viernes, 21 de septiembre de 2012

Y LA REPRESENTANTE ESPAÑOLA A LOS OSCAR 2013 ES...


El cine español vive momentos contradictorios. Por una parte la subida del IVA ha encarecido el precio de las entradas y la medida hará que el cine en general y el nuestro concretamente pierda capacidad de convocatoria en las salas. Aún con esto, el éxito de Las aventuras de Tadeo Jones y la promesa de una excelente temporada de cine patrio (entre las más aventajadas de cara a sorprender en taquilla están títulos como Fin, Invasor u Operación E) han vuelto a equilibrar la balanza. Aunque notaremos los recortes de cara al 2013, este año estamos ante el preludio del desastre, con el añadido que en esta ocasión no contamos con Almodóvar o Amenábar para elevar la moral, ni que sea a nivel mediático, de nuestro cine.

Las tres seleccionadas para representar a España en los Oscar a la mejor película son claramente deudoras de todo ello. Por una parte demuestran la variedad del cine español con temáticas, voces e influencias totalmente dispares. Representan el relevo de nuevos cineastas que viene gestándose desde los 90 (Berger, Rodríguez) en paralelo a nombres ya consagrados (Trueba). Demuestran las posibilidades comerciales de nuestro cine, digan lo que digan las malas lenguas (Grupo 7 ha funcionado en taquilla). Y además, suponen una apuesta por un cine de autor heterogéneo, vivo, personal, radical... y no por ello menos internacional y exportable.

Posiblemente estamos ante la selección más variada y al mismo tiempo la más emocionante en mucho tiempo. Tres títulos con suficientes virtudes como para triunfar en Estados Unidos. Films con los que la Academia, aprovechando el contexto de crisis, ha votado por la calidad y ha dilapidado el llamado 'patrón de Oscar': otros años hubiésemos visto entre las seleccionadas a Holmes & Watson, Madrid Days de Garci o Miel de naranjas de Uribe. De las tres cintas se intuye una filmografía viva y variada que reinvindica su espacio más allá de los Pirineos. 

El cine español tiene motivos para afrontar la nueva temporada de premios desde el optimismo. Lo imposible podría llegar a varios apartados de los Oscar. Blancanieves ha recibido una cálida acogida en Toronto. San Sebastián acogerá en breve el lanzamiento de los films de Berger y Trueba. Y seguramente a partir del jueves 27 de septiembre, día en el que Enrique González Macho revele el nombre de la película elegida, la carrera comercial de una de las tres cintas recibirá un importante empujón. Estas son las tres precandidatas, todas ellas con sus pros y sus contras, además de una quiniela final. ¡Mucha suerte a todas!

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BLANCANIEVES, de Pablo Berger
¿De qué va?: En la Andalucía de los años 20, la joven Carmen es maltratada, marginada y perseguida por su rica madrastra Encarna. Carmen huye de su mansión de lujo y se embarca con siete enanos toreros en un circo ambulante. Los caminos de Carmen y Encarna volverán a encontrarse y para entonces la madrastra tendrá preparada una oscura venganza.
El director: Bilbaíno de 49 años, Berger sitúa el germen de Blancanieves en el Festival de San Sebastián de 1980 cuando se quedó impresionado tras la proyección de la cinta muda Avaricia de Erich von Stroheim con música en directo. Entre proyecto y proyecto (el corto Mamá, la comedia Torremolinos 73 y esta Blancanieves) Berger ha invertido unos diez años, prueba de que Berger prepara y trabaja a conciencia cada una de sus películas. El proyecto de Blancanieves lleva en activo desde hace siete años, muchísimo antes de que Michel Hazanavicius revolucionase Cannes y Hollywood con The Artist, y obviamente antes de que Norteamérica presentase las adaptaciones del cuento de los Hermanos Grimm dirigidas por Singh y Sanders. Torremolinos 73, comedia nostálgica que triunfó en el Festival de Málaga, fue su ópera prima y con ella alcanzó las nominaciones al Goya al mejor guión original y mejor realizador novel. Blancanieves, uno de los proyectos más cacareados del reciente cine español, supondrá su consolidación en la industria.


