miércoles, 29 de agosto de 2012

VISIONADOS VERANIEGOS: HAPPINESS, de Todd Solondz

El mundo está loco, loco, loco...
HAPPINESS, de Todd Solondz (EE. UU., 1998)
¿De qué va?: En un suburbio de Nueva Jersey se dan cita varios personajes excéntricos que no encuentran la felicidad. Una teleoperadora con poca suerte con los hombres. Un aburrido ejecutivo que se masturba al oir la voz de mujeres desconocidas por teléfono. Un hombre que a sus 65 años quiere separarse de su mujer. Una escritora de éxito que en el fondo es una mujer desgraciada. Una chica con problemas de sobrepeso que esconde un terrible secreto. Un padre amante del béisbol que se plantea contratar a una prostituta para corroborar si su hijo de 11 años es homosexual o no. Un psicólogo casado y con tres hijos que no escucha a sus pacientes y que sueña con acariciar el cuerpo del amigo de su hijo. Un niño rechoncho apasionado por los misterios del sexo. Un inmigrante ruso que se dedica a robar en casas ajenas. Siluetas corrientes y mentes enfermas que podrían ser las de nuestros vecinos, nuestros amigos e incluso nosotros mismo. Porque seamos sinceros: es muy difícil ser feliz en una sociedad tan tarada.
Palmarés: Mejor película en el Festival de Toronto 1998. Nominada al Globo de oro al mejor guión original. Premio Fipresci a la mejor película proyectada en sección no oficial. British Independent Film Award a la mejor película extranjera del 1998. Reconocimiento al mejor director en el Festival Fantasporto. Premio del jurado en el Festival de Sao Paulo. National Board of Review al mejor reparto del año, además de figurar en el Top Ten de las mejores películas del 1998, lista encabezada por Dioses y monstruos. Chlotrudis Award al mejor guión del año. 3 candidaturas a los Independent Spirit Awards: director, actor protagonista (Dylan Baker) y actor secundario (Philip Seymour Hoffman). Mejor película del 1998 según la revista Newsweek. Figuró en la lista de The 25 Most Dangerous Movies realizada por la revista Première.
El dato: Todas las películas de Todd Solondz suceden en Nueva Jersey, lugar donde el director nació y creció. Solondz realiza un cameo en el film. En América el film recibió la calificación moral de NC-17, prohibiendo el visionado de la cinta a los menores de edad y por lo tanto limitando su distribución en Estados Unidos (de hecho, solo se estrenó en 3 salas). La película causó una sonora polémica en su momento por la dureza de sus subtramas relacionadas con desórdenes sexuales. Junto a Dogville, Happiness es uno de los últimos grandes trabajos del actor Ben Gazzara. Seymour Hoffman no ha parado de trabajar desde Happiness: ha ganado un Oscar por Capote, se ha convertido en uno de los grandes intérpretes de la escena indie (Los Savages, Con amor, Liza o Antes de que el diablo sepa que has muerto son una prueba) y tuvo la posibilidad de interpretar otro personaje con problemas sexuales en La duda.


Su importancia: Todd Solondz lleva dos décadas acercándonos su particular universo fílmico. Películas repletas de personajes obesos, con desórdenes sexuales y actitudes más que cuestionables. Su cine no es feísta porque filma la otra América sin efectos especiales, radiografiando la vida en los suburbios norteamericanos y criticando las hipocresías sexuales, morales, ideológicas y políticas de una sociedad que esconde, y que como resultado miente, por lo que finalmente acaba por revelarse enferma y deplorable. Solondz presume de un estilo visual y narrativo de lo más personal que lo acerca a cineastas análogos, retratistas de los desajustes de unos Estados Unidos con más sombras que luces, amantes de lo excéntrico y la comedia negra a ratos paródica a ratos dramática, como Wes Anderson o Spike Jonze. Happiness es la gran película de Solondz por ser su obra con un guión mucho más elaborado, una trabajada estructura de historias cruzadas que la acerca a grandes cintas norteamericanas de los 90 como Pulp Fiction, Vidas cruzadas, Fargo o Magnolia. A su vez, su influencia es más que evidente en el cine de Miranda Jury, e incluso podrían establecerse conexiones con títulos posteriores como Elephant de Gus Van Sant, Juegos Secretos (Little Children) de Todd Field o Lejos del cielo de Todd Haynes. Estamos, en definitiva, ante uno de los autores y films capitales del último cine indie estadounidense.
Valoración: Happiness no ha perdido un ápice de diversión y tragedia. Sigue vigente y viva. Aunque no es una película para todos los públicos (tampoco puede serlo), hay que reconocerle su gran capacidad de inventiva. Tiene diálogos lacerantes a la par que tronchantes. No es un conjunto de postales absurdas porque Solondz encuentra el equilibrio en un terreno premeditadamente excesivo. Nos reímos, y Solondz garantiza una comedia de nivel; pero al final la sonrisa se hiela, de forma que como espectador uno no sabe cómo reaccionar. Esa es la gran virtud de Happiness: nos mete en las entrañas de una sociedad podrida, nos ofrece un muestrario de personajes (a)normales que el guión muestra en toda su dimensión sin juzgarlos, sin castigarlos y sin compadecerlos. Al apagar la pantalla una siente esa sensación indescriptible propia de los buenos entretenimientos cinematográficos, y al mismo tiempo todo es tan trágico que uno llega hasta sentirse culpable y apesadumbrado. Es como un paseo por la atracción de los espejos de reflejos deformados. Una película arriesgada, radical, incómoda. Título de culto, documento sociológico y festiva comedia nerd.


Nota: 8'5

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