acaba en una gala benéfica, dos momentos en los que el personaje debe fingir como actor en el gran guiñol de su vida, con la diferencia que en la última escena la brecha permanece abierta y difícilmente se cerrará.
4. Y ya como apunte final, una mera minucia pero para quien escribe prueba de que El fraude es más compleja de lo que parece. En los títulos de crédito se oye la canción I see who you are de Björk, una apuesta musical muy arriesgada. El director Nicholas Jarecki convierte una canción de amor maternal en una pieza más terrorífica y amenazante que de alguna manera describe el magnate sin la careta puesta y la familia totalmente destruida. Un buen soporte para corroborar que El fraude es eso: la historia de una estafa que sin ser una obra maestra logra insertar las sombras de un tiburón responsable de la crisis financiera en una cinta de suspense bastante fluida y efectiva. Es precisamente esa medianía (no ser ni un blockbuster ni una obra de cine social) lo que muchos confundirán con falta de criterio, ambigüedad de personajes o poco músculo narrativo. Pero en verdad ese es su máximo valor. Sin ser perfecta, puede que sea el mejor entretenimiento 'masivo' y 'adulto' que nos depara la cartelera del mes de octubre.
Para los que creyeron que a Margin Call le fallaba 'algo'
Lo mejor: Richard Gere supera el examen por primera vez con un notable alto.
Lo peor: Que sus debilidades no dejen ver sus numerosas virtudes.
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Nota: 6'5
1.-Gere tuvo su unica oportunidad con Chicago y la dejó ir
ResponderEliminar2.-gere no es guapo
3.-No conseguira nunca una nominación al oscar
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