A favor: Todo alrededor de Blancanieves los últimos meses viene acompañado de interés, entusiasmo y adjetivos de lo más optimistas. En el Festival de Toronto, primera parada natural en la temporada de premios americana, ha gustado muchísimo: se ha dicho que estaba entre las favoritas del público, se ha alabado la fotografía y la música del film, se ha apuntado a un posible fenómeno indie y muchos ya la han colocado entre sus favoritas del año. Tener The Artist en la memoria colectiva puede ser un arma de doble filo, pero la lectura positiva nos obliga a considerar que tal vez ahora más que nunca Hollywood está especialmente abierto y sensibilizado con el cine que sigue las formas y fórmulas de antaño. Lo sucedido con ella recuerda un poco a lo que pasó con Mujeres al borde de un ataque de nervios en el Festival de Venecia 1988: es la película sorpresa que nadie esperaba y de la que ahora todo el mundo habla maravillas. Blancanieves bebe de una España negra que sucede entre ruedos y corridas de toros: para el público americano tiene ese toque 'tipical spanish' tan celebrado, homenaje al cine clásico de los años 20 y al mismo tiempo puede que se interprete como una crítica, al menos como una referencia, a la España moderna y convulsa. En ningún caso se hablará de las películas de Singh o Sanders porque Berger se ha encargado de hacer una versión totalmente diferente, en lo narrativo y en lo visual, del cuento popular. Cada vez más el Oscar a la mejor cinta de habla no inglesa se decide entre los títulos que de alguna manera se han convertido en pequeños grandes fenómenos o hallazgos: Blancanieves, por sus atributos, es la única capaz de marcar la diferencia. Los académicos votan en su mayoría tras un pase que se realiza a principios de enero: imagínense a los octogenarios de la Academia viendo Blancanieves con música en directo, con la ventaja que Maribel Verdú es un referente desde que hiciese El laberinto del fauno. La sensación de que tendrá votos de las alas más conservadoras y de las rabiosamente experimentales es un punto más. Los académicos españoles la recibieron entre aplausos y alguna lágrima de emoción, hasta algunos la califican de obra maestra. Es, a ciegas, la favorita. Los Weinstein se han fijado en ella, Gilles Jacob la quería tener en Cannes y entre sus productores figura el nombre de Arté France, precedentes prometedores. Sea o no la elegida, y de serlo obtenga o no la nominación, seguro que será una película que los académicos americanos difícilmente olvidarán: ¿para qué son los Oscar sino para demostrar la variedad, la originalidad y la vitalidad de una cinematografía, en este caso la nuestra?
En contra: Estados Unidos es el país del remake y el remix, de la gallina de los huevos de oro, de las franquicias y de las sagas. Ahora bien: cuando se trata de films extranjeros el trato cambia. Blancanieves puede verse como un ejercicio oportunista tras The Artist, y sabemos que la Academia muta en sus preferencias con una rapidez pasmosa. El terror gótico que propone Berger puede ser un tan indigesto para los ancianos yankis que quieren que les expliquen una historia nueva y agradable. Aquí hay que apuntar como posibles inconvenientes lo mismo que ya decíamos con motivo de The Artist: lo que la define es su principal valor y al mismo tiempo su gran traba. ¿Hasta qué punto es 'demasiado diferente'? Blancanieves debería avivar su presencia en suelo americano y ganarse apoyos extra para conseguir aquello que ya lograron rarezas como Vals con Bashir. El nombre de Berger no suena ni siquiera entre la cinefilia más atenta: a Blancanieves no le queda otra que impactar desde el minuto uno aquí y allá para aspirar a todo. La Academia vota los mejores films extranjeros pero también los más comerciales de cara a su distribución en los cines de las principales capitales estadounidense: ¿es posible ver una película española en blanco y negro y muda en un cine de, por ejemplo, Nueva York, con buenos resultados de taquilla? Todavía no tiene previsto su aterrizaje fuera de España: o inicia en San Sebastián su ascenso meteórico o posiblemente quede reducida a un segundo plano de ser finalmente nuestra elegida.



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EL ARTISTA Y LA MODELO, de Fernando Trueba
¿De qué va?: En el verano de 1943 una joven española llega a un pueblo de la Francia ocupada. Allí empezará a trabajar de modelo para un escultor que quiere realizar la última obra de su carrera. La historia de lo que trascurre dentro del estudio, la complicidad del pintor y su musa, y la dura realidad que sucede al exterior.
El director: Madrileño de 57 años, figura clave del cine español. Representante de la comedia madrileña de los 80 y uno de los pocos autores que ha combinado obras de ficción (La niña de tus ojos y El año de las luces entre otros, con la colaboración de Rafael Azcona) con adaptaciones literarias (El embrujo de Shangai), así como títulos de géneros tan diversos como el documental (El milagro de Candeal, Calle 54) y la animación (Chico y Rita). Segundo ganador local del Oscar a la mejor película de habla no inglesa gracias a Belle Époque y recientemente considerado a la estatuilla por la citada Chico y Rita. Ganador de 2 premios Goya al mejor director, Trueba sabe lo que es representar a España en los Oscar (su última vez fue con El baile de la victoria). Aunque no es la primera película que rueda fuera de España y en una lengua extranjera (El sueño del mono loco, Two Much), El artista y la modelo, filmada en Francia y en francés, es su película más personal y un proyecto que llevaba ideando varios años. El cartel del film es obra de su amigo Javier Mariscal.


A favor: Cuenta con financiación francesa, en Francia llegará a las salas la próxima primavera y cualquier obra de Fernando Trueba se defiende sola dentro y fuera de nuestras fronteras. Un reparto internacional y una historia con la Segunda Guerra Mundial de trasfondo, justo el tiempo histórico de muchas de las preferencias hollywoodienses desde La lista de Schindler hasta The Reader pasando por las europeas Los falsificadores y La vida de los otros, hace que sobre el papel sea la historia más familiar para los académicos de Los Ángeles. El éxito reciente de Chico y Rita debería ser un salvoconducto directo al éxito, eso en el caso de que en Norteamérica y en Europa no se acuerden de la triunfal Belle Èpoque. Parece la opción más segura en un momento de crisis: representa el modelo de coproducción europea de vocación internacional que impera en el arte y en la geografía europea, todo bajo la batuta de un grande.
En contra: Los que ya la han visto hablan de una película seria, de diálogos y silencios, luces y sombras. Puede resultar una propuesta demasiado estática, intelectual y discursiva para el gusto estadounidense, más afín a la acción frenética y al entretenimiento sin coartadas. La posibilidad de que sea la opción de calidad que complete un futurible quinteto nominado queda descartada, y más teniendo en cuenta que en la lista de posibles nominadas figuran la última Palma de oro (Amour, por Austria), el reciente León de oro (Piedad, por Corea del sur) o títulos vistos y premiados en certámenes de clase A como la alemana Barbara o la portuguesa Sangue do meu sangue. Grupo 7 lleva más tiempo en liza y Blancanieves ya ha pisado suelo americano, detalle que deja El artista y la modelo un tanto rezagada. Trueba seguirá dirigiendo y tendrá más posibilidades: la Academia puede apostar por un realizador más joven, algo totalmente coherente con el actual contexto de recortes en el que parece que solo tienen derecho a dirigir las primeras figuras (y a veces ni eso). Está hablada en francés, lengua no oficial en nuestro país: es la menos española del trío y eso pesa de forma decisiva. Su no presencia en el grupo elegido para los Ariel resulta ambigua: podría parecer que eso se debe a que el film no es en lengua castellana, pero La vida secreta de las palabras fue seleccionada aquí en su día siendo hablada en inglés. La posibilidad de que no haya gustado a todos, por lo tanto, gana puntos y no se resolverá hasta el jueves 27. De momento, hay que tener en cuenta que la Academia suele elegir para el Oscar y para el Ariel a la misma película, algo que también se produjo con la catalana Pa negre, una estadística que va en contra de los intereses de El artista y la modelo.



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GRUPO 7, de Alberto Rodríguez
¿De qué va?: Sevilla se prepara para acoger la Expo del 92. Se prepara un gran dispositivo policial para limpiar el centro y el casco antiguo de la capital de yonquis y traficantes de droga. Esa dura tarea recae en el llamado Grupo 7, famoso por sus expeditivas formas de operar. En el grupo la actitud de un joven que está dispuesto a todo con tal de ascender y la desgana de un veterano cansado de todo marcará la estabilidad de la unidad.
El director: Sevillano de 41 años cuya obra ha engrandecido la cosecha de cine español de la última década. Su cine, en esencia andaluz, aúna dos de las constantes más visibles del último cine patrio: el drama social (premiado en los Goya con Los lunes al sol y Te doy mis ojos) y el thriller de acción de influencia norteamericana (también en los Goya con titulos como Celda 211 o No habrá paz para los malvados). Ello hace de Rodríguez uno de los autores más frescos, actuales e interesantes del actual cine europeo, con un dominio especial para la dirección de actores y un sentido del tempo considerable, ya sea en forma de historias cruzadas como en After o con este policiaco alabado por la crítica. Sus últimas películas han estado nominadas al Goya y 7 vírgenes fue premiada en el Festival de San Sebastián. Ahora Grupo 7 ha sido adquirida por el canal estadounidense HBO, que la emitirá en horario de máxima audiencia en versión original subtitulada en inglés. Su condición de precandidata al Oscar y al Ariel ha permitido su reestreno en 55 salas y ha dado una nueva vida a su reciente edición en dvd.


A favor: La cosecha de films españoles estrenados este 2012 no ha entusiasmado a nadie salvo por este Grupo 7. Su notable taquilla también le da ciertas alas de cara a su posible comercialización y exportación, sin contar que fue una de las películas españolas que cerró más compras al exterior en el pasado Festival de Cannes. Si consideramos que es la película que los académicos han tenido más tiempo para digerir, Grupo 7 se sitúa peldaños por encima de sus competidoras. La Academia siempre ha mimado y con razón a Rodríguez, y da la sensación de que la representación al Oscar es el paso definitivo para sellar esa buena relación. Grupo 7 forma parte de un cine de acción novedoso y arriesgado que Norteamérica casi nunca produce y que los académicos valoran con bastante frecuencia, la última vez el año pasado al incluir la belga Bullhead entre las nominadas. El hecho de que en el otro lado del charco se aprecie muchísimo el cine español de género, con el terror como plato fuerte, beneficia a Grupo 7. Y no sorprendería a nadie que la Academia española apostase por un policiaco sevillano teniendo en cuenta que ya eligió en el pasado a El orfanato,a priori fuera de los cánones habituales. Cursa por el Oscar y por el Ariel, y estando en el podio ya tiene asegurada una generosa presencia en las candidaturas a los Goya: ha hecho los deberes, los votantes han respondido y su éxito solo es cuestión de tiempo.
En contra: De las tres preseleccionadas seguramente será el título con menos fans o defensores acérrimos. Da la sensación de que más allá de ciertas reseñas es una película que ha gustado a todos pero que no ha despertado pasiones. Aunque ganó el premio a mejor fotografía en el Festival de Tribeca, la película se aleja del cine historicista, agradable o melodramático que impera, aunque cada día menos, entre las elecciones de la Academia de Hollywood. En Norteamérica la Expo 92, eje vertebrador de la historia, carece de la fama y la importancia de, por ejemplo, los Juegos Olímpicos de Barcelona, sin olvidar que el ambiente típicamente sevillano que describe la película resulta desconocido para la óptica yanki. La trama de Grupo 7 recuerda a la de la brasileña Tropa de élite, película que no gustó a los académicos. Cuenta con pocas referencias para el público norteamericano: los académicos de allí saben quién es Maribel Verdú y conocen a Fernando Trueba, algo que deja a Grupo 7 carente de atractivos o ganchos comerciales. El hecho de que en un principio su distribución en Estados Unidos sea vía televisión por cable y no en salas es un indicador de que para el paladar estadounidense Grupo 7 puede resultar una película espectacular y comprometida pero en el fondo excesivamente experimental y minoritaria.



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QUINIELA OBJETIVA del blog:
1. BLANCANIEVES, de Pablo Berger
2. GRUPO 7, de Alberto Rodríguez
3. EL ARTISTA Y LA MODELO, de Fernando Trueba

QUINIELA SUBJETIVA del blog:
1. BLANCANIEVES, de Pablo Berger
2. EL ARTISTA Y LA MODELO, de Fernando Trueba
3. GRUPO 7, de Alberto Rodríguez

QUINIELA del Oscar Ranking:
1. BLANCANIEVES, con 17 votos
2. EL ARTISTA Y LA MODELO, con 4 votos
3. GRUPO 7, con 2 votos

